Un loco verano (1986) de Savage Steve Holland

La pareja protagonista, Hoop y Cassandra (dos jovencitos
John Cusack y Demi Moore)

"Un loco verano", sugerente título para todo aquél que sea adicto a las comedias juveniles y alocadas, y es que básicamente, dicho título, describe muy bien el contenido de la película, vamos que no nos engaña en ningún momento. El film, como puede entreverse con sólo presenciar su carátula (¡magnífica por cierto!), es una simpática joyita ochentera, sin más pretensiones que las de intentar entretener y divertir al público, así que tampoco vamos a ser muy exigente con asuntos más banales como su guión, interpretaciones o calidad técnica. Con todo, hay que decir que este film no está mal en ninguno de estos apartados, si tenemos en cuenta el género al que pertenece y sus consiguientes caracteres que a veces escapan a la lógica (pero bueno ahí radica el divertimento muchas veces). La película se centra en un chaval llamado Hoop (un jovencito John Cusack, en la época en la que era una estrellita adolescente), que se va de vacaciones de verano a una remota islita con unos colegas que está un poco para allá, como suele decirse (uno de ellos Bobcat Goldthwait, recordado por ser el loquísimo Zed de "Loca academia de policía", aquí repitiendo un rol muy similar al de dicha divertida franquicia), y en el momento en que se cruza en su camino una chavaluca, Cassandra (una también jovencita Demi Moore, antes de ser una estrella en profundidad), se verá envuelto en una serie de disparatadas aventuras, en la que no faltará, aún mal que nos pese a algunos, una romanticona y pastelosa historia de amor entre los dos. 

Dispuestos a pasar un loco verano

La peli tiene algún inserto animado bastante gracioso

Bueno, seguramente peque de ser bastante repetitivo, pero es que lo que se puede decir de "Un loco verano" realmente se puede aplicar a un sin fin de films del mismo estilo. Su mayor atractivo es que, para muchos que adoramos los ochenta, la nostalgia hará mucha mella en nosotros y su visionado se convertirá en una más que agradable sensación de gusto y emotividad (y los que sepáis de lo que hablo, ya sabéis a qué me refiero), aunque francamente en sí, el film no sea del todo excesivamente memorable (no más que la media de productos semejantes). La película posee un par de puntazos verdaderamente divertidos, aparte de todos los clichés de los films cómicos de adolescentes que harán las delicias de todo aquél que case con dicho subgénero. Por lo demás, es bastante rutinario y en mi opinión, le falta algo más de macarrismo para haber logrado convertirse en todo un clásico digno de destacar. 

¡Menudo sitio para colocarse en la playa!

El loquísimo Bobcat Goldthwait (de "Loca academia de policía")
y Curtis Armstrong (de "La revancha de los novatos")

Olvidaos, por supuesto, de ciertas dosis de erotismo inherentes en otras producciones, "Un loco verano" es muy comedida y apta para todos los públicos, así que chistes verdes los justos y despelotes cero patatero, es un humor más edulcorado, aunque no le quita en ocasiones su gracia y su desmadre (a veces excesivamente surrealista, todo sea dicho). La película pasa por ser entretenida y poco más y bueno, además cuenta con la presencia de actores bastante populares, véase la pareja protagonista que posteriormente se convertirían en reputados actores del star system hollywoodiense, John Cusack y Demi Moore, en sus años más mozalbetes, a la par de otro buen puñado de rostros comunes en películas del mismo estilo (el más destacable el que ya he mencionado antes, Bobcat Goldthwait, emulando a su personaje más popular con su característico histrionismo). Recomendable únicamente para adoradores de los ochenta y comedietas adolescentes, bastante acertada para una calurosa tarde veraniega (que ya van quedando poquitas, así que aún hay tiempo de aprovechar alguna que otra). No está entre mis favoritas, desde luego, pero no descartaría disfrutarla nuevamente si la ocasión se presenta. 

¡Tiburón a la vista!

*MI MOMENTO FAVORITO: ese simpático homenaje paródico que le hacen a Godzilla.

Impone, ¿verdad?

Curvas peligrosas (1984) de Mark Griffiths

El surfero buenorrillo que se lleva a las tías de calle (Grant Cramer)

Aquí traigo un nuevo homenajillo particular a otra de esas fosilizadas joyitas comedias gamberras de los ochenta, muy, pero que muy veraniega. "Curvas peligrosas" es ni más ni menos que otra peliculilla, de dudosa calidad aparente, que explotó la exitosa fórmula de comedia erotiquilla tan exitosa durante la década a raíz de éxitos como "Porky's" y similares. En ella nos encontramos con tres panolis, con talento nulo para el tema del ligoteo que, por supuesto, no se comen una rosca. Su mayor problema es que encima, viven en una zona playera en California y se hartan de mirar como tiarronas súper buenorras en biquini, se pasean todo el día ante sus narices, para broncear sus cuerpecitos bajo el abrasador sol del verano (de ése que tanto se echa de menos por aquí por Asturias, y más en estas fechas). 

Chavales, si queréis ligar lo primero que tenéis que hacer es cambiar de look

¿Qué estará pensando este pillo?

Total que, desesperados, acaban pidiendo ayuda al típico guaperas cachita que hace que todos los pibones le bailes el agua, así que el muchacho, que es todo un buen samaritano, se ofrecerá con mucho gusto, a ayudarles en tan dificultosa tarea. Obviamente, la cosa no va a resultar tan sencilla y ello dará lugar a una serie de disparatadas situaciones a lo largo del metraje. Bueno, podría decir que la película tiene un buen guión, una excelente fotografía y unos actores más que decentes, pero claro está, mentiría como un bellaco. El film, como basurilla de serie B de la época, hace gala de todas las incongruencias técnicas afines a su categoría, cosa que no será deplorable para todo aquél que sepa disfrutar en su justa medida de lo que éstos pueden ofrecernos. El punto más sobresaliente, que cuenta más a su favor, es (pues ¿cuál va a ser?), su estética ochentera y esa entrañable banda sonora repleta de temas musicales que harán las delicias de los más nostálgicos de la década. 

¡Menuda estampa amigos!

La cosa está bien calentita

Por lo demás, "Curvas peligrosas" es otra de esas cochambras condenadas a pudrirse en formato VHS, en obsoletas estanterías de caducos videoclubs (los cuales, tan buenos ratos nos hicieron pasar a muchos). Tengo entendido que en su idioma original ha sido editada en DVD, aunque lo que es en español, naranjas de la China, y sinceramente dudo mucho que en algún momento llegue a estarlo, así que acérrimos interesados en visionarla (como enfermiza necesidad de paliar esa sed ochentera), conformaros conque un buen samaritano llegue a colgar un ripeo directo del VHS en la red, para su descarga (¡vaya, ya lo he dicho!), o sino tratar de haceros con una copia del VHS para hacer vuestro propio traslado a DVD o "disfrutarla" en vuestro aparato de vídeo (si es que, afortunados los pocos, aún lo conserváis), ya que sé de buena tinta que alguna que otra copia en cinta se oferta en determinadas páginas de coleccionismo. Aunque la verdad, os digo que tampoco merece la pena tanto esfuerzo, lo que oferta no es digno ni mucho menos, de tirar cohetes, ni siquiera teniendo en cuenta su categoría como película. 

¡Hala, aquí solo falta la espuma!

Comidos vivos (1980) de Umberto Lenzi

Los protas de tour por la selva

El que fuese el creador del inefable subgénero de caníbales a la italiana (gracias a "El país del sexo salvaje"), Umberto Lenzi, decidió retomarlo nuevamente, en un momento en el que dicho subgénero estaba en pleno apogeo, y es que este "Comidos vivos" fue la respuesta directa al mayor éxito del mismo, la famosísima "Holocausto caníbal" (se estrenó tan sólo un mes después de que ésta se convirtiese en casi un fenómeno mundial), aunque claro está, no llegó a tener el boom que la cinta de Ruggero Deodato, por razones obvias. En mi opinión "Comidos vivos" es una de las peores muestras que desde Italia sobre esta temática, y es que me parece un film aburridísimo y en comparación con otras películas similares, bastante más floja (aunque eso sí, debo decir que este subgénero nunca ha sido santo de mi devoción). 

Jonas (Ivan Rassimov) un líder sectario a lo Jim Jones

Un rito de iniciación al estilo "Goldfinger"

Lo que nos cuenta su historia, es como una mujer (Janet Agren, vista el mismo año en "Miedo en la ciudad de los muertos vivientes" de Lucio Fulci), llega hasta Nueva Guinea, siguiéndole la pista a su hermana desaparecida desde hace tiempo. Allí contrata a un mercenario (Robert Kerman, el mismo prota de "Holocausto caníbal"), para que la ayude a adentrarse en plena selva, para llegar hasta un campamento en el que habita un secta, liderada por un fanático sorbe-sesos (Ivan Rassimov), donde se encuentra su hermana. Para llegar hasta allí deben esquivar una peligrosa tribu de caníbales que ronda los alrededores del lugar, que se dedican a zamparse a todo aquél que cae en sus manos, como bien indica el título, mientras están vivitos y coleando (¡qué sádicos!). Lo único que me parece interesante del propio film es esa mezcla que confluyen acerca del tema de las sectas y los caníbales. 

Comienza el festín caníbal

El auténtico Jim Jones (1931 - 1978)

De hecho, la figura del líder sectario estaba claramente inspirado en la de Jim Jones, protagonista de un espantoso acontecimiento atroz que hacía no mucho (a finales de los setenta) había conmocionado al mundo entero. Jim Jones era el líder de una secta situada en Guyana (al norte de Sudamérica) y indujo a sus seguidores a realizar un suicidio colectivo, envenenándose con cianuro y asesinando a todo aquél que no quisiese quitarse la vida de manera voluntaria; el resultado fue horrible, más de 900 muertos (niños incluidos). Fue una época por lo tanto, en la que el tema de la peligrosidad de las sectas se puso de manifiesto y aquí tenemos pues un claro ejemplo cinematográfico haciendo uso del tema. Volviendo al film, como ya he dicho a mí me pareció muy carente de ritmo y muy poco impresionable si se compara con otros ejemplos de la misma temática. 

Una devastadora imagen de la masacre de Guyana

Intestinos, sin pasar por la parrilla ni nada

Decir que encima, el señor Lenzi no tuvo reparo en reciclar metraje ya filmado de otras pelis de caníbales (véase la suya propia "El país del sexo salvaje", "Mundo caníbal" o "La montaña del dios caníbal"), para rellenar este "Comidos vivos" (¡eso es tener cara!), aunque si algo bueno se puede destacar de este acto es que al menos, no mataron ni torturaron a ningún pobre animal para la filmación de este petardo, porque "afortunadamente" (y lo digo entre comillas, por tratarse de un mal menor), las escenas que se presencian de estas atrocidades, como ya he dicho, son reutilizadas de material ya filmado para otras pelis sobre el tema. En sí, sólo destaca una escena en la que los caníbales rajan en canal a una desafortunada mujer y le zampan los intestinos, por supuesto, se trata de una escena no verídica (menos mal), realizada mediante excelentes técnicas de maquillaje, muy gores. El resto, pura metralla. Lo dicho, considero a "Comidos vivos" uno de los peores films sobre caníbales que se han filmado, por ser cutre, aburrido y en resumidas cuentas, muy mierdero, aunque bueno quizás a un devoto admirador de este subgénero, le pueda llegar a agradar. 

¡Qué agresividad!

Jóvenes y brujas (1996) de Andrew Fleming

Las jóvenes y brujas del título

El género de terror vivió una absoluta resurrección en 1996, gracias al descomunal éxito de "Scream", film que posicionó las pelis de miedo para adolescentes en los primeros puestos de la taquilla. Unos meses antes de que el asesino Ghostface, se ganase la simpatía del público a golpe de cuchillo, se estrenó esta peliculilla que sin lugar a dudas supuso todo un antecedente (en cuanto al estilo) del famoso film de Wes Craven (incluso podemos ver en ella a Neve Campbell y a Skeet Ulrich, protagonista y co-protagonista de la misma, aquí en papeles bastante secundarios). "Jóvenes y brujas" no fue un gran éxito, pero con el tiempo parece haber adquirido cierto estatus de culto (estoy convencido que la posterior fama de "Scream" benefició el hecho de que muchos se fijaran en ella en los estantes del videoclub). 

Tonteando un poquito con la magia

Bonnie (Neve Campbell), la más retraída del grupo

Lo que tenemos aquí es la historia de cuatro chavalucas, inadaptadas sociales y rarunas (una de ellas una especie de gótica punk un tanto chunga), que comienzan a tontear con la magia negra. Juntas forman una especie de círculo, necesario para invocar a un Dios todopoderoso que les concederá la posibilidad de hacer uso de poderes mágicos; vamos, que se hacen brujas. Las muchachas irán dando rienda suelta al don que les ha sido concedido, bien para vengarse de aquéllos que las habían puteado, para hacer hechizos de amor, e incluso, la más perversa de ellas, para eliminar a quien le lleve la contraria o le tenga cierta tirria. Bueno, un argumento muy trillado, muy simplón y muy común en este tipo de films, que no obstante cumple de manera bastante acertada su cometido de entretener, sin más pretensiones. El problema que le veo a "Jóvenes y brujas", es que tiene un inicio muy prometedor, todo el primer tercio en el que las chicas toman contacto y empiezan a descubrir sus poderes, hace apuntar que el grueso del film será muy interesante y potente, cosa que no ocurre. 

En medio de un aquelarre

Nancy (Fairuza Balk), la más perversa del grupo

El film se desinfla como un globo poco a poco y se va volviendo muy rutinario y excesivamente light. El resultado es una peliculilla de pseudo-terror que no asustaría ni a un crío pequeño, porque la cosa acaba convirtiéndose en algo muy descafeinado; un perfecto ejemplo de lo que viene a representar el refrán: "mucho ruído y pocas nueces". Con algo más de mala leche, "Jóvenes y brujas" habría sido mucho mejor, incluso podría haberse instaurado con el paso de los años como un pequeño clásico. Decir que, sin embargo, desde el punto de vista visual, la película es sumamente correcta y que posee un par de escenas, cuya composición siniestra, las hace enormemente atractivas (véase el momento en el que la protagonista observa como su casa se llena de bichos, denominémoslos como un tanto repugnantes, a consecuencia de un hechizo que afecta a su mente). En el apartado actoral, destaca, sin lugar a dudas Fairuza Balk (la Doroty de "Oz, un mundo fantástico", más crecidita), que la verdad se roba la película; su histriónica y diabólica sonrisa hablan por sí solas. 

¡Qué peligrosos son los hechizos de amor!

Lirio (la española Assumpta Serna)

Como ya he señalado antes, está por ahí mi adorada Neve Campbell (conocida por los aficionados al género graicas a su personaje de Sidney Prescott, la eterna heroína de "Scream"), pero su presencia no destaca lo más mínimo en este film (menos mal que posteriormente le dieron la oportunidad de demostrar lo bien que se manejaba en el género, con un papel a su medida); curioso también ver a Skeet Ulrich (que como bien sabréis, fans del horror, en "Scream" hacía del novio de Sidney), estoy convencido que a ambos esta "Jóvenes y brujas" les sirvió como carta de presentación para el casting del fim de Craven. Mencionar también como curiosidad que tiene una participación la actriz española, Assumpta Serna, en un papel que la verdad, pues en mi opinión, no le pega en absoluto. Sin más ni más, es una peliculilla que se puede ver para pasar un rato distraído, pero poco más, como película de terror es muy light y bastante flojilla, y lamentablemente va de más a menos a un ritmo bastante precipitado, siendo salvable por la presencia de un par de escenas bastante conseguidas desde el punto de vista visual y una Fairuza Balk excepcional. No obstante, puede ser recomendable para todo aquel devoto fan de las pelis de terror para adolescentes noventeras. 

''Ligera como una pluma, rígida como una tabla''

*MI MOMENTO FAVORITO: las escenas más destacables del film, como ya he dicho anteriormente, son ésas en las que verdaderamente parece que estamos ante una película de terror, cuando mediante un hechizo, inundan la casa de la prota, Sarah (Robin Tunney) de repugnantes bichos (en especial serpientes). 

A ver quien es el guapo que mete un pie ahí

Los albóndigas atacan de nuevo (1984) de Ken Wiederhorn

De vuelta al campamento

¡Qué gratísimos, gratísimos, recuerdos me trae esta película! Aquí estamos ante una explotación en toda regla y descaradísima de la famosa "Los incorregibles albóndigas" y digo explotación porque, a pesar de figurar como una secuela de la misma, de secuela tiene poco o más bien nada, ya que no repiten ningún miembro del equipo de la anterior, ni la historia guarda ninguna relación con el film original, a excepción de que ambas (por supuesto) se desarrollan en un campamento de verano. Si adoro esta película (aparte de que se convirtió en una de esas joyitas que de pequeño adoraba, recuerdo con nostalgia haberla visto algún Sábado por la tarde emitida en "Sesión de tarde" en TVE-1), es porque es del todo anárquica, es disparatada y ultraloca, lo ideal para pasar hora y media de distracción y diversión. 

El primo amorfo de E.T.

Kim Richards (dcha.), la mojigata del grupito

Dirige el señor Ken Wiederhorn, ya experto en productos de clase B de consumo facilón (véase "Desmadre en la universidad", la muy notable "Los ojos de un extraño" o "La divertida noche de los zombies"), y el resultado final es más que una simple y mera "summercamp" más, "Los albóndigas atacan de nuevo" acaba suponiendo un cruce de comedia teen adolescente picante (eso sí light, destinada para todos los públicos), el cine llamémoslo de "competiciones deportivas" (al estilo "Rocky") e incluso la ciencia ficción, haciendo una copia barata y tan disparatada (y cutre) como graciosa del "E.T." de Steven Spielberg. Y es que este campamento tendrá un visitante muy especial, un amigable ser de otro planeta (judío además), que no es ni más ni menos que una réplica cutre del famosísimo extraterrestre que a tantos nos hizo derramar lágrimas como posesos, eso sí, con chubasquero incorporado. 

El Pichi-corta (John Mengatti) flipando con los poderes del extraterrestre

Un amanerado John Larroquette

Todo este conjunto perfectamente podría ser tachado por muchos como un morzullo patético, y a ver no les faltaría razón, porque si juzgásemos el film por su calidad técnica, apaga y vámonos, habría material de sobra para despotricar en su contra. No obstante, al menos en mi caso, yo he sabido verle el lado positivo, al fin y al cabo la película resulta un excelente vehículo de distracción y entretenimiento. Como ya he mencionado, su intencionado tono anárquico y paródico le hace ganar muchos puntos, al menos los suficientes como para que, todo aquél que no desee comerse mucho el coco, se divierta durante todo su metraje. Mencionar además, la aparición de algunos rostros conocidos como John Larroquette, Paul Reubens (también conocido como Pee Wee Herman, protagonista del largometraje de Tim Burton, ese mojoncillo llamado "La gran aventura de Pee Wee") o Kim Richards (tía de la repija Paris Hilton). 

¡Menuda pandilla de pillos!

En resumidas cuentas, "Los albóndigas atacan de nuevo" a mí me mola un montón, su tono estrafalario y alocado y ese toque característico de los ochenta hacen que sea bastante entrañable y nostálgica, la prefiero incluso más que su "antecesora". 

El bestiajo revienta-nerds de "La revancha de los novatos" (Donald Gibb)

*MI MOMENTO FAVORITO: ese combate de boxeo final, amañado gracias a la mano del simpático extraterrestre judío. 

Boxeando por los aires

Loco campamento (ligar o morir) (1984) de Miklós Lente

Llegan los chavales al campamento

Durante los ochenta hubo toda una oleada de comedias adolescentes demonimadas "summercamps", desarrolladas (como su propio nombre indica) en campamentos de verano; una moda impuesta sobre todo, al éxito de "Los incorregibles albóndigas". Como bien es sabido, cuando una fórmula da buenos resultados en el cine, la vena explotativa no se hace esperar y ello da lugar a que surjan cutreces como la que hoy nos ocupa. ''Oddballs" (en España se editó en vídeo como "Loco campamento", como era habitual nada que ver con el título original) es ni más ni menos que la enésima repetición del mismo esquema de "Los incorregibles albóndigas" y similares, pero con unos resultados (sobre todo técnicos) lamentables. La película es una basurilla de serie Z, en la que todos sus componentes rozan el ridículo, véase una dirección, actores, puesta en escena, etc., vergonzosos en la más amplia denominación de la palabra. 

Los chavales espiando a las hembras (no son listos ni nada)

A este pollo le gustan más mayorcitas

En ella se encuentra lo de siempre; chavalucos con las hormonas revueltas, muchachitas ligeras de ropa, algún que otro chiste guarrete y erotismo muy mundano y muy light (nada de despelotes); todo esto pues, desarrollado en el típico entorno rodeado de canoas, barracones y demás elementos que componen un campamento de verano. La película, con el tiempo, acabó convirtiéndose (en lo que había sido destinada desde su creación), en objeto de acumulación de polvo en obsoletas estanterías de los videoclubs, de hecho (y no es de extrañar, además nadie la echará en falta) no ha sido editada en DVD, ni en ningún formato doméstico más allá del Beta o del VHS. Como tal, cualquier devoto admirador de los ochenta o de cualquier tipo de basurilla casposa (sobre todo si es de la propia década), podría llegar a considerarla una pieza de coleccionista, al fin y al cabo su obsolencencia le ha podido dar la catalogación de rareza, pero sinceramente considero que no es ninguna lástima que este mojón no se encuentre disponible (ni tan siquiera vía online) a disposición del 99,9% de los espectadores comunes, no tiene ningún mérito que haga que merezca la pena recordarla, la verdad es que me parece de lo peorcito que ha dado de sí el subgénero de las "summercamps". 

La enfermera del campamento es bien discretita

Destacar (por su nivel extremo de ridículo) una demencial escena en la que un monitor de aerobic (que es una auténtica locaza), se muere de la excitación mientras le está dando clases al grupo de muchachitos, al verlos mover sus cuerpecitos. ¡Sin comentarios!

La reinona del monitor de aerobic

Faldas revoltosas (1980) de Ronald F. Maxwell

La barriobajera, Angel (Kristy McNichol)

Aquí traigo una de esas joyitas obsoletas ochenteras, de las cuales el tiempo ha condenado a la casi plena extinción, de manera bastante injusta. "Faldas revoltosas" es una de esas denominadas summer camps movies, una comedieta veraniega acerca de las peripecias de un grupito de jóvenes de campamento, muy al estilo de la que impuso la moda en cierto sentido, "Los incorregibles albóngidas". Mencionar que cuando vio la luz, se vio envuelta en cierta polémica, pues varios sectores muy conservadores, la tacharon de poseer una alarmante falta de moral, podríamos decir que hasta pecaminosa. Una solemne gilipollez, pero bueno (a día de hoy cosas más absurdas se ven). El revuelo vino levantado por lo siguiente, veréis, ¿cuántas películas contienen en su argumento un grupete de chavalucos más salidos que el pico de una plancha, que aspiran meter en caliente su cosita, a cualquier precio? Muchas, eso sí, el estereotipo marca que los personajes descerebrados hambrientos de sexo, sean mayoritariamente masculinos, entonces la cosa no tiene mera importancia. 

La pija, Ferris (Tatum O'Neal)

La relación entre ambas será chunga desde el principio

Ahora bien, ¿qué pasa si las salidas son chicas?, entonces el tema ya adquiere otro color, y fue lo que pasó con "Faldas revoltosas", que es una película protagonizada en general por chicas, y que muestran sus personajes como adolescentes desinhibidas, que hablan de sexo, que se permiten bromear con el culo de Andy Gibb (sí, uno de los Bee Gees), o con lo bueno que estaba John Travolta (recordemos la época en la que se filmó), en resumidas cuentas que son bastante calentonas. ¿Dónde está el problema? Supongo que habréis oído muchas veces ese comentario, repleto de machismo, que dice que si un tío se lía con veinte tías es un triunfador y que si una tía, en cambio, se lía con veinte tío, es una puta, pues aquí se aplicó lo mismo en lo referido a la reacción del público, que no aceptó el hecho de que se diese una imagen así de la adolescencia femenina, se ve que era inmoral que una chica adolescente dijese que le gustaba el sexo. ¡Oh, por favor! Pues bien, "Faldas revoltosas", como ya he dicho fue criticada en su estreno, muchas madres decían que era mal ejemplo para sus hijitas cándidas y para colmo fue hasta clasificada "R" (lo que venía a indicarla como dirigida a un público adulto, vamos, lo que en nuestro país equivaldría al "mayores de 18 años"). 

A Ferris le pone su profesor de natación (Armand Assante)
¡Ya hay que tener estómago, reina!

Lanzamiento de comida, escena que no puede faltar
en toda película con campamento que se precie

Este tipo de anécdotas me resulta divertido comentarlas para reflejar los extremos tan ridículos a los que la peña puede llegar. Bueno, pero tranquilos que, a pesar de tanta tontería, "Faldas revoltosas" no es una película para nada verde, ni calenturienta ni nada de eso. El film va sobre dos chicas, que coinciden en un campamento de verano, y cuyas personalidades tan abismalmente diferentes, las harán chocar desde el principio. Una de ellas es Ferris (interpretada por la oscarizada Tatum O'Neal), una pijita de clase alta y de refinados modales; la otra es Angel (Kristy McNichol), una chavaluca ruda, arisca y rebelde, de barrio bajo. La enemistad entre ambas acabará desembocando en la creación de una apuesta; ambas pactan que ese año perderán la virginidad, la que primero lo haga de ambos se llevará 100 dólares. La batalla ha comenzado, pero el hecho no será tan simple ni fácil como parece. Bueno, como es natural, "Faldas revoltosas" no es ninguna maravilla, pero no deja de ser una comedia simpaticona muy típica de la época, todo aquél que disfrute con este tipo de pelis "summer camps" pues será de su agrado, casi con seguridad. No faltan los clichés de la época y del género (incluida la obligada escena de pelea multitudinaria de lanzamiento de comida entre las protagonistas), por lo tanto, todo lo que vaya teniendo lugar será bastante previsible, pero es algo que cae de cajón, estos films no fueron hechos para innovar sino para entretener y distraer, punto pelota. 

Randy (un jovencísimo Matt Dillon)

Sunshine (Cynthia Nixon bastantes años antes de ser
Miranda en "Sexo en Nueva York")

Lo que sí marca la diferencia es, como ya señalé, la peculiaridad de que las chicas sean los personajes más desinhibidos desde el punto de vista sexual, resultando además chocante la pasividad con el que las jóvenes tratan este tema tan controvertido para muchos (señalar que además, la mayor parte de las muchachas rondarán los 15 y los 18 años), lo que demuestra que al menos, fue concebida como una historia un tanto liberal y ausente de tapujos. Decir que todo el tema del posible erotismo del film va implícito (la mayor parte se trata por boca de los personajes, además lo tratan de un modo muy ingenuo, nada alarmante, vamos), ya que no se ven desnudos ni ningún tipo de escena picante gráfica; es más a día de hoy creo que podría perfectamente ser calificada para todos los públicos, porque dudo que su contenido pudiera llegar a escandalizar ni al más puritano. Comentar como curiosidad que cuenta con las primerizas apariciones de una muy jovencita Cynthia Nixon (famosa por su papel de Miranda en la serie "Sexo en Nueva York") y de un preadolescente Matt Dillon, en una de sus primeras incursiones en el cine. La pena es que "Faldas revoltosas" es una película que está prácticamente ilocalizable. No se ha editado en DVD y es más, no he conseguido encontrar ni tan siquiera un link de descarga en castellano por ninguna parte. Yo conservo una copia Beta (¡una joya de coleccionista!), y por lo que veo éste y el VHS, ha sido el último formato de edición que esta película ha conocido como modo de distribución, ¡una lástima!, creo que por lo nostálgica que puede resultar para todo empedernido enamoradizo de los ochenta, se merece un pequeño apogeo comercial más multitudinario. 

Angel a punto de perder la virginidad con Randy

*MI MOMENTO FAVORITO: cuando las muchachas llevan a cabo el robo de una máquina de preservativos, a ritmo de "One Way or Another" de Blondie. 

Esas gomas no son precisamente de borrar