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De vuelta al campamento |
¡Qué gratísimos, gratísimos, recuerdos me trae esta película! Aquí estamos ante una explotación en toda regla y descaradísima de la famosa
"Los incorregibles albóndigas" y digo explotación porque, a pesar de figurar como una secuela de la misma, de secuela tiene poco o más bien nada, ya que no repiten ningún miembro del equipo de la anterior, ni la historia guarda ninguna relación con el film original, a excepción de que ambas (por supuesto) se desarrollan en un campamento de verano. Si adoro esta película (aparte de que se convirtió en una de esas joyitas que de pequeño adoraba, recuerdo con nostalgia haberla visto algún Sábado por la tarde emitida en
"Sesión de tarde" en TVE-1), es porque es del todo anárquica, es disparatada y ultraloca, lo ideal para pasar hora y media de distracción y diversión.
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El primo amorfo de E.T. |
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Kim Richards (dcha.), la mojigata del grupito |
Dirige el señor Ken Wiederhorn, ya experto en productos de clase B de consumo facilón (véase
"Desmadre en la universidad", la muy notable
"Los ojos de un extraño" o
"La divertida noche de los zombies"), y el resultado final es más que una simple y mera
"summercamp" más,
"Los albóndigas atacan de nuevo" acaba suponiendo un cruce de comedia teen adolescente picante (eso sí
light, destinada para todos los públicos), el cine llamémoslo de "competiciones deportivas" (al estilo
"Rocky") e incluso la ciencia ficción, haciendo una copia barata y tan disparatada (y cutre) como graciosa del
"E.T." de Steven Spielberg. Y es que este campamento tendrá un visitante muy especial, un amigable ser de otro planeta (judío además), que no es ni más ni menos que una réplica cutre del famosísimo extraterrestre que a tantos nos hizo derramar lágrimas como posesos, eso sí, con chubasquero incorporado.
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El Pichi-corta (John Mengatti) flipando con los poderes del extraterrestre |
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Un amanerado John Larroquette |
Todo este conjunto perfectamente podría ser tachado por muchos como un morzullo patético, y a ver no les faltaría razón, porque si juzgásemos el film por su calidad técnica, apaga y vámonos, habría material de sobra para despotricar en su contra. No obstante, al menos en mi caso, yo he sabido verle el lado positivo, al fin y al cabo la película resulta un excelente vehículo de distracción y entretenimiento. Como ya he mencionado, su intencionado tono anárquico y paródico le hace ganar muchos puntos, al menos los suficientes como para que, todo aquél que no desee comerse mucho el coco, se divierta durante todo su metraje. Mencionar además, la aparición de algunos rostros conocidos como John Larroquette, Paul Reubens (también conocido como Pee Wee Herman, protagonista del largometraje de Tim Burton, ese mojoncillo llamado "La gran aventura de Pee Wee") o Kim Richards (tía de la repija Paris Hilton).
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¡Menuda pandilla de pillos! |
En resumidas cuentas, "Los albóndigas atacan de nuevo" a mí me mola un montón, su tono estrafalario y alocado y ese toque característico de los ochenta hacen que sea bastante entrañable y nostálgica, la prefiero incluso más que su "antecesora".
*MI MOMENTO FAVORITO: ese combate de boxeo final, amañado gracias a la mano del simpático extraterrestre judío.
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Boxeando por los aires |
Me gusta tu blog. A mi también me encanta el cine por lo tanto procuro leer siempre buenas entradas sobre el séptimo arte.
ResponderEliminarPasaré más a leerte.
Un saludo :)
muchísimas gracias por el comentario y por pasarte, yo también te seguiré en el tuyo, un saludo...
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