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viernes, 26 de septiembre de 2014

Admiradora secreta (1985) de David Greenwalt



Michael (C. Thomas Howell) rallado por la
carta de una admiradora secreta
He de decir que el subgénero de comedia romántica, nunca ha sido santo de mi devoción precisamente, no obstante aquí está presente una clara excepción, "Admiradora secreta" no sólo me gusta, sino que me encanta. Es una película a la que le guardo un gran cariño, una pequeña joyita de la época más maravillosa para el cine adolescente, los ochenta. "Admiradora secreta" es un film divertido, ameno muy entretenido y sobre todo muy entrañable. El desencadenante de una serie de alocados e incómodos malentendidos será una simple carta de amor, increíble como este objeto tan inofensivo puede dar de sí una auténtica sucesión de catastróficas desdichas. La autora de esa carta es Toni (Lori Loughlin, famosa en los ochenta gracias a la serie "Padres forzosos"), una adolescente que está enamorada en secreto de su amigo Michael (C. Thomas Howell, el prota de "Rebeldes") y como no se atreve a decírselo en persona, le transmite sus sentimientos por escrito y de forma anónima. 

Michael con Toni (Lori Loughlin), su mejor amiga y confidente

El cabroncete del hermano pequeño de
Michael, Jeff (el malogrado Corey Haim)
Lo que pasa es que Michael, quiere mucho a Toni, pero como una amiga, porque sus sentimientos amorosos están centrados en la tercera en discordia, la pijilla buenorrilla del insti, Debbie (Kelly Preston), la cual no le hace especialmente mucho caso. Sin embargo, sus vidas darán un giro rotundo a raíz de la aparición de dicha carta y no precisamente para bien, porque para colmo de males, la cartita en cuestión será el motivo de un sin fin de malentendidos delirantes. Resulta que el escrito cae respectivamente en manos de los padres de Michael, Connie (la encantadora "mamá de los ochenta", Dee Wallace) y George (Cliff De Young), y también de los de la propia Debbie, Elizabeth (Leight Taylor-Young) y Lou (Fred Ward), y las discordias resultantes entre el cuarteto no podrán ser más divertidas, ya que ambos se creerán que sus parejas están respectivamente siéndoles infieles con la pareja del otro, en fin, un lío, mejor ver la peli que no tiene desperdicio y las risas están aseguradas. 

Debbie (Kelly Preston), el amor platónico de Michael

Connie (la encantadora Dee Wallace), la madre de Michael
Mientras tanto poco a poco, Michael irá descubriendo a la chica de sus sueños y con ello, no digo necesariamente que sea la que él inicialmente se esperaba. La consecuencia de todo esto es una de las comedias adolescentes, para mí, más nostálgicas y entrañables de los ochenta; entretenimiento, diversión, cierto toque crítico (con moraleja incluida), humor gamberrete y sus dosis de románticismo (¡importante!, no excesivamente pasteloso ni repugnante) se dan la mano para lograr una pequeña joya muy digna de ser destacada entre la magna producción de films del estilo que se realizaron durante la década,  yo siempre guardaré un recuerdo muy especial de ella. Es la prueba viviente que un film destinado para el público adolescente, no necesariamente implica que sea estúpido, rancio, banal y sin personalidad, como el que se hace hoy en día, habitualmente.

¿Será Debbie la chica de los sueños de Michael?

*MI MOMENTO FAVORITO: la divertidísima e hilarante trifurca ocurrida entre los respectivos padres de Michael, Connie (Dee Wallace) y George (Cliff De Young), y los de Debbie, Elizabeth (Leight Taylor-Young) y Lou (Fred Ward), a consecuencia de la dichosa cartita de amor. 

Aquí van a llover hostias para todos

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