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domingo, 28 de septiembre de 2014

Kids (1995) de Larry Clark



Aquí unos chicos sanos, ¡sí señor!
Bueno, aquí tenemos una bizarra pieza del inefable y provocador Larry Clark, "Kids" es un film que, desde mi punto de vista de manera totalmente inmerecida, ha cosechado cierta admiración y catalogación de culto. A mí francamente no me vale esa subnormalidad que muchos han expuesto para defenderla como obra audiovisual de suma valía, el hecho de que se trate de forma gráfica, directa y un tanto "realista" el comportamiento marginal de un grupo de chavales consumidores de drogas y con una conducta totalmente irresponsable en los temas relacionados con el sexo (lo cual les llevará a algunos, a ser portadores del SIDA). Personalmente me parece una película francamente mala. Este pseudofilm, porque no considero que llegue ni a merecerse la catalogación de obra cinematográfica, no es más que un mísero pedazo de basura, hablando mal y claro. 

Éstos no le hacen mucho caso a eso de: "póntelo, pónselo"

A esta pobre (Chlöe Sevigny) le tocó la jodida lotería del SIDA
Su visionado supone hora y media tirada directamente a la basura. Una aberración sin argumento, sin lógica, sin nada de nada. ¿Que tiene crítica? Puede tener cierto atisbo de ello, pero como el argumento es tan malo, tanto que dudo que haya habido ni siquiera un libreto que simulase ser algo parecido a un guión (bueno, el hecho de que venga firmado por el rey de la ultra caspa mierdera, Harmony Korine, ya nos dice mucho de su calidad), el trasfondo que se le hubiese querido dar se disuelve como la espuma. Niñatos actuando de forma insana todo el metraje, con un vocabulario que sonrojaría hasta al mismo Almodóvar, la película se podría definir como una serie de sketches sin sentido del ritmo puestos con la intención de superar el siguiente al anterior en mal gusto y despropósito. No merece la pena extenderse más en comentar esta porquería, porque es lo que es una mísera porquería. No la recomiendo ni a mi peor enemigo ni a los presos de Guantánamo como tortura.

¡Venga anda, a ver quien coge el mayor colocón!

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