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Infantes víctimas de la guerra |
El mismo año que Amenábar estrenó su
pretenciosa y repetitiva
''Los otros'' apareció otro film español
sobre fantasmas, en mi opinión, muchísimo mejor, más sombrío,
mejor desempeñado y más tenso que desgraciadamente, pasó un tanto
más desapercibido que el anteriormente mencionado. Guillermo del
Toro, ese director mexicano, a día de hoy muy reputado, venía de
hacer ya sus pinitos en Hollywood, con su éxito más o menos
discretito (
''Mimic'' había sido una estupenda joya, pero tampoco es
que hubiese supuesto un taquillazo a gran escala), y se trasladó a
nuestro país para elaborar una genuina historia mezcla de realismo y
costumbrismo y tenebrismo y fantasía. El resultado, desde mi punto
de vista, es una de las mejores películas de terror españolas que
se han hecho a lo largo de la historia. Lo que me parece súper
atractivo de esta peli, es esa mezcla que del Toro realiza (volvería
a desempeñarlo en la posterior
''El laberinto del fauno'') del mundo
digamos realista y del sobrenatural.
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Eduardo Noriega encarna a un villano de tomo y lomo |
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Visita fantasmal |
La acción se sitúa durante los
duros años de la posguerra española, a finales de los treinta, en
un orfanato que sirve de cobijo de un grupo de niños desamparados
por los horrores de la guerra. La recreación escénica, la dirección
artística, el ambiente opresivo resulta increíblemente efectivo
para situarnos como ya dije, en un escenario que resulta de lo más
veraz y que nos ayuda a meternos en una España negra, pobre y
fatalista. Por otro lado, tenemos el componente fantástico, en el
orfanato habita el espíritu de un niño asesinado entre esos muros
que clama una venganza y que se sirve del pequeñajo protagonista,
para llevarla a cabo. Lo que me mola mucho de
''El espinazo del
diablo'' es que, a pesar de tirar de los clichés habituales del
género (en concreto posee muchas referencias a
''Al final de la escalera''), toma otros derroteros y nos muestra a un villano de
carne y hueso que es el que cortará el bacalao, reservándose el
golpe de efecto sobrenatural a determinados tramos del film. Eduardo
Noriega encarna de manera sobresaliente a este villano, frío,
calculador y cabrón como él solo, un tipo sádico y sin escrúpulos
capaz de todo para su conveniencia, incluso de arrebatar la vida a un
cándido infante.
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¿Quién puede matar a un niño? |
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Federico Luppi, actor fetiche de Guillermo del Toro |
Por otro lado están, los adultos buenos, Marisa
Paredes y, el actor fetiche de del Toro, Federico Luppi, que también
están estupendos desempeñando cada uno su correspondiente función
en el libreto. Aunque los que se roban la película, son el reparto
de chavalucos, los nenes son unos actorazos del copón y en el tramo
final lo demuestran con creces, en una sanguinolenta batalla contra
el malo que me pareció una más que loable manera de coronar un film
de terror como Dios manda. ''El espinazo del diablo'' es genuina,
visualmente es arrolladora, posee el suficiente mal rollo como para
resultar inquietante y además cuenta con un buen puñado de escenas
dignas de ser reconocidas como dignas de un buen maestro del género.
Entre Guillermo del Toro y Amenábar, no me cabe ninguna duda, gana
el primero por goleada, es lo que vendría a ser un campeonato entre
un primera fila y un aficionadillo que para colmo, se lleva
injustamente la corona de vencedor. En fin, para mí es una película
súper recomendable, realmente muy buena, claramente le sirvió a del
Toro para ajustar ciertas pinceladillas para la también magnífica
''El laberinto del fauno'' (aunque lógicamente éstas disten lo suyo
en cuanto a temática).
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Esto está que estalla |
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