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viernes, 16 de octubre de 2015

El espinazo del diablo (2001) de Guillermo del Toro



Infantes víctimas de la guerra
El mismo año que Amenábar estrenó su pretenciosa y repetitiva ''Los otros'' apareció otro film español sobre fantasmas, en mi opinión, muchísimo mejor, más sombrío, mejor desempeñado y más tenso que desgraciadamente, pasó un tanto más desapercibido que el anteriormente mencionado. Guillermo del Toro, ese director mexicano, a día de hoy muy reputado, venía de hacer ya sus pinitos en Hollywood, con su éxito más o menos discretito (''Mimic'' había sido una estupenda joya, pero tampoco es que hubiese supuesto un taquillazo a gran escala), y se trasladó a nuestro país para elaborar una genuina historia mezcla de realismo y costumbrismo y tenebrismo y fantasía. El resultado, desde mi punto de vista, es una de las mejores películas de terror españolas que se han hecho a lo largo de la historia. Lo que me parece súper atractivo de esta peli, es esa mezcla que del Toro realiza (volvería a desempeñarlo en la posterior ''El laberinto del fauno'') del mundo digamos realista y del sobrenatural. 

Eduardo Noriega encarna a un villano de tomo y lomo

Visita fantasmal
La acción se sitúa durante los duros años de la posguerra española, a finales de los treinta, en un orfanato que sirve de cobijo de un grupo de niños desamparados por los horrores de la guerra. La recreación escénica, la dirección artística, el ambiente opresivo resulta increíblemente efectivo para situarnos como ya dije, en un escenario que resulta de lo más veraz y que nos ayuda a meternos en una España negra, pobre y fatalista. Por otro lado, tenemos el componente fantástico, en el orfanato habita el espíritu de un niño asesinado entre esos muros que clama una venganza y que se sirve del pequeñajo protagonista, para llevarla a cabo. Lo que me mola mucho de ''El espinazo del diablo'' es que, a pesar de tirar de los clichés habituales del género (en concreto posee muchas referencias a ''Al final de la escalera''), toma otros derroteros y nos muestra a un villano de carne y hueso que es el que cortará el bacalao, reservándose el golpe de efecto sobrenatural a determinados tramos del film. Eduardo Noriega encarna de manera sobresaliente a este villano, frío, calculador y cabrón como él solo, un tipo sádico y sin escrúpulos capaz de todo para su conveniencia, incluso de arrebatar la vida a un cándido infante. 

¿Quién puede matar a un niño?

Federico Luppi, actor fetiche de Guillermo del Toro
Por otro lado están, los adultos buenos, Marisa Paredes y, el actor fetiche de del Toro, Federico Luppi, que también están estupendos desempeñando cada uno su correspondiente función en el libreto. Aunque los que se roban la película, son el reparto de chavalucos, los nenes son unos actorazos del copón y en el tramo final lo demuestran con creces, en una sanguinolenta batalla contra el malo que me pareció una más que loable manera de coronar un film de terror como Dios manda. ''El espinazo del diablo'' es genuina, visualmente es arrolladora, posee el suficiente mal rollo como para resultar inquietante y además cuenta con un buen puñado de escenas dignas de ser reconocidas como dignas de un buen maestro del género. Entre Guillermo del Toro y Amenábar, no me cabe ninguna duda, gana el primero por goleada, es lo que vendría a ser un campeonato entre un primera fila y un aficionadillo que para colmo, se lleva injustamente la corona de vencedor. En fin, para mí es una película súper recomendable, realmente muy buena, claramente le sirvió a del Toro para ajustar ciertas pinceladillas para la también magnífica ''El laberinto del fauno'' (aunque lógicamente éstas disten lo suyo en cuanto a temática).

Esto está que estalla

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