|
El Blade Runner, Deckard (Harrison Ford) |
En 1979, Ridley Scott había dirigido un grandísimo clásico de la ciencia ficción,
"Alien, el octavo pasajero", en 1982 definitivamente quedó afincado como uno de los grandes de este género tras encargarse de la realización de este otro magnánimo estandarte,
"Blade Runner", una oda futurista
cyberpunk apoteósica, que se ha convertido en una gran joya de culto. Basada en la novela
"¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" de Philip K. Dick, la trama se sitúa en la ciudad de Los Ángeles en el 2019, una urbe psicotrónica, repleta de abundantes neones, una estética muy rollo oriental e inmensos plasmas publicitarios (curiosa forma crítica de mostrar a la sociedad), en la que una brigada de policías denominados los
"Blade Runner", desempeñan una especie de caza encarnizada contra unos seres denominados
Replicantes. Los
Replicantes son androides de aspecto humano, construidos por el hombre para desempeñar trabajos forzados. En una revuelta, estos robots tomaron conciencia propia y se rebelaron contra sus opresores, a raíz de esto se les considera una amenaza y se les ha condenado al destierro o a la destrucción. Uno de estos
"Blade Runners", es Deckard (Harrison Ford), el cual desempeñando dicha misión de eliminación de estos seres, acabará prendado de uno de ellos (mejor dicho una), la atractiva Rachael (Sean Young). El planteamiento que se cuestionará será, ¿son realmente los
Replicantes una amenaza para la humanidad?, ¿son seres con sentimientos o simple material sintético?, ¿es el hombre más peligroso que ellos?
|
Los Ángeles en 2019 (adoro esa perspectiva retro del futuro) |
|
A la búsqueda de Replicantes |
Mucho se ha dicho sobre "Blade Runner" para alabarla. Al haberse instaurado como un film de culto, pues ha surgido a su alrededor, lo típico, los intelectuales de turno que señalan aspectos de ella hiperfilosóficos para desmarcarse del resto de mortales normales y dejar claro que su mente acapara más información implícita presente en el argumento, como rango de distinción. En mi humilde opinión, creo que "Blade Runner" es más simplista de lo que muchos no se atreven a reconocer. Una cosa que debe quedar clara a la hora de abordar el visionado de un film tan convertido en objeto de estudio, es que siempre habrá múltiples lecturas del mismo y por supuesto, todas son igual de válidas (por ello de que cada espectador es un mundo) y no considero lícito despreciar ninguna, pero la verdad es que he llegado a leer semejantes parrafadas rebuscadísimas acerca de la moralina presente en el argumento de "Blade Runner", que (quizás es que yo soy muy tonto y otros demasiado listos) no alcanzo a comprender de dónde puñetas la peña ha extraído tales conclusiones (no digamos que sea por eso de aparentar ser más culto de lo que se es, en determinados casos).
|
La guapa Replicante, Rachael (Sean Young) |
|
Roy Baty (Rutger Hauer), el ¿villano? de la peli |
Desde mi perspectiva personal debo decir varias cosas. La primera es que "Blade Runner" presenta una historia simple, vale que se hace mucha mella en destacar su contenido crítico y filosófico (que lo tiene), pero no nos engañemos en buscarle tres pies al gato, la línea argumental de la película es básica y lineal (esto no tiene porqué ser malo, no sé qué manía hay en destacar lo enrevesado y lo complejo como algo digno de estudio), todo aquél que se quiera hacer la picha un lío y divague buscándole un trasfondo a todo lo que sale en la peli, adelante, pero vamos que no hace falta tener un coeficiente intelectual superior a la media, para captar la trama del film. La segunda, hay que señalar que "Blade Runner" no vendría a ser digamos, el equivalente a hoy en día a un blockbuster destinado a un público genérico; ¿por qué?, porque no lo neguemos, por momentos es un film un tanto denso, tiene muy poca acción y su ritmo es en general, bastante lento; es de esos films ante los cuales, con la mano en el corazón, un amplio sector de público que lo visionase, seguramente se aburriese (vamos que tira por otros derroteros, más que por la mera función de entretener).
|
La película es visualmente fascinante |
|
Zhora (Joanna Cassidy), una sexy Replicante |
Eso sí, debo decir, y esto me lleva al tercer punto, que la película encuentra una grata compensación (aparte de en determinados momentos en los que la acción asoma con creces) en su componente visual. En mi caso, recuerdo veces que la he visto,
"Blade Runner" me ha tenido siempre fascinado por su estética, por su colorista fotografía, por su sorprendente diseño de producción, por esa urbe futurista increíblemente diseñada (se nota la influencia clara de otro clásico impepinable como es
"Metrópolis" de Fritz Lang), digamos que dichos componentes visuales contribuyen a convertir a
"Blade Runner" en un regalo para los ojos; de hecho a mí esa magistral ambientación ha llegado a envolverme de tal manera, que he conseguido olvidar que en determinadas ocasiones me había aburrido, como suele decirse, una miaja.
Ver "Blade Runner" hoy en día, sigue resultando una experiencia fascinante, sobrecogedora (que aprendan en serio, muchos realizadores actuales a atribuir espectacularidad a sus proyectos sin el abuso de tanta mierda digital, viéndose el asombroso trabajo de producción de esta película, elaborada mediante técnicas artesanales). En sí digamos que el acierto pleno de la película es la parte audiovisual (hay que destacar también por supuesto esa prodigiosa BANDA SONORA compuesta por Vangelis, una pieza musical que delata el toque futurista con esa estridente y nostálgica partitura sintetizada), porque si nos paramos por ejemplo a analizar las interpretaciones del reparto, la cosa no se muestra tan redonda. ¡Ojo!, no quiero decir que los actores hagan un mal trabajo, ¡para nada!, de hecho Harrison Ford se marca otro personaje épico (que ya cuenta con unos cuantos a lo largo de su carrera), pero sí que muestran todos unas performances muy inexpresivas, carentes de emociones (seguramente cumpliendo los requisitos establecidos), lo que no favorece que ninguno merezca una distinción especial con respecto a otro.
|
El test-Replicante |
Quizás sea meritorio el hecho de destacar la presencia de Daryl Hannah (por cierto, ¡cómo me molaba el look de su personaje!), gracias a la cual comenzó a ser conocida (poco después saltaría definitivamente a la fama como "1, 2, 3,... Splash"), a la sexy Sean Young, que viviría durante los ochenta su máximo esplendor profesional, o al holandés Rutger Hauer que ha consagrado, gracias a su personaje, esta frase (a la que múltiples intectuales cinéfilos han intentado extraer un montón de pamplinas): "He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir..."
|
Pris (una estrambótica Daryl Hannah) |
|
Va a ser que los Replicantes sienten emociones |
Quiero hablar ahora de un tema que se ha cuestionado mucho acerca de esta película, es lo referido a si el protagonista, Deckard (Harrison Ford), era o no era un Replicante; o sea un ser como tantos a los que se le había ordenado matar. En muchos libros, en muchos artículos, he visto sendas opiniones que recalcan que sí, que en el film se contempla tal posibilidad; incluso en entrevistas de los miembros del equipo se ha mencionado que la concepción inicial del argumento desencadenaba en el descubrimiento de dicho personaje como tal. Vale, yo debo decir que he visto dos versiones (creo que son las únicas que existen) diferentes de "Blade Runner" (de las cuales a continuación delataré sus diferencias), y en ninguna, se afirma tal cosa, o sea que yo no he visto que en ningún momento se aclare tal afirmación de que Deckard no es un humano, y por favor si es así, que alguien tenga el santo valor de señalarme en qué momento se señala tal opción, porque entonces es que eso significaría que tengo un ligero retraso mental o una abismal imposibilidad de concentración. Por lo tanto, yo no contemplo tal opción, se diga lo que se diga, en la película no se expone, para mí Deckard no es el Replicante que tanto se bombea que es y repito, si alguien pescó el momento que lo delata que lo exponga. Vale, una vez hablado de las dos versiones distintas de la peli defenderé con más precisión dicha opinión acerca de la dualidad existente en la naturaleza del protagonista.
|
Por aquí asoma un poquito de acción |
|
Escena onírica del unicornio (presente en el montaje del director) |
Desde pequeño tuve "Blade Runner" en una copia de VHS, por supuesto, dicha copia es la que más veces vi y es la que mantengo más fresca en la memoria. Dicha copia poseía la versión comercial expuesta en cine en 1982, en dicha versión las escenas que planteaban la duda de si Deckard era un Replicante o no, fueron eliminadas del montaje. Ridley Scott habló de incorporar una escena onírica, en la que Deckard soñaba con un unicornio, lo cual acabaría enlazando con otra escena final en la que éste se queda observando un unicornio de papel, que le hace plantearse si sus sueños son reales o no, o si estaban programados (de ahí que fuese un androide). Pero bueno dichas escenas no vieron la luz y por lo tanto, si uno ve la versión de 1982, no cabe ninguna duda, Deckard es un humano y punto. Ahora bien, en 2007, salió a la luz el "montaje del director", en el que Scott pudo incorporar las escenas del unicornio que mencioné antes, las cuales según él, plantearían la puñetera duda de que Deckard no fuese humano. Bueno, sinceramente, tras ver la película, debo decir con el corazón en la mano (muy en serio), que ¡menuda tontería!
|
La de dudas que plantea una simple figurita |
|
El futuro es decadente y oscuro, como la humanidad |
Llamarme gilipollas la pandilla de intelectuales cultos
in extremis, pero esto podría significar tanto si es un
Replicante como si es un transexual, vamos que me parece que la treta queda muy mal explicada, si es que el director quería plantear la duda existencial al respecto. El propio Harrison Ford ha dicho en entrevistas que nunca nadie le explicó dicha posibilidad y que él mismo, no la contempló al interpretar al personaje, siempre lo tuvo por un humano. En mi opinión, creo que es lícito que cada cual piense lo que quiera, para mí Deckard es un humano, ¡punto pelota!, insisto que me indiquen cien por cien donde se delata su condición de
Replicante, y que se dejen de mamonadas de mensajes ocultos en unicornios de papel. Dicho esto, debo señalar que no es la único diferencia entre ambas versiones. Y es que la de 1982 lleva incluido un
happy ending, inexistente en la versión del director editada en 2007. Esta diferencia se presenta en la concepción del personaje de la
Replicante Rachael (Sean Young). Los
Replicantes están programados para morir en cuatro años, por lo tanto en sí, aunque Deckard se queda con ella (porque se han enamorado), en cuatro años la androide moriría. No obstante, la versión del VHS incluía un epílogo en el que se explicaba que Rachael era una androide especial y que no tenía fecha de terminación, por lo tanto les quedaba un largo destino por vivir junticos los dos. El film finalizaba con bellísimos planos de montañas (utilizados de unos filmados por Stanley Kubrick para el inicio de
"El resplandor") y con la preciosa música de Vangelis de fondo.
|
Rigurosa captura VHS, así acababa la versión original en 1982 |
No obstante en el montaje de 2007 editado en DVD, el happy ending se va a la mierda, en esa versión se elimina dicho epílogo y se mantiene la tesitura de que Rachael morirá en cuatro años, ¡qué jodienda! ¡Lo que puede alterar el montaje una misma película! La verdad es que me llevé un gran chasco al ver ese final, y debo decir que si fue el pensado originalmente por Ridley Scott, yo me alegro que le impusieran una modificación. Supongo que para gustos colores, será quizás porque yo siempre concebí "Blade Runner" con el happy ending que la versión del director me parece una gran cagada. Afortunadamente, gracias a Internet, el final original no se perderá con el tiempo y bueno siempre nos quedará ripear el VHS, aquéllos que seguimos conservándolo para disfrutar "Blade Runner" como antaño. Sin más ni más, es un gran clásico, posiblemente no sea el mejor comentario que os podáis topar de dicho film (desde luego será el menos intelectual y culto), pero sí os aseguro que es el más emocional, sincero y nostálgico. Las obras de los ochenta, por siempre serán únicas, conservadas tal y como nacieron en los ochenta (sin retoques digitales y sin modificaciones de mierda).
|
La escena más mítica y recordada del film |
*MI MOMENTO FAVORITO: esa fantástica escena de pelea entre Deckard (Harrison Ford) y Pris (Daryl Hannah).
|
El pobre Deckard a punto de recibir una buena somanta de hostias |
No hay comentarios:
Publicar un comentario