Encadenada (1934) de Clarence Brown

La prota, Diane (Joan Crawford), pasándoselo pipa 

Melodrama romántico realizado por y para el lucimiento, casi exclusivo de una de las más grandes estrellas femeninas de la Metro Goldwyn Mayer en los años treinta, la camaleónica Joan Crawford. Precisamente mi interés por haberla visto radica en la persona de la Crawford, una actriz clásica la que siempre he admirado, porque siempre le ha dado a sus papeles un toque muy especial y "Encadenada" no es la excepción. Joan Crawford está espectacular interpretando a Diane, una mujer que sufre un amplio dilema amoroso. Por un lado, se encuentra en pleno idilio con Richard (Otto Kruger), un importante empresario, en el que encuentra gran estabilidad (sobre todo económica). Sin embargo, durante un crucero, se queda prendada por el galán de turno, Mike (Clark Gable, ¿quién sino él?). Con Mike comparte un chapuzón de lo más tórdido, tendrá acarameladas charlas e incluso lo acompañará a su rancho; en dichos encuentros entre ambos irá creciendo la pasión, pero claro Diane es un poco convenida y dejar a Richard, le supone una difícil decisión, aunque está clarísimo que Mike le pone mucho más. 

Diane con el magnate abuelete Richard (Otto Kruger)

Compartiendo chapuzón con el guaperas de Mike (Clark Gable)

En fin, que la película se construye en base a un rollazo de aúpa, con el triángulo amoroso como engranaje principal. En mi opinión poco se puede destacar de este culebrón (salvo Joan Crawford), no posee una dirección destacable, ni un argumento interesante (pues el final es bastante fácil de intuir, sobre para aquél que tenga ya un largo camino recorrido en el visionado de films romanticones) y tampoco ningún elemento los suficientemente atractivo como para llegar a denominarla un clásico que merezca la pena. Por cierto, Clark Gable me cae como una patada en el culo, no puedo evitarlo, en prácticamente casi todos los papeles que ha interpretado a lo largo de su carrera (hasta de más vejete) ha abordado un registro similar, galán rompecorazones, chulito y durete. ¡Qué petardo!

Diane completamente encantada (con el caballo también)