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sábado, 7 de febrero de 2015

El ansia (1983) de Tony Scott



Miriam (Catherine Deneuve), la vampiresa protagonista
''El ansia'' es una película curiosa, de eso no cabe duda. Se trata de un film muy de su época, de hecho uno debe cumplir un requisito fundamental para poder llegar a disfrutarla en su justa medida; y es ser un acérrimo adorador de los ochenta, ¡ojo!, si odias esta década, te parece empalagosa, hortera, estéticamente atroz o lo que sea (por tus diversos gustos personales), aléjate como de la peste de ella, porque se saldrá un sarpullido si visualizas más de un fotograma del film. Como yo cumplo dicho requisito pues me veo en la obligación de afirmar que visualmente, ''El ansia'' me resulta algo fascinante. La dirige Tony Scott (que en paz descanse el hombre), hermano de Ridley Scott y posterior director de la famosísima ''Top Gun'', y hay que decir que su trabajo es impecable, elegante y muy ''artístico''. 

Miriam con su amante John Blaylock (David Bowie), son unos vampiros modernetes

Bauhaus cantando ''Bela Lugosi's Dead''
Por momentos ''El ansia'' da la impresión de ser algo así como un videoclip, de estética muy moderna (para el momento), muy popera (la presencia de David Bowie influye mucho además, él siempre ha sido un icono pop donde los haya), de hecho si no me equivoco creo que supuso una marcada ruptura al tratarse del primer film de vampiros (propiamente dicho) que situó dicha figura aterradora tan clásico en un contexto moderno, lo cual no deja de resultar original. El argumento nos cuenta como una vampiresa egipcia de miles de años (Catherine Deneuve), la cual no sólo no envejece sino que se mantiene bella eternamente, mantiene a sus amantes arraigados bajo una maldición. Mientras ella los ama, ellos (como vampiros) no envejecen, pues dicho amor los mantiene frescos y apuestos (al igual que ella). Ella está afincada en Manhattan y convive con su actual amante, un violinista francés (David Bowie) de doscientos años. 

Breve aparición de un joven Willem Dafoe (izda.)

El desamor causa envejecimiento prematuro
Pero ahora la vampiresa se ha fijado en una doctora (Susan Sarandon) y la chispa para con su amante se ve fulminada, como consecuencia, el amante sufre un envejecimiento prematuro hasta el punto de quedar reducido a ser una especie de zombie consumido, al cual su vampirizadora guarda en un ataúd, sumado a la larga colección de amantes que ha cosechado a lo largo de los siglos. El film es una inusual mezcla de romance, terror, erotismo y drama muy chocante a la par de llamativo. Si visualmente, como he comentado antes, es muy bello y elegante, tenemos la pega de que argumentalmente es un ladrillo considerable. ''El ansia'' es una peli lenta, muy lenta, letárgica; la vas viendo y por momentos tienes la sensación de que se ha atascado, que no avanza; es de verdad, un film muy difícil de ver (y más si tienes una mínima pizca de sueño -ya te digo yo, que en ese caso, no la aguantarás despierto de principio a fin-). 

Homoerotismo por parte de Catherine Deneuve y Susan Sarandon

La vampiresa converva a buen recaudo a sus desgraciados amantes
A destacar su perturbadora atmósfera, ese magistral toque ochentero, la tórrida escena lésbica que se montan Catherine Denueve y Susan Sarandon (por lo visto ésta ha renegado de este film y de esta escena en concreto, ¡qué manía tienen las actrices de renombre de echar pestes de sus orígenes!) muy visual y nada obscena, la actuación del icónico grupo gótico ochentero Bauhaus interpretando su tema ''Bela Lugosi's Dead'' y unas técnicas de maquillaje (increíble la caracterización de David Bowie) absolutamente impresionantes. Sin más, ''El ansia'' es un film absolutamente temporal, a día de hoy dudo mucho que tuviese cabida para un gran público, hay que tener una mentalidad muy ''artística'' para verle valía, o ser un devoto nostálgico de lo ochenta para dejarte envolver en su atmósfera retro tan fascinante. Eso sí, no hay que obviar el hecho de que es un tontón de campeonato, ya os lo digo yo, entretenida no es ni de coña, cumple su función como pieza de estudio de la estética, pero no para pasar un rato distraído.

Detrás de las cámaras; el gran maquillador Dick Smith
(que en paz descanse) caracterizando a David Bowie

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