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jueves, 26 de febrero de 2015

Open Water (2003) de Chris Kentis



La pareja protagonista, Susan (Blanchard
Ryan) y Daniel (Daniel Travis)
Debo decir de antemano que con ''Open Water'' pasé un momento realmente malo viéndola. Estamos ante un film muy sencillo, de bajo presupuesto que sin embargo, resulta mucho más efectivo a la hora de generar tensión y una atmósfera adecuada a lo que viene a ser preciso para la historia, que muchos otros mojones de presupuestos más elevados . El film está basado en una historia real ocurrida en Australia en 1998, donde se produjo la desaparición, en pleno océano, de dos aficionados que se encontraban haciendo submarinismo. Así pues, ''Open Water'' nos cuenta la trágica y desesperante vivencia de una pareja (Blanchard Ryan y Daniel Travis, un par de rostros desconocidos que sin embargo, demuestran ser unos actores la mar de realistas), que son abandonados por un descuido, por el barco de turistas que los había trasladado a un lugar concreto en medio del océano, para hacer submarinismo. Los pobres, indefensos ante su situación, no sólo tendrán que combatir con la desesperación de ser arrastrados por la marea, también deberán lidiar con un grupito de tiburones que rondan la zona. 

Preparados para sumergirse

Olvidados en medio del mar...
El film posee múltiples virtudes, la primera, como ya mencioné, la facilidad con la crea tensión acumulativa haciéndonos partícipes de la angustiante situación de sus dos protagonistas. La segunda es que está rodado brillantemente, sin uso de efectos especiales ni trucajes de ningún tipo. Los actores rodaron sus escenas sumergidos en el mar, durante horas, por supuesto dispuestos de las protecciones pertinentes para que no corriesen ningún peligro y socorridos constantemente por los miembros del equipo técnico; y además, esto es lo más fuerte, los tiburones utilizados para la filmación, también son reales. Los animales estaban en constante supervisión de los profesionales encargados de su cuidado, y en todo momento se les mantuvo bien alimentados a la hora de rodar, para que a ninguno se le ocurriese hincarle el diente a ninguno de los actores; desde luego, ya tuvieron agallas éstos, porque meterse en el agua con un tiburón real tiene tela -por muy alimentado que te aseguren que esté-; seguramente ello influyese también que las interpretaciones de los protas sean tan realistas. En resumidas cuentas lo que tenemos es una especie de survival desolador, repleto de dramatismo, que te mantiene en constante tensión hasta el final. 

...y para empeorar las cosas, con tiburones rondando la zona

En lo personal me moló bastante, como propuesta me pareció ciertamente arriesgada y dentro de su simpleza, también original. Como única pega, diría que sí es cierto que los tiburones, elemento señalado como primordial en la historia para causar mal rollo, pasan un poco desapercibidos y sus apariciones son muy remotas. No obstante, la labor de los actores y la fatalidad de su situación son suficientes como para convertir a ''Open Water'' en un film lo suficientemente duro y perturbador, y todo, insisto, sin la utilización de ninguna parafernalia técnica, lo cual tiene gran mérito.

¡Cuidado a ver si os lleváis un mordisquito!

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