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martes, 29 de noviembre de 2016

La bruja (2015) de Robert Eggers



Hora de rezar
¡Aquí la sensación hipster del año! ''La bruja'' esta pseudo-peliculilla de ¿terror? aclamada por la crítica especializada y señalada como el no va más dentro de ese universo tan amplio como es el género de horror (decían que psicológico, para darle más prestigio), se estrenó para torturar al público, y no precisamente por hacerle pasar un mal rato por el miedo que pueda provocar, sino por el sopor tan tremendo. En cuanto leí un par de críticas que la señalaban como una especie de cruce entre cierta obrita de M. Night Shyamalan (creador de excrementos fílmicos donde los haya) y ciertas reminiscencias de Michael Haneke (creador por excelencia del aburrimiento máximo convertido en pieza audivisual), me dije: ''¡Esta peli va a ser un coñazo!''. Y la verdad retrasé lo más que pude su visionado, pero bueno como siempre digo, hasta no ver el material no se puede juzgar. Me dispuse a darle una oportunidad con total desgana, y no me equivoqué, ¡vaya truño de película!

Despacito que hay tiempo de sobra para rellenar metraje

La cabra se aburre y quiere salirse de la película
Transcurridos los 15 primeros minutos, aburrimiento; media hora, doble aburrimiento; 45 minutos, sofocante desesperación; 1 hora y una cabra se vuelve loca y dicen que es Satanás; ¡al menos pasó algo!; 1 hora y 15 y ¡por Dios que se acabe esta tortura!; 1 hora y media y ¡menuda mierda de final y menudo pestiño! He visto durante toda mi vida cine de terror y en serio, con respeto a los gustos de cada uno, que digan que ''La bruja'' merezca posicionarse dentro de una lista de las mejores películas que ha brindado este género a lo largo de la historia, me parece insultante como poco. Para quien la quiera defender basándose que en si tiene una conseguida atmósfera, una ambientación muy buena, unos silencios abrumadores, un no sé qué y no sé qué más desde el punto de vista visual (detalles que no se le pueden negar), yo digo, ¡vale, todo eso está muy bien!, pero no se puede defender lo indefendible, lo mínimo que se le puede pedir a una película es algo de alma y no vender un vacío en base únicamente a su envoltorio. 

¿Estará el nene bajo el hechizo de una bruja?

Para mí una película que resulta un triunfo acabar de verla, no tiene mérito como película en sí, como obra audiovisual es un fiasco, porque si no ha logrado interesarme lo más mínimo durante su metraje, no voy a ser cínico de destacar nada de ella. ''La bruja'' es otro de esos bochornosos ejemplos de pedantería, un mojón pretencioso que ningún hipster reconocerá que no le ha gustado, uno de esos truños que aquéllos que presumen de gustos más refinados que los de los mortales normales, dirán que es la hostia, que es súper tensa, que es aterradora y bla bla bla. Yo la llamo por su nombre; pesadez extrema, mojón, truño, y así podría seguir. A sus realizadores no les vendría mal aprender qué significa la palabra, ritmo.

Maldita no sé, pero loca ¡fijo!

Atormentada (1949) de Alfred Hitchcock



La atormentada Lady Henrietta Flusky (Ingrid Bergman)
Bautizada en España como ''Atormentada'' (¡una vez más, un aplauso para aquellos ilustres traductores de títulos hispanos!), sin lugar a dudas estamos ante una de esas obras menores de su director, el gran Alfred Hitchcock. No con ello digo que sea una mala película, pero sí que es claramente un film en el que poco destaca esa maestría que el mago del suspense supo exponer en otras de sus obras más grandiosas, que las tiene por docenas. Argumentalmente es más rutinaria, que a lo que nos tiene acostumbrado Hitchcock, siendo un melodrama romanticoide de época (inusual en la carrera del director) y con muy pocos tintes de brillante thriller que vendría a ser lo que reinaría por excelencia en el estilo Hichcock. La película se desarrolla en la Australia del siglo XIX, adonde llega el personaje interpretado por Michael Wilding, un amanerado irlandés sobrino del Gobernador, el cual conocerá a un ex-convicto que amasó una gran fortuna y ahora es un rico magnate de Sydney (Joseph Cotten). Éste lo invita a su caserón, donde conocerá a su esposa (Ingrid Bergman), que para colmo es prima del visitante; una borracha descuidada manipulada y gobernada por una maquiavélica ama de llaves (Margaret Leighton). 

El marido de Lady Henrietta, Sam (Joseph Cotten)

La maquiavélica ama de llaves, Milly (Margaret Leighton)
El visitante hará lo posible por hacer que la señora de la casa recobre la compostura, y sea una mujer decente y hecha y derecha, cuya responsabilidad parecía omitir su esposo; dando lugar a que conozca los secretos del pasado que oculta el matrimonio. Haciendo referencias aproximadas, ''Atormentada'' guarda bastante en común con ''Rebeca'', véanse las comparaciones en especial con la relación de la señora de la casa, debilucha y sensiblona, con el ''bicho'' de su ama de llaves, retorcida y peligrosa. Si bien, hay que decir por supuesto que ''Rebeca'' es una película mucho mejor, mejor narrada, elaborada y por supuesto resulta un clásico imperecedero. ''Atormentada'' no está mal del todo, tiene buenos momentos, Ingrid Bergman está estupenda (es difícil decir que no lo está) y por supuesto ella es lo que más destaca de la cinta. Argumentalmente se deja ver, pero tiene altibajos muy pronunciados y descensos de ritmo momentáneos, empieza muy lenta, se pone interesante, a la mitad decae otro poco para volver a recobrarse en el tercio final. Destacaría decir que fue la segunda peli que Hitchcock rodó después de ''La soga'' y que se nota que tomó buena cuenta audiovisual de ésta, porque nos brinda lujosísimos y largos planos secuencia que delatan su cuidada y perfeccionista técnica. 

Charles Adare (Michael Wilding) intenta devolverle la sonrisa a Lady Henrietta

La película fue un fracaso, influyó además un escándalo en el que se vio envuelta la propia Bergman al conocérsele un affair extra-matrimonial con el director de cine italiano, Roberto Rosellini, lo que la obligó a exiliarse de Estados Unidos por unos años al considerarla personaje non grato; posteriormente se casó con Rosellini y acabó regresando a Hollywood por la puerta grande en 1956, ganando su segundo Oscar por ''Anastasia''. En fin, curiosidades aparte, ''Atormentada'' es una rara avis dentro de la filmografía de su autor, puede visionarse sin problemas, pero repite, dista mucho de poseer el carisma de otras obras de Hitchcock infinitamente mejores.

Espeluznante cabeza reducida

domingo, 27 de noviembre de 2016

Las orgías de la locura (1973) de Freddie Francis



Los doctores Tremayne (Donald
Pleasence) y Nicholas (Jack Hawkins)
En plena moda de las pelis de episodios, en general llevadas a cabo por la productora británica Amicus, apareció esta modesta peliculilla británica que, sin ser de la Amicus, mantiene el estilo de los trabajos llevados a cabo por ésta. Dirige Freddie Francis, el cual había estado tras las cámaras en varias producciones de la Amicus como ''Doctor Terror'' o ''Condenados de ultratumba'', por lo tanto es normal que ''Las orgías de la locura'' pase por una más de la colección antologías made in Amicus. Pues bueno, este film está compuesto por cuatro historias, y como es habitual, todas unidas por un hilo conductor que se acabará desentramando al final del todo. La película se desarrolla en un manicomio, en la que un psiquiatra (Donald Pleasence, el eterno enemigo de Michael Myers en ''Halloween'') recibe la visita de un colega suyo de profesión (Jack Hawkins, visto en ''Ben Hur'') y le enseñará los cuatro casos de cuatro pacientes un poco especiales, cada uno de ellos protagonistas de las respectivas historias que compondran el resto del metraje. 

Cuatro pacientes muy especiales

La primera de ellas nos presenta a un niño que tiene un amigo imaginario muy peculiar, en tigre invisible. La obsesión del pequeño por la existencia de dicho animal, hará que sus padres se preocupen muy seriamente, llevándose finalmente una inesperada sorpresa. 

Esperando al amiguito imaginario

La segunda historia cuenta con la presencia de la giallistica Suzy Kendall (vista en ''El pájaro de las plumas de cristal'' o ''Torso, violencia carnal'') y trata sobre un joven que viaja a la época victoriana subiéndose en una bicicleta propiedad de una tía suya fallecida, siendo poseído por el espíritu de un antepasado suyo que vivió en dicha época, y claro, las consecuencias serán más bien malas. 

La bicicleta mágica

En la tercera aparece Joan Collins (reconocida por siempre como la sexy y mala malísima de ''Dinastía'') y nos cuenta como ella interpreta a la mujer de un tipo, el cual lleva un día a casa un pedazo de tronco, al que llama Mel. Este tronco parece representar una mujer y el hombre se empieza a sentir irremediablemente atraído por él. Pero eso no es todo, el tronco parece tener vida propia. 

¡Cuidado con este arbolito!

En la última sale la antigua musa de Hitchcock y prota de ''Vértigo'', Kim Novak, la cual contrata una especie de almuerzo polinesio, para un evento social. La sorpresa que no se espera es la clase de comida que se servirá en dicho almuerzo, sería conveniente que los invitados fuesen caníbales. 

¿Preparada para el festín?

En resumidas cuentas, la peli no es algo magistral ni excepcional, desde luego, pero no está mal, tampoco es peor que otras propiamente dicho de la Amicus, incluso es mejor que alguna de esta productora, en mi opinión, como ''El jardín de las torturas'' (para mí la peor de las pelis de episodios realizadas entre los sesenta y setenta). No tiene una realización brillante ni las historias destacan especialmente por sus laboriosos argumentos, pero es entretenida y en líneas generales cumple con la labor de saciar a todo aquél a quien le mole la temática de pelis de antologías. 

¡Buen provecho!

Con la muerte en los talones (1959) de Alfred Hitchcock



El pobre Roger Thornhill (Cary Grant)
está a punto de meterse en un gran entuerto
''Con la muerte en los talones'', debo decir que es una película que, ¡raro caso!, la traducción al español de su título original, aún sin tener nada que ver con éste, ''North by Northwest'', la hace más atractiva y con mayor gancho. Sin lugar a dudas estamos ante otra de esas magnas obras maestras, como tantas tiene su brillante realizador, el maestro del suspense, Alfred Hitchcock. Muchos no eruditos, o no muy avispados dentro del terreno del cine clásico, puede que no la conozcan más que de oídas, pero seguro que muchos, pero muchos, sí que sabrían ubicarla gracias a esa inmortal escena en la que el pobre Cary Grant casi es arrollado por una avioneta en medio de un campo desolado; es una de esas escenas que han marcada el Séptimo Arte, pero no sólo gracias a dicho momento ''Con la muerte en los talones'' merece el apelativo de obra magistral del cine. 

¿Esta rubia, Eva Kendall (Eva Marie Saint) será de fiar?

Los villanos del cotarro (James Mason y Martin Landau)
El film es frenético de principio a fin, su trama engancha con una facilidad tan suprema que una vez que ha comenzado no puedes apartar la vista de ella. Hitchcock parece auto- homenajearse, recuperando la premisa de uno de sus clásicos británicos, ''39 escalones'', con la que guarda múltiples parecidos, aunque añade más acción, toques de comedia más acentuados y sobre todo mayor intriga; la mezcla, un film sublime, espectacular, insuperable. La historia nos cuenta el marrón en el que se ve metido, sin comerlo ni beberlo, un hombre de negocios, Roger Thornhill (Cary Grant, en para mí, su mejor interpretación), se ve inmuscuido. Resulta que el pobre hombre es confundido por un espía, George Kaplan, al que una organización criminal persigue para eliminarlo, por lo tanto tendrá que componérselas para intentar escapar con vidas de los múltiples intentos que los malos de turno desarrollarán para mandarlo al otro barrio. 

Una de las escenas más famosas de la historia del cine

Lo más gracioso es que el tal Kaplan, ni siquiera existe, es un invento de la organización de espías pertinente que lo han creado como una argucia para ir detrás de los villanos. La cuestión es que nuestro protagonista se verá en medio de dos fuegos cruzados, los espías lo persiguen por un lado para que no les desmienta la tapadera, los malos para cargárselo y la policía porque creen que es un asesino; ¿cómo podrá salir ileso de semejante lío? Mi recomendación es que no os perdáis ''Con la muerte en los talones'', una peli imprescindible para todo amante del cine como Dios manda, una joya del maestro Hitchcock, merecedora de destacar en el top ten de su filmografía, lo cual es difícil de sobremanera, un film en el que todo apartado funciona de manera sobresaliente, una auténtica gozada para los sentidos.

Tenso final en el monte Rushmore

martes, 22 de noviembre de 2016

Batman forever (1995) de Joel Schumacher



Batman ahora es Val Kilmer
Debo decir de antemano que nunca me gustó esta película. ''Batman forever'' vendría a ser la tercera entrega de ''Batman'', teniéndola en cuenta como la saga iniciada por Tim Burton en 1989, situándose detrás de la genuina ''Batman vuelve'', para mí, esa segunda parte, la mejor y más insuperable peli del hombre murciélago que jamás se ha hecho, una obra maestra de un poderío visual espectacular que sin embargo no cuajó entre los fans del personaje y por ello, los productores decidieron retirar a Burton de las labores de dirección en esta ocasión. Quizás influya que me encantó ''Batman vuelve'', por su ambiente gótico, por su estampa navideña siniestra y por esa oscuridad que Burton le atribuyó a la historia, el hecho de que no trague ''Batman forever'', pero lo cierto es que este film siempre me pareció infumable. Ocupó la silla de director Joel Schumacher, responsable de joyas como ''Jóvenes ocultos'', ''Tiempo de matar'' o ''El cliente'', y se desembolsó la suma de 100 millones de dólares para traer de nuevo a Batman a la gran pantalla, la verdad se nota el despliegue de medios, porque no vamos a negarlo, la peli tiene potencial visual. 

Un par de villanos infumables, Dos Caras (Tommy Lee Jones) y Enigma (Jim Carrey)

Aquí tenemos a Nicole Kidman haciéndose la sexy
Sin embargo ese cambio tan radical de aspecto que le dan a la ciudad de Gotham, nunca me entusiasmó. De pronto Gotham se convierte en una especie de espectáculo carnavalesco, de feria cutre y hortera con luces de neón alumbrando cada esquina y personajes que parecen lisérgicos; por momentos la iluminación tan estrambótica y colorista de la película acaba hasta produciendo dolor de cabeza, la estética de cuento gótico tan preciosa de Burton había sido erradicada, para mí un fatal error -y hablo, repito, desde una perspectiva personal, ya sé que muchos fans de lo que es la estética original de Batman la desprecian, pero siempre la preferiré a este esperpento alucinógeno-. Pero es que ahora viene lo peor; el casting. Michael Keaton también fue sustituido (aunque lo critiquen, para mí siempre será el mejor Bruce Wayne) por Val Kilmer, ¡horror monumental! (no me extraña que en la siguiente película volvieran a cambiarlo, aunque no precisamente para mejor), Kilmer no pega en el papel, es rancio, frío y para nada transmite lo que requeriría el personaje. 
 
Robin (Chris O'Donnell) está a punto de entrar en acción

Me pregunto cómo luciría Gotham ideada por Rob Zombie
La chica de acompañamiento es Nicole Kidman, otro plus de ranciedad, pasar de Kim Basinger y Michelle Pfeiffer a la cara plástico de la Kidman (y eso que todavía no estaba tan desfigurada) para mí fue otro atentado brutal. Pero llegan los malos y tenemos a un insoportable Tommy Lee Jones como Dos Caras, que da bastante pena verlo haciendo el payaso todo el rato y la guinda del pastel, ¡la pesadilla del film!, Jim Carrey. A ver, yo sostengo que Jim Carrey es un gran actor, sobre todo porque ha demostrado que es algo más que un payaso ruidoso y ha hecho papeles dramáticos de gran nivel, pero aquí lo tenemos en su faceta payaso in extremis, y no sólo satura, sino que asquea. Carrey hace de Enigma, y su performance es la de un auténtico histriónico epiléptico, si no fuese por la indumentaria parecería que estamos ante el cansino Ace Ventura, la verdad cuando salía Jim Carrey me daban auténticas ganas de quitar la película. Como acierto; la incoporación de Robin como aliado de Batman y haciendo de él, para mí, el mejor actor del elenco, Chris O'Donnell, además me gustó la forma en la que lo incluyen en la acción y como acaba convirtiéndose en un superhéroe al lado de Batman. 

Drew Barrymore en una de sus breves apariciones

De verdad, ¡qué par de payasos insoportables!
También sale Drew Barrymore, pero la pobre no destaca (no estaba en un momento muy boyante en su carrera, menos mal que luego remontó), aparece como mera villana secundaria que ni pincha ni corta nada en la acción. Con todo, ''Batman forever'' fue un exitazo de taquilla, parece que contentó a los fans del mítico personaje y gracias a ello se contrató de nuevo a Schumacher para la siguiente parte de Batman, ''Batman y Robin'', la cual no sería sólo un disgustazo tremendo para el público en general, sino que marcó la absoluta caída de la trayectoria cinematográfica del hombre murciélago hasta 2005 que Christopher Nolan arrancó su propia franquicia; pero de ello ya hablaré en sus respectivos comentarios. Personalmente, considero ''Batman forever'' un fiasco, una peli con muy pocas virtudes (hay que reconocer que no es aburrida) y bastantes defectos, en especial si se la compara con los films anteriores de Burton (en especial con la obra maestra de ''Batman vuelve''), una secuela patatera e inaguantable.

Robin ya está en primera fila combatiendo el mal

La zíngara y los monstruos (1944) de Erle C. Kenton



El Dr. Niemann (Boris Karloff) y su ayudante jorobado
Y la Universal siguió explotando a sus monstruos clásicos, todo lo que todavía podían dar de sí, en forma de desastrosas secuelas que a su vez, exponían disparatados crossovers de esos que una década antes habían sido aterradores monstruos que generaban extensas ganancias. ''La zíngara y los monstruos'' (lamentable título hispano correspondiente a ''House of Frankenstein'') iría situada después de ''Frankenstein y el hombre lobo'' y nos presenta un espectáculo absolutamente demencial. La cosa va acerca de un científico loco, al estilo de Frankenstein (interpretado por el antaño entrañable monstruo del ''Frankenstein'' de James Whale), que se escapa de la prisión donde estaba encerrado. Sus intenciones son seguir con los experimentos del famoso Dr. Frankenstein y revivir a su monstruo (curioso ver a Karloff cambiado de rol). 

Niemann despierta al conde Drácula (John Carradine)

Ilonka, la zíngara (Elena Verdugo), aterrada por el hombre lobo
Para ello inicia un viaje, acompañado de su sirviente jorobado, que le ayudará en todo y en él, acabará teniendo como aliados al mismo conde Drácula (John Carradine) y al propio hombre lobo, Larry Talbot (Lon Chaney Jr.), a los que resucitará para lograr sus fines. Esta ensalada de monstruos no puede resultar más caótica, resulta que en poco más de una hora seremos testigos de las nulas apariciones de Drácula, el hombre lobo y el monstruo de Frankenstein de una manera atroz y sin sentido. Drácula aparece quince minutos, hace el paripé ya acaba muriendo por los rayos del sol a mitad de película. El hombre lobo sale a partir de la segunda mitad del film, lloriquea un poco, se transforma en lobo y ¡pim pam!, la zíngara que aparece en el título hispano, que estaba enamorada de él, lo mata con una bala de plata, yéndose con él al otro barrio en el intento de acabar con su maldición. Y el monstruito de Frankenstein se hace notorio en los últimos cinco minutos finales, en los que se carga a su creador y al jorobado que le puteaba y también se autodestruye de manera ridícula. 

El monstruo de Frankenstein congelado

En fin, he spoileado la película entera, sí, pero realmente es que eso resulta ''La zíngara y los monstruos'', un espectáculo hilarante que claramente insulta el espíritu de los buenos clásicos de terror de la Universal. Faltos de ideas, se notaba que la productora intentaba rascar lo imposible, cayendo en la más espantosa de las parodias, en fin, todavía incluso tendrían las agallas de sacar una secuela más que continuaría a ésta, ''La mansión de Drácula'' en 1945, la cual pondría punto y final a la trayectoria de los monstruos clásicos por parte de la Universal.

El monstruo ha revivido

lunes, 21 de noviembre de 2016

Invasión (2007) de Oliver Hirschbiegel



''Papá no parece papá''
¡Menudo horror! Y no me refiero al representado en la historia de la película, sino en lo que representa la película en sí como tal. ''Invasión'' es nada más y nada menos que la cuarta versión de la historia de Jack Finney, con la que aterrorizó a medio mundo cuando la publicó allá por los años cincuenta, y que ya había sido llevada al cine en 1956 (''La invasión de los ladrones de cuerpos''), en 1978 (''La invasión de los ultracuerpos'') y en 1993 (''Secuestradores de cuerpos''), cada cual en su época y contexto muy dignas, algunas más merecedoras de un auténtico apelativo de clásico indiscutible de la ciencia ficción. Pues bien, aquí han decidido tirar la casa por la ventana, para realizar un nuevo remake a lo grande, con un presupuestazo de 80 millones de dólares que fueron directamente casi desechados arrojados por un retrete. ¿Por qué Hollywood emplea sumas tan enormes para hacer bazofias tan grandes? Eso sí es un misterio. A la cabeza de la dirección está el alemán Oliver Hirschbiegel (responsable de las más que loables ''El experimento'' y ''El hundimiento'') en un mojón claramente hecho por encargo y que lejos de abrirle las puertas de Hollywood, se las cerró a canto. 

La transformación ha comenzado

Nicole Kidman es la idónea para hacer de alguien frío y sin alma
¿Por qué es tan mala ''Invasión''? Básicamente porque es una película sin alma, como los propios invasores (incluso con menos garbo que éstos), mientras sus anteriores versiones provocaban inquietud con extrema facilidad, aquí no ocurre ni un atisbo de lo mismo. La peli es mecánica y fría, se excede en querer ser tan políticamente correcta y tan light, que se muestra cobarde; si con anterioridad en las otras versiones se jugaba a la dualidad de mostrar a los invasores como una analogía del comunismo (trasfondo de crítica social) y su devastador efecto en la sociedad, aquí no hay ni rastro de esa inquietud. Visualmente, estamos de acuerdo, está muy correctamente realizada, pero sigue el problema, su guión es una basura, está el esquema de la historia original pero falta su esencia. Después, para colmo tenemos como protagonistas a una Nicole Kidman, ya destrozada por el bótox, que es el colmo de la inexpresividad, que no cuela para nada como el personaje atormentado y aterrado que debería de representar, y a un Daniel Craig que no hace más que salir cinco minutos y no tiene gran trascendencia. 
 
No se acaba de saber muy bien qué hace Daniel Craig aquí

Veronica Cartwright, vista en la versión
''La invasión de los ultracuerpos'' de 1978
La peli encima, es aburrida, larga en exceso, carece de acción, de ritmo ágil y lo peor de todo, viene destrozada por un final diferente que en su afán por resultar, excesivamente correctito, atenta contra el espíritu de la historia concebida originalmente y plasmada en anteriores versiones cinematográficas. Lo único que me pareció destacable es la aparición de Veronica Cartwright, la cual ya había hecho un papelón del doce en la versión de 1978 y que aquí por lo menos mantiene algo de seriedad entre tanto desvarajuste. En fin, que me pareció una mierda, y con razón se pegó una gran hostia en la taquilla, en Estados Unidos sólo recaudó 15 millones de dólares, así que quedó bien claro que esta ''Invasión'' a todo el mundo le importó una mierda, lamentablemente no es excusa bastante para que muchos productores de mierda hoy en día sigan gastando millonadas en destrozar historias clásicas en su afán por ''remodelarlas'' al panorama actual, en muchas ocasiones, mucho más lánguido que el de hace unos años, concretamente refiriéndome al cine fantástico y de terror (¡lo que hace la escasez de ideas!)

¿Invasores?

El payaso a medianoche (1998) de Jean Pellerin



¿Qué se les habrá perdido por aquí a
Margot Kidder y a Christopher Plummer?
Bueno, no hay más que ver la portada para hacernos una idea de lo que vamos a ver. ''El payaso a medianoche'' es, ni más ni menos, una peli de serie B directa a videoclub que, como muchas otras, de finales de los noventa, intentó explotar a su manera el éxito de ''Scream'' (la disposición de las caras de los actores jovencitos en la carátula ya delata la clara imitación de la excelente peli de Wes Craven, moda que se repitió incesantemente en toda peli slasher juvenil del momento, dando igual de la categoría que fuese). Lógicamente, de antemano, no estamos ante ninguna maravilla, es un film cutrecillo, barato y muy de andar por casa, a la par de estereotipado y previsible (bueno, un slasher es un slasher). ¿Qué nos encontraremos? Un grupo de jovencitos encerrados en un lugar concreto, a merced de un asesino que los irá masacrando. ¿El lugar? Un viejo teatro que están encargándose de restaurar los chavales de turno. ¿El asesino? Un antiguo cantante de ópera que dejándose llevar por los celos, asesinó a su compañera brutalmente después de una representación de ''Pagliacci'', vestido como el propio personaje principal de dicha ópera, un payaso. 

Los chavales pasando el rato en el teatro

El payaso asesino al ataque
El criminal desapareció sin dejar rastro tras el asesinato y el lugar se cerró durante veinte años, hasta ahora; vamos, esquema clásico del slasher de siempre. Una vez que los muchachos empiezan a merodear por el teatro, oscuro y sombrío, aparecerá el payasete tan majete y se los irá cargando uno por uno, siendo en esta ocasión la correspondiente final girl, la hija de la difunta cantante de ópera despachada por el asesino dos décadas atrás. Bueno, ¿qué se puede destacar de ''El payaso a medianoche''?, ¿la perfecta labor de sus actores?, no; ¿su cuidada fotografía?, tampoco, ¿su currado guión?, para nada, la peli es muy pero que muy deficiente en cada uno de los apartados, pero, es entretenida y seguro que a cualquier fan del slasher, pues le molará en su justa medida, o al menos, no le costará excesivamente tragársela. Salen, como curiosidad, en dos papeles bastante escuetos, Margot Kidder (la eterna Lois Lane de ''Superman'') y Christopher Plummer (recordado entre otras muchísimas películas, como el capitán Von Trapp de ''Sonrisas y lágrimas''), ¿qué hacían pululando en un proyecto como éste?, ¿tan poco tenían que ofrecer sus respectivas carreras a estas alturas? Se ve que sí, la cuestión es que ahí están, no desentonan pero personalmente, me chochó verlos aquí. 

Es claramente el momento de decir eso de: ''mira detrás de ti''

El resto, pues bueno, como ya dije es todo muy de andar por casa, el suspense es muy justito, los asesinatos también (hay un pelín de gore en alguno de ellos, pero nada excesivo) y bueno, el escenario no está nada mal, el teatro cumple con su función de resultar un lugar idóneo como marco de un slasher decente (me recordó un tanto a la muy superior ''Aquarius''). Sin más ni más, recomendable para los fans acérrimos (muy acérrimos) del cine slasher, para ellos fue concebida. 

Esto no es una ópera precisamente