Cumpleaños mortal (1981) de J. Lee Thompson

Virginia Wainwright (Melissa Sue Anderson)

Como ya he mencionado en otros comentarios, a principios de los ochenta, tras el éxito de "Halloween" y "Viernes 13" comenzaron a realizarse slashers como churros tratando de sacar partido a la fórmula impuesta por estos dos grandes clásicos. Así que la lista de films que intentaron emular los clichés del subgénero, para sacar tajada en la taquilla, y mostrarnos a un grupito de jovencitos siendo masacrados por un asesino sádico, fue larguísima. No obstante, muchos de estos productos, a pesar de ser puras explotaciones, también resultaron películas bastante estimables y que trataron de plasmar su propia personalidad. "Cumpleaños mortal" fue uno de estos casos. Lejos de ser un producto de segunda que descaradamente copiaba el básico esquema del slasher, aportó algunos cambios que lo convirtieron en un film destacable y llamativo dentro de esta fiebre explotativa. 

Virginia con el Dr. Faraday (Glenn Ford)

Virginia con unos amigos un tanto salidorros

La historia nos cuenta como una joven muchacha, Virginia Wainwright (Melissa Sue Anderson) tiene un profundo trauma a consecuencia de un accidente de coche que sufrió años atrás, en el que perdió la vida su madre. La chica en ocasiones pierde la memoria y sufre extraños desmayos, de los cuales posteriormente no es consciente. La chica preocupada, acude a un psiquiatra, el Dr. Faraday (Glenn Ford), quien trata de descubrir ciertos oscuros misterios que parecen esconderse tras la mente de Virginia. Mientras tanto, la chica intenta llevar una vida normal saliendo con sus amigos y preparando una fiesta de cumpleaños, cuya fecha está próxima. Pero en vísperas de tal día señalado, los amigos de Virginia irán siendo asesinados por un perturbado psicópata, de formas muy macabras. ¿Tiene esto algo que ver con el pasado de Virginia?

Etienne (Michel Rene Labelle) no va a volver a montar en moto

Escena censurada de la muerte de Bernadette (Lesleh Donaldson)

"Cumpleaños mortal" es en sí un intenso thriller cargado de tensión, más que un slasher puro y duro, aunque evidentemente incorpora elementos del mismo. En muchos sitios he leído que se apuntaba que se trataba de un film cargado de violencia y sangre, muy visceral y gráfico, pero no es así, de hecho la mayoría de los asesinatos están fuera de plano o pasan ante la pantalla en cuestión de 2 segundos casi inapreciables (se nota que le metieron tijeretazos en el montaje para censurarla), aunque eso sí, son bastante originales y se pueden apreciar unos maquillajes más que decentes y alguna que otra escenita violenta bastante memorable, casi antológica diría yo. Sinceramente, me parece un excelente ejercicio de suspense, dirigido por un gran maestro como lo fue J. Lee Thompson (director de clásicos como "Los cañones de Navarone" y "El cabo del terror") y muy correctamente interpretado en especial por la jovencita Melissa Sue Anderson (la niña ciega de la mítica serie "La casa de la pradera") y el veterano Glenn Ford.

¡Cuidado a la hora de levantar tanto peso!

Virginia estando enferma

La ambientación es excepcional, como era típico en este tipo de films ochenteros, cuyas atmósferas siempre me han fascinado por encima de todo. Como he señalado no funciona enteramente como un slasher en sí, más bien el guión construye un thriller, incluso con ligeros toques del giallo italiano (con la identidad del asesino oculta hasta el final y complejos crímenes bastante peculiares) con muy buenos momentos de suspense y con una trama muy bien elaborada, una espléndida historia y lo mejor de todo un final que quita el hipo y que deja a todos con la boca abierta (por supuesto sabiendo tolerar ciertas licencias distanciadas de la realidad).  

"¡Vaya unas pintas para presentarte en el cumple de tu hija!"

Para mí "Cumpleaños mortal" es un grato y memorable recuerdo cargado de nostalgia para los amantes de los buenos slashers ochenteros, para apreciar el buen hacer de los realizadores de la época y comparar con las enormes chapuzas que hoy en día se hacen tratando de recoger el testigo de una época irrepetible y que ni por asomo se llega a igualar.

Invitados de honor al cumpleaños

*MI MOMENTO FAVORITO: en mi opinión la escena de la muerte más original y llamativa de la película, que además fue elegida para aparecer en la carátula del film. Uno de los amigos de Virginia, Steve (Matt Craven) morirá atravesado, nada más y nada menos, que por una brocheta. Desde luego no se puede decir que para él haya sido un manjar de rechupete. 

''Jamás probarás bocado igual''