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domingo, 18 de agosto de 2013

El tren del terror (1980) de Roger Spottiswoode



Un cadáver para una broma muy macabra
Otro de esos muchos slashers de los ochenta con el valor añadido de contar con Jamie Lee Curtis de protagonista, sólo por eso ya me parece que es una película que todo fan del género debe visionar. Aunque he de reconocer que me parece bastante irregular, la película cosecha buenísimos momentos que en cambio, contrastan con otros relativamente flojos. El principal problema es que la acción se hace un poco pesada. La película empieza muy bien, una panda de chavales que putean a otro y éste supuestamente se vuelve loco. Ahí queda la cosa. Pasan tres años y los maltratadores del chaval se van en un tren, donde a su vez celebran una fiesta de disfraces y entre los pasajeros va el asesino que viene a vengarse y obviamente los implicados en el meollo irán cayendo como moscas. 

Esperando para abordar el tren
 
El asesino con una máscara de Groucho Marx
La trama mola a priori, no es nada original pero efectiva para todos aquéllos a los que nos molen este tipo de films. Aquí es cuando empieza a haber una serie de divagaciones que en mi opinión desvían demasiado la principal cuestión que es la venganza sangrienta del asesino, como por ejemplo una trama secundaria que implica la presencia de un mago (el famoso David Copperfield), que se me hace bastante empalagosa y que viene poco a cuento. Así mismo la película intenta jugar con la incertidumbre de quién puede ser el misterioso asesino, incitanto un poco al suspense, que sin embargo tampoco encaja muy bien porque en resumidas cuentas lo que ofrece resulta bastante previsible y poco efectista. Otro problema es que la película es muy light y que los asesinatos son muy poco sangrientos y casi ni se ven, sucediéndose la mayoría fuera de plano. 

La sangre empieza a afluir por el tren

El mago David Copperfield, ¿puede ser el asesino?
Pero lo bueno es la ambientación, la localización de la película en el tren da mucho juego y en mi opinión se sabe aprovechar bastante acertadamente. Otro aspecto que me ha molado de la peli es que el asesino aprovecha la situación de verse envuelto en una fiesta de disfraces y a lo largo de la película va haciendo su aparición con distintos atuendos; véase una máscara de Groucho Marx, un disfraz de la criatura de la laguna negra y para mí, el más aterrador, el de una especie de monje con una máscara verdaderamente siniestra. Las interpretaciones son otro punto a su favor, me parecen bastante creíbles, destacando a la insuperable Jamie Lee Curtis, que lo hace genial, demostrando una vez más  el porqué fue considerada la "reina del grito" en aquella época. También la película posee un par de momentos bastante destacables, como por ejemplo la lucha final entre Jamie Lee Curtis y el asesino con hacha en mano. Pues bien, es una película que para disfrutarla, como siempre digo, debes cumplir el requisito de que te entusiasmen los slashers y más de los ochenta, con esa ambientación retro para mí fabulosa, así sabrás pasar por alto sus defectillos y podrás apreciarla en su justa medida. 

Alana (Jamie Lee Curtis) en problemas

A mí personalmente, me parece que hay slashers mejores, pero en resumidas cuentas me gusta, es un film nostálgico y como siempre digo, es mucho mejor que gran cantidad de mierda del género que se estrena hoy en día. Desde luego se puede ver.

¡Que viene el asesino!

*MI MOMENTO FAVORITO: una encarnizada lucha final que tendrá la protagonista, Alana (Jamie Lee Curtis), contra el lunático asesino que intentará matarla. 

Alana hará todo lo posible para defenderse

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