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viernes, 4 de marzo de 2016

Zorba, el griego (1964) de Mihalis Kakogiannis



Alexis Zorba, el griego (Anthony Quinn)
A tantos que alaban esta película, yo les preguntaría lo siguiente. ¿Qué podéis decirme del argumento de ''Zorba, el griego'', o sea de qué va? No sé si habrá alguien que me pudiese realizar una frase acerca de qué realmente trata la historia de la misma, ¿por qué?, porque sinceramente no me queda claro si realmente va de algo, o trata algún tema trascendental y ni tan siquiera si sigue una estructura narrativa digna de ser seguida. ''Zorba, el griego'' presenta el típico esquema al que yo personalmente denomino ''fellinesco'', un film acerca de un grupete de personajes (en esta ocasión de un población griega muy rural) cotidianetes dentro de su ambiente, que actúan de determinada manera, que van de aquí para allí, que ladrán sus dialoguetes como que no quiere la cosa y ya está. ¿Qué hacen de interesante? Nada de nada. El prota es Zorba (uno de los personajes más míticos de Anthony Quinn), un griego ''grillao'' de la cabeza, es evidente, muy vitalista y que actúa por impulsos, más que por lógica. Vale, ¿y qué?, ¿un buen film se sustenta por las mamarrachadas que un personaje así de ''hilarante'' pueda hacer sin que lleve a ninguna parte ni que trace un eje argumentativo que dirija al espectador? 

Zorba con su amiguete británico Basil (Alan Bates)

Zorba con Madame Hortense (Lila Kedrova,
ganadora del Oscar a la mejor actriz secundaria)
Desde mi punto de vista, no. Además, se supone que el tal Zorba nos tiene que caer bien, pues bien, en un determinado momento el tipo relata como abusó sexualmente de una mujer, como si tal cosa, así que sinceramente, a mí no me puede caer bien un violador; ¿simpatía por el tal Zorba? Desde mi punto de vista, inexistente. El ritmo del film es lento, pero lento, lento; o sea que, la película es igual a un pestiño, un truñazo, un coñazo. Que al final el señor Zorba y su amiguete, el tolai del escritor inglés que parece comerle los huevos al griego (metafóricamente hablando) todo el film, se ponen a bailar el bailecito (valga la redundancia) llamado ''sirtaki'' tan característicamente griego, ¡total!, que nos hemos tragado 136 interminables minutazos para acabar viendo a dos lelos bailoteando como si nada. En definitiva, que ''Zorba, el griego'' me parece un tormento, de estos que tanto aclama la crítica porque si, de ésos que tantos hay, films vacíos y pesados que los críticos intentan pintar de purpurina aclamando sus logros técnicos. Pues sí, de esos ladrillos tan plomizos y pedantes, así que sólo la recomendaría a los sufridores de insomnio, para echarse un momentito la siesta.

Bailando el ''sirtaki''

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