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La prota (Cassandra Delaney) cuidando animalitos |
Una rareza ochentera procedente de Australia, con un excelente diseño de producción y una ambientación francamente prodigiosa. El film sigue la estela de la
exploitations clásicas, esas pelis en las que un personaje habitualmente femenino sufre una humillación y violación por parte de un grupo de hijos de puta, que posteriormente serán ajusticiados. Pues bueno,
''Acoso implacable'' (así se llamó en España) toma el esquema de estas pelis tan bizarras, pero eso sí, aquí no hay violación, lo cual no implique que la venganza de la pobre chica protagonista, no esté más que justificada y sea reclamada por el público. La peli trata sobre una joven (la preciosa Cassandra Delaney) que vive en una especie de reserva natural en Australia, y dedica su vida a proteger a los animales. A todo esto, llegan a la zona tres cazadores de canguros y claro, vienen a matar canguros, aquí surgirá el conflicto. Cuando la joven intenta detenerlos, decidirán convertirla en su objeto de humillación y burla excesiva.
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Comienza el acoso implacable |
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Humillación extrema |
La chica sufrirá millones de perrerías por parte de estos retardados, la más jarta que la atan al morro de un furgón, desnuda y la pasean tal cual a toda pastilla. Cuando el nivel de los ataques va siendo progresivamente más violento, la muchacha tendrá que defenderse y para ello, peleará duro para pararles los pies a estos grandísimos cabrones. Vamos, argumentalmente ni aporta nada nuevo ni ofrece ningún tipo de sorpresa, sin más es una mera curiosidad más de tantas otras que se realizaron en los ochenta y que se crearon su huequecito entre los estantes de los videoclubes. La peli es entretenida y como dije, está muy bien realizada, tiene acción y el ritmo no decae en ningún momento. Puede que a aquél que esté acostumbrado a pelis del estilo (me refiero a
exploitations puras y duras) pero más fuertes y explícitas, le parezca excesivamente
light, pero bueno es disfrutable y se puede ver. Me parece un film recomendable pero es difícil de localizar, desgraciadamente (a no ser que, claro, se recurra a determinados métodos que muchos consideran ''poco ortodoxos'').
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Y luego toca vengarse |
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