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miércoles, 22 de junio de 2016

Blood Rage (1987) de John Grissmer



Empezamos fuertecita la cosa
Desconocidísimo slasher ochentero, y sinceramente digo, de manera muy inmerecida. ''Blood Rage'' es un gran slasher, muy meritorio de ascender a un puesto alto dentro de la gran cantidad de films de esta temática que se hicieron dentro de la serie B durante los ochenta. La película trata sobre dos gemelos, uno bueno y otro malísimo, que de niños acuden a un autocine con su mami. Ésta los descuida mientras se enrolla con su amante en su coche y los dos nenes campan por el lugar llegando hasta otro auto donde una parejita de jóvenes están dándole al asunto. Pues bien, el gemelo malo se carga al maromo a hachazos sin miramientos (una escena muy gráfica, ¡un maquillaje de puta madre!) y luego le encasqueta el muerto (nunca mejor dicho) a su hermano, el bueno, que carga con las culpas. Total que el gemelo bueno acaba en un manicomio durante diez años. 

Gemelo bueno y gemelo malo

Éste fue su último día de Acción de Gracias
Transcurrida esta década, el chaval escapa del centro de salud mental (justo el Día de Acción de Gracias, ya se sabe todo slasher va acompañado de su fecha señalada correspondiente), pero con la intención de aclarar las cosas y advertir que su otro hermano es en realidad un psicópata. Pero claro, aprovechando esta confusión, el hermano cabrón volverá a desatar su furia homicida, ¡y con menuda agresividad! O sea que '''Blood Rage'' ofrece todo lo que un buen slasher tiene que ofrecer, un argumento simplón, que no exija comeduras de coco excesivas, una buena serie de personajes con pocas neuronas como característica fundamental y sobre todo, asesinatos cargados de sangre a raudales. Meritorio de destacar es la labor de Ed French (habitual en el género durante los ochenta, véase trabajos de él en ''Pesadillas de una mente enferma'', ''El mutilador'', ''Terroríficamente muertos'' o ''Creepshow 2''; vamos lo que se dice un maestro de la hemoglobina) en el apartado del maquillaje; las muertes son bastante gráficas y gore, por lo tanto ningún fan del subgénero quedará defraudado en esta cuestión. 

El asesino no se anda con remilgos

¿A estas alturas todavía no sabéis
lo que les pasa a los que...
Por otro lado, sí, el film, no es una obra de arte ni mucho menos, debido a su precariedad se nota que, lógicamente, escasea mucho en cuanto a parafernalia de medios técnicos se refiere, pero bueno, básicamente cumple con su cometido. A mí personalmente (como fan acérrimo del slasher ochentero, repito por quincuagésima vez, que soy) me dejó más que satisfecho. Decir que el film aunque data que es de 1987 (año en el que se estrenaría), se rodó en 1983 (era muy típico que productos como éste quedasen ocultos en las salas de montaje, hasta que alguien se fijase en ellos para atreverse a distribuirlos) y que tristemente también es muy difícil de localizar. Pero como rareza retro es mi obligación dedicarle unas palabritas con mucho gusto y dedicación. Señalar antes de concluir también otro puntazo del film, su sintetizada (característico sonido made in 80s) BANDA SONORA.

...hacen cochinadas en un slasher?

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