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jueves, 13 de febrero de 2014

Algo para recordar (1993) de Nora Ephron



Sam Baldwin (Tom Hanks)
Probablemente pueda decir que es la comedia romántica, de todas las que he visto a lo largo de mi vida, que más me ha gustado; y es que a pesar de contarnos una historia preciosa, llena de emotividad, amor y grandes sentimientos, carece casi por completo de un elemento que me hace abominar la mayor parte de las historias romántico-pastelosas, y es ese incómodo ingrediente de empalagamiento excesivo. "Algo para recordar" es un film fundamental para visionar cada San Valentín y es que este día concreto tendrá una especial importancia en el argumento de la misma. En sí, debe su existencia, como ya he mencionado en sus correspondientes comentarios, a las pelis "Tú y yo", más concretamente a su versión de 1957 (pero no por ello vamos a obviar la existencia de la de 1939), película que tendrá una presencia más que constante en más de un fragmento vital para el argumento de la que nos ocupa. Más adelante iré señalando sus múltiples aciertos, pero antes que nada voy a explicar a grandes rasgos de qué trata este entrañable film. 

El pequeño Jonah (Ross Malinger), hijo de Sam

Padre e hijo hablando en la radio
La peli nos sitúa en dos ciudades estadounidenses, entre las que distan miles de kilómetros, Seattle y Baltimore. En la primera ciudad vive un arquitecto viudo, Sam Baldwin (Tom Hanks), con su hijo pequeño Jonah (Ross Malinger). Sam intenta superar la muerte de su esposa, la cual lo dejó muy pero que muy tocado; hasta tal punto que niega la opción de volver a enamorarse en algún instante. Pero su hijo no opina lo mismo y así que meterá a su padre en un buen entuerto. El niño llama a un programa radiofónico, en el que su padre contará su tierna historia y lo muy solo que en muchas ocasiones se siente. Resulta que dicha llamada se convertirá en un auténtico boom, millones de mujeres a lo largo del país acaban compadeciéndose de Sam y bombardeándolo con cartas de apoyo e incluso, proposiciones románticas. Nos trasladamos a Baltimore, donde vive la periodista Annie Reed (Meg Ryan), quien queda absolutamente prendada de la voz de Sam. Sin darse cuenta, la joven se dará cuenta de que está perdidamente enamorada de él y su mayor ansia es poder conocerlo, no obstante se le presentan dos inconvenientes; el primero, la enorme distancia entre ambas ciudades y el segundo, que está comprometida y a punto de casarse. Pero el destino es muy caprichoso, y convencida por una amiga suya, Becky (Rosie O'Donnell), la cual es fanática de la película "Tú y yo" (la de Cary Grant y Deborah Kerr), acabará proponiéndole a Sam que se encuentren el día de San Valentín en lo alto del Empire State Building en Nueva York. 

Annie Reed (Meg Ryan) escuchando las palabras de Sam por la radio

Annie con su prometido Walter (Bill Pullman)
Bueno, he leído por ahí ciertos comentarios que tachan este film de ser algo blando e incluso, inverosímil. Cierto es, pero vamos que de historias inverosímiles vive el cine y eso no quita que no puedan ser irremediablemente entretenidas. Éste es el caso de "Algo para recordar", una peli romántica diferente, de eso no cabe duda, y es que ¿en qué peli de estas características los protagonistas no se ven en (casi) ningún momento, hasta los minutos finales? Y ¡ojo!, digo casi porque salvo un mínimo instante en el que los protas se cruzan una mínima mirada, Hanks y Ryan no coinciden en pantalla hasta el final. Y esto tiene mucho mérito, y fue lo que me sorprendió de la historia; cómo funciona el hilo romántico entre dos personajes que no sólo no se conocen, sino que ni tan siquiera se han visto. Acertado también me parece la peculiaridad de darle protagonismo al más pequeñajo del cotarro, y es que el hijo de Tom Hanks resulta un liante cojonudo. El chaval, Ross Malinger, hace un gran papel, muy tierno y entrañable, algo sorprendente porque es difícil encontrar actores de corta edad, en películas de este estilo, que no resulten atroces o abominables, y que lejos de enternecerse, te den ganas de que los aplaste un trailer (¡ojo, con ironía!, ¿eh?, que no se me tache de maltrato verbal contra la infancia). Pero bueno, el más pequeño del reparto es uno de los puntos más sobresalientes de la peli, porque le da muchísima vida al film. 

Annie y Becky (Rosie O'Donnell) viendo "Tú y yo"

Suzy (Rita Wilson, mujer real de Tom Hanks) llorando
a moco tendido contando el argumento de "Tú y yo"
Otro acierto es la calidad de los actores principales. Siempre he sostenido que Tom Hanks es un actor fantástico, uno de mis favoritos, y en la gran mayoría de ocasiones que he visto films suyos me ha encantado su espontaneidad y su gran versatilidad; y en esta ocasión no iba a ser menos. En cuanto a Meg Ryan, siempre la he adorado; aparte de que me ha parecido bellísima, también la he considerado una excelente actriz, no sólo cómica, sino también dramática. Lamentablemente a día de hoy se encuentra muy denostada y me da cierta lástima que no tenga mejores oportunidades en la actualidad. No obstante, debo decir que me parecen una pareja fílmica increíble; ya venían de coincidir en la comedia "Joe contra el volcán" y volverían a hacerlo una vez más (con la misma directora, Nora Ephron) en "Tienes un e-mail", unos años después. En lo referente a la historia, como ya he dicho, agradezco fervientemente la ausencia de pasteleo innecesario y asqueroso, haciéndola un film disfrutable incluso para aquéllos a los que no nos molan las pelis románticas. El guión me parece muy acertado, presenta muy bien todos los elementos y acaba uniéndolos de manera sobresaliente. Me parecen unos auténticos puntazos esas referencias al film clásico "Tú y yo", por momentos manejando algunos de los elementos de la misma a modo de remake moderno encubierto (sin llegar a ser un remake), pero de manera muy fresca y bastante original. De hecho, tengo que decirlo y probablemente sea el único que lo reconozca; donde esté "Algo para recordar" que se quiten las dos "Tú y yo"

Primera y casual coincidencia de los dos protas en pantalla

Todo lo que he comentado, han sido aciertos magistrales que le concedieron el aplauso del público y con todo merecimiento, fue un grandísimo éxito y logró recaudar más de 200 millones de dólares en todo el mundo. Para mí, así de claro lo he dicho, es la comedia romántica ideal; sabe contar una historia, entretiene, tiene personajes entrañables y lo más importante, no asquea con empalagamientos innecesarios. La pena es que este tipo de films, sobre esta temática, escaseen bastante. 

El Empire State haciendo señales románticas

*MI MOMENTO FAVORITO: el esperado encuentro entre los dos protas en lo alto del Empire State Building

Una cita inesperada

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