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martes, 11 de febrero de 2014

Romeo y Julieta (1954) de Renato Castellani



Una preciosa ambientación naturista de la Verona del siglo XVI
Grandilocuente y preciosista nueva versión del clásico texto de William Shakespeare, primera adaptación en color existente en el celuloide y considerada, de manera general, como la mejor, más fiel y mejor elaborada de las múltiples que se hicieron de la historia de "Romeo y Julieta". Como ya señalé en mi comentario de la anterior película de 1936, el libreto en sí no es que me chifle, más bien todo lo contrario, a pesar de ser una obra universal (y méritos para ello no le falten), no va acorde con mis gustos; ese excesivo empalagamiento romántico inherente al argumento, crispa a cualquiera que no case con los ideales del romanticismo. No obstante, uno ya sabe lo que se va a encontrar cuando está dispuesto a visionar un film que adapte la famosa tragedia del señor Shakespeare, y yo al menos, soy partidario de ver lo que se precie y más si tiene gustillo a clásico. Así que una vez haberle concecido el beneplácito de haberle echado un vistacillo, puedo afirmar que efectivamente, esta versión me parece bastante superior a su antecesora de 1936. 

Susan Shentall es una Julieta más acorde con la edad del personaje

Romeo (Laurence Harvey) y Julieta se conocen
En primer lugar hay que destacar de esta versió, su maravillosa puesta en escena, en la que se puede admirar preciosos escenarios naturales, localizados en Verona y lugares cercanos de Italia, los cuales corresponden a los originales en los que se desarrolla la historia de Shakespeare; lo que aporta al film un aire de autencicidad superior que la película de 1936, no tenía (ya que en su mayoría había sido rodada en decorados artificiales). Por otro lado, los interiores de este film, evidentemente, sí que han sido rodados en un estudio, pero dan perfectamente el pego debido al diseño tan acertado, a la hora de ambientar la época en la que se desarrolla la propia historia (el siglo XVI), notándose además las referencias de las obras pictóricas renacentistas que sirvieron como referencia a los directores de arte para desarrollar los decorados. También esta versión resulta más acertada en cuanto a la elección del casting, sobre todo en lo referido a sus dos protagonistas, con dos actores más acordes con las edades de los personajes que interpretan. 

Preciosa estampa, parece un cuadro renacentista

La verdad es que lo hacen bastante bien éstos, el atractivo Laurence Harvey está bastante convincente y Susan Shentall aparte, está bellísima, resultando además un rostro más acorde con lo representativo de la época. Estos dos consiguen crear la caracterización de dos personajes que no resultan tan insulsos y gilipollas como Norma Shearer y Leslie Howard, todo un acierto, porque en la versión de 1936, su tragedia personal resultaba por momentos risible e incluso paródica, por esa excesiva teatralidad, que sin embargo, en esta versión se torna más dramática y un tanto más creíble a la hora de representarnos esa tragedia de amor imposible. 

Cortejando en mitad de la noche

Múltiples barreras se anteponen a su amor
Por lo demás, el desarrollo de los acontecimientos argumentales es el mismo que la otra película (obviamente, porque parten del mismo texto y eso no lo van a cambiar), por lo que se puede apreciar el respeto y la fidelidad a la obra de Shakespeare. En resumidas cuentas, tenemos una película bastante arrolladora visualmente, muy bella, con correctos intérpretes que logran una mayor dotación dramática imprescindible para quedar prendado de la historia. En lo negativo, la película dura más de dos horas, lo cual resulta bastante perjudicial en cuanto al ritmo, sobre todo desde la parte en la que los padres de Julieta la obligan a contraer matrimonio para impedirle estar con su Romeo, hasta el desenlace fatal que ya es por todos conocido. El film sufre estancamientos que lo lastran mucho, eso sumado a su contenido hiperpastelero y empalagoso, pues insisto, no es apto para convertirse en plato de buen gusto para aquéllos que, como yo, no tengamos muy abierta la vena romántica. Yo la veo como una versión cinematográfica muy adecuada para todo aquél, que por mera curiosidad, quiera entrar en contacto con el legado de William Shakespeare y no posean la prodigiosa capacidad de verse inmiscuidos en una profunda lectura. No apta tampoco para aquéllos que sufran desamor, puede que les incite a tomar medidas demasiado drásticas. Si es que, ¡cúanto daño ha hecho el romanticismo! Para que luego hablen de las pelis de terror. 

Romeo cree que Julieta está muerta, pero sólo está echando una cabezacita

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