Powered By Blogger

martes, 25 de febrero de 2014

Me siento extraña (1977) de Enrique Martí Maqueda



Laura (Rocío Durcal)
R.I.P. (1944 - 2005)
"Me siento extraña" fue una película que hizo saltar chispas en la España de finales de los años setenta, cuando se estrenó. Se trata de un film, englobado en la época del destape, que basó su fama en la polémica de mostrar sin tapujos, la relación lésbica de dos mujeres; siendo además la primera en nuestro país en abordar dicho tema, con total libertad. Era obvio, que durante ese momento nuestro país estaba viviendo un importante período de transición, atrás se habían quedado los años de dictadura y el público pedía a gritos historias atrevidas. Y eso fue lo que ofreció "Me siento extraña", un film que salvo la breve y famosísima escena de la relación sexual entre sus dos protagonistas, poco o casi nada de interés ofrece. La peli nos cuenta la historia de una pianista, Laura (interpretada por Rocío Durcal, que se despediría del cine tras su participación en este film), que abandona a su marido, como consecuencia de los malos tratos a los que ésta la sometía. Por casualidad acaba viviendo en una vivienda rural, en compañía de una popular y provocativa vedette de televisión, María (la también popular vedette de aquélla, Bárbara Rey), a la que ayudará a componer nuevas canciones para un espectáculo que está preparando. Y claro, entre las dos surgirá un sentimiento muy íntimo, hasta el punto en el que ambas acaban enamorándose. 

La vedette María (Bárbara Rey) posando para un reportaje

Laura y María se conocen...
La mayor parte del film, es un soberano coñazo, divaga entre la comedia picantona y un dramón un tanto rancio, sin decantarse por un género ni otro en profundidad. Los acontecimientos que se van sucediendo, de nulo interés, dejan al descubierto las intenciones reales de sus realizadores a la hora de afrontar el proyecto; tenían que meter una hora y veinticinco minutos de relleno, con la excusa barata de incluir los cinco tórdidos y ardientes minutos que dura el gancho principal, que es el encuentro sexual (muy explícito para la época) de las dos protagonistas. La película, en mi opinión, no hay por donde cogerla; ya que poco sentido tiene casa uno de los acontecimientos que van teniendo lugar. El único momento que me hizo prestar atención es el tenso intento de violación a Bárbara Rey, por parte de tres asquerosos paletos del pueblo, que la asaltan en su casa, en plan típica película exploitation (del tipo "La violencia del sexo") que tan de moda estaba también en la época. Es una escena, que la verdad, me produjo una evidente sensación del malestar y en la que Bárbara Rey demuestra tener cierto potencial interpretativo bastante notable. 

...y se van a vivir juntas

Afortunadamente, la violación no se llega a consumar y la pobre es rescatada por otro garrulo del pueblo, que apiadándose de ella, acaba liándose a palos con los otros tres y auyentándolos. Dicha escena, tiene lugar en los últimos diez minutos de película, tras la cual también tiene lugar el encuentro lésbico entre las dos protas femeninas. Todo lo que acontece a dichos momentos puntuales, es mero material de desecho, así que los pobres espectadores de la época tuvieron que sufrir un 90% de metraje infumable, para deleitarse con la tórdida y vociferada escena de culitos y tetitas que es la que, en resumidas cuentas, la han convertido en una película que aún a día de hoy pueda ser meramente recordada. 

Entre las dos surge un sentimiento más que afectivo

''Me siento extraña''
Polémica aparte, "Me siento extraña" no pasa de ser una mera basurilla picantona muy de la década, que ayudó a dejar arraigada al cine español esa coletilla de "española con tetas y culos" (luego, señores como Bigas Luna o Vicente Aranda harían lo suyo para arraigarla en mayor profundidad). Debo decir que me hace mucha gracia como posteriormente la señora Rocío Durcal (que en paz descanse la pobrecilla), renegó de su participación en esta película, llegando a decir poco menos que hasta la obligaron a realizar la escena de sexo lésbico. Me parece muy absurdo que haya sido capaz de hacer tales acusaciones, porque si ella se bajó las braguitas para hacer semejante escena, seguro que lo hizo con un chequecito de por medio y por mera voluntad propia, no creo que nadie la apuntase con una pistola; además digo yo que de antemano la leería en una cosita llamada guión. 

A María casi la violan unos garrulos pueblerinos

Y al final el roce hace el cariño
En fin, la verdad me sigue pareciendo bastante lamentable la utilización de excusas baratas para justificar de algún modo hechos pasados posiblemente avergonzantes (que por otro lado, no veo de qué tanto se debería haber avergonzado la señorita Durcal, tampoco es que hiciese una guarrindongada de no te menees, y aunque lo hubiese hecho, tampoco es para tirar balones fuera, lo hiciste y se acabó). En fin, un film de cierta relevancia por su contenido polémico (lo que propició su arrebatador éxito de taquilla en nuestro país), pero que a día de hoy resulta vacío de muy poco interés, aparte de un coñazo sublime.

Y dos que duermen en un mismo colchón...

No hay comentarios:

Publicar un comentario