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El cadáver de Anna Fritz (Alba Ribas) |
No cabe duda de que
''El cadáver de Anna Fritz'' posee un argumento un tanto perturbador (bastante de hecho) y que desde luego daba para haber confeccionado un film angustiante y tenso como poco. ¿Qué problema tiene? Pues varios desde mi punto de vista. El primero, y más notorio, que le veo es que, básicamente, su guión es atroz, no hay quien se lo crea debido a la serie de circunstancias absurdas y forzadas que nos va presentando a lo largo de su desarrollo. Sus personajes no ayudan y no porque los actores (me refiero a los tres chavales, la propia ''muerta'' es la excepción) sean bastante herméticos y poco convincentes, sino porque realmente estos personajes en sí, no están decentemente escritos, son subnormales y claro, sus subnormalidades (valga la redundancia) convierten el entuerto en un homenaje al ridículo, y me explicaré. La película se inicia con la noticia de que Anna Fritz, una famosísima actriz de cine, ha aparecido muerta en la habitación de un hotel.
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Los tres chavales protagonistas tienen muy pero que muy pocas luces |
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Violando muertas, ¡muy instructivo, vaya! |
El cadáver es trasladado a una morgue en un hospital donde uno de los celadores, que es gilipollas perdido, le hace una foto y se la envía a dos colegas farloperos que, antes de irse de fiesta, deciden pasarse por el propio hospital para, simplemente, violar a la muerta. Los diálogos de éstos en este primer tercio del film son de traca:
''joder tío, follarte a una muerta, ¡qué pasada'',
''¡tío, es una famosa, ¿qué más da que la haya palmado, es como si estuviese borracha!'',
''¡joder tío, que me he tirado a una muerta, ole por mí!'', y estupideces así que por momentos mientras uno lo está viendo no sabe bien cómo encajar, o bien los tipejos estos son rematadamente retrasados o es que los guionistas no se pararon a pensar en el atentado contra la lógica decente que se estaba ofreciendo a la hora de escribir el libreto. La cuestión es que mientras uno de ellos, está tirándose a la ''muerta'', ésta despierta y se complica todo. Uno de los tres se arrepiente del caso y decide hacer lo debido, avisar que la chica está viva, pero claro, los otros dos saben que si casca (con lo famosa que es además) lo ocurrido, se les jodió la vida para siempre.
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¡Como abra los ojos, te vas a cagar! |
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Pues parece ser que la muerta no estaba tan muerta |
La cuestión es que empieza el debate de si dar la alarma acerca del estado auténtico de la actriz, o si hacerla callar de verdad y que cada uno luego se fuese para su fiestecita a meterse coca. Pasando por alto la tontería de que si, uno, la muerta es muy famosa, ¿qué coño pinta en un hospital cualquiera, a merced de tres idiotas con mierda por cerebro?, si su muerte había sido tan mediática, ¿lo lógico no es que hubiesen llevado el cuerpo a un sitio de más estatus o categoría?, y puestos a ser más retorcidos, ¿nadie se molesto en comprobar si realmente estaba muerta?, porque tratándose de una estrella me parece muy forzado el hecho de que como si nada, la enviasen a una nevera sin ningún tipo de seguridad. Como ya dije, elementos muy forzados para propiciar el hilo argumental, lo cual delata la elaboración de un guión torpísima y nada esmerada.
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''Lumbreras, ¿ahora cómo salimos de este lío?'' |
Técnicamente la peli cumple, sobre todo tratándose de un trabajo novel, y hay que decir que en su tramo final, la cosa mejora y sí que existen un par de buenos momentos de suspense no desdeñables, aparte de que como la peli es bastante corta (apenas una hora y cuarto), no llega a aburrir en ningún momento, pero en líneas generales siendo francos, la historia es torpe y poco efectista, se apoya demasiado en el morbo que plantea su controvertido argumento y obvia el haberle aplicado un poco de cohesión a ciertos aspectos que hacen, insisto, que el guión haga muchas aguas y joroben bastante el hecho de tomársela medianamente en serio. Lo mejor; la actuación de Alba Ribas a la cual le toca ser la ''no muerta'', Anna Fritz, el papel es difícil y lo saca adelante con gran profesionalidad y credibilidad. En fin, que si uno se queda sin verla, tampoco se pierde gran cosa.
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Esta muerta está muy viva |
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