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lunes, 8 de diciembre de 2014

Gilda (1946) de Charles Vidor



Gilda (magnética Rita Hayworth)
Aquí uno de los clásicos más famosos, inmortales e imperecederos de la Historia del cine. "Gilda" es un icono, este film consagró a una cautivadora Rita Hayworth, la cual si bien es cierto, nunca destacó por ser precisamente una grandísima actriz, dejó su imborrable página en el celuloide con una performance que quitaba el hipo. Le bastó un baile sensual, un guante, un par de canciones y recibir un sonoro bofetón por parte de su compañero Glenn Ford, para quedarse grabada en las mentes de millones de espectadores por los siglos de los siglos. Bien vista, "Gilda" tampoco es que sea algo tan rematadamente prodigioso, argumentalmente es simplona adaptando un esquema ya visto en múltiples obras de cine negro. La propia Gilda es una femme fatale de tomo y lomo, la única responsable de la disputa de dos hombres que la adoran y veneran. Uno de ellos es un magnate propietario de un casino en Buenos Aires, Ballin Mundson (George MacReady), el cual en resumidas cuentas es un mafiosete de los de toda la vida, y el otro es el matón y hombre de confianza del primero, Johnny Farrell (Glenn Ford). 

Johnny Farrell (Glenn Ford) y Ballin Mundson (George MacReady),
los dos hombres que se disputan el amor de Gilda

La bofetada más sonora de la Historia
Gilda es la novia del primero, pero también fue la que le rompió el corazón al segundo y claro, su reencuentro hace saltar las chispas de una antigua pasión no correspondida. Celos, romance, melodrama, gángsters, "Gilda" resulta un frenético coctail, es cierto, muy manido hasta para su época. Pero claro, otras muchas pelis jugaron a lo mismo que esta milenaria obra, utilizaron sus mismos clichés y presentaron un planteamiento similar, pero ¿por qué éstas no funcionaron tan bien? Ya lo he dicho anteriormente, la presencia de Rita Hayworth lo fue todo. La arrolladora escena "erótica" (para la época) en la que se despoja de uno de sus guantes al ritmo de la canción "Put the blame on mame" dio la vuelta al mundo y automáticamente la catalogó no como una simple película más. Quizás sí es cierto que "Gilda" está un pelín sobrevalorada, pero no se puede negar que aún a día de hoy, el film posee algo magnético, la Hayworth sigue brillando con luz propia y dudo mucho que esa luz llegue a apagarse a pesar del paso del tiempo. Como Marilyn (por cierto, la propia Marilyn tomó buena nota de los contoneos de la Hayworth, véase su bailecito también icónico en "Los caballeros las prefieren rubias"), Rita Hayworth y su Gilda, se instauraron como algo tan poderoso que es digno de glorificar, paradójico que la segunda también lo consiguiese a raíz de recibir un sonoro bofetón (¡de verlo todavía duele!).

Entres estos dos aún queda algo de ese romance del pasado

 *MI MOMENTO FAVORITO: esas dos grandes actuaciones musicales que se marca la propia Gilda (Rita Hayworth).

''Amado mío''
''Put the blame on mame''

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