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¡Qué terrible pesadilla! |
"El asesino de la isla" (así se llamó este film en España, en su discreta distribución en el mercado doméstico) es sin lugar a dudas una rareza ochentera, digna a tener en cuenta por múltiples razones. En primer lugar por lo atípico que resulta su premisa argumental, ciertamente original en el momento en el que fue concebida. Lo que tenemos ante nosotros es una especie de thriller psicológico que, muy hábilmente intentaron disfrazar de un slasher más, subgénero de plena moda en dicho momento, para convertirla en un producto más atractivo a la hora de ser vendido. Lo que pasa es que resulta un poco dispersa la idea de catalogarla como un slasher (a pesar de que contiene buenas muertes), porque huye bastante del esquema habitual del subgénero en sí. Digamos que la peli parece a priori algo que acaba no resultando, en lo cual radican sus virtudes, pero también sus abismales defectos. "El asesino de la isla" arranca como cualquier otro slasher, cuatro personajes (dos parejas) llegan a una isla remota para pasar un fin de semana en una cabaña. El primer punto que diferencia a esta peli con otros slashers más clásicos, es que los protas no son adolescentes, el tono del film pretende ser más formal y serio (lo cual para mí parte un tanto del encanto característico del subgénero).
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La prota, Kay (Sarah Kendall), la autora de estas siniestras pesadillas |
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¿Un tranquilo lugar para descansar?... |
El segundo punto que marca su diferencia del resto es que se le añaden unos tintes sobrenaturales al argumento que si bien, podría haber resultado un detalle interesante para la trama, acaban siendo tan mal empleados y tan confusos que resultan más bien perjudiciales. Y es que este detalle concreto merece ser comentado con más detenimiento. Resulta que la protagonista Kay (Sarah Kendall), se ve asolada por una serie de aterradoras pesadillas, en ellas ve a un ser espeluznante (una especie de monstruo perverso) que amenaza su vida. Esto conlleva que la pobre se sienta angustiada y preocupe al resto del grupo que teme que se esté volviendo loca. La cosa es que sus pesadillas parecen volverse realidad y eso provoca el hecho de que se vayan produciendo las muertes del resto de personajes. Si bien la premisa es interesante y, además, como bien he visto que han señalado otros, podríamos estar ante un claro antecedente al magno clásico
"Pesadilla en Elm Street" en la que Wes Craven ya confeccionó la perfecta unión entre el tema sobrenatural y el
slasher, exponiendo las pesadillas como vehículos de muertes reales. Si bien es cierto que
"El asesino de la isla" ya manejó dicha
premisa, dos años antes del estreno del emblemático film protagonizado
por Freddy Krueger, eso sí, ambos films, siendo francos, poco tienen que
ver, no por nada el film de Craven se ha instaurado como único y éste
ha quedado condenado al olvido, no con total falta de merecimiento.
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...pues parece ser que no mucho |
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¡Vaya vacaciones os esperan! |
Se agradece el detalle de querer salirse un poco de madres e intentar ser algo originales, el problema es que el guión de esta película es tan atroz y tan extremadamente confuso que una vez visto el film en conjunto, uno no puede evitar quedarse con una extraña sensación de desconcierto. Hay que decir a favor del film, aparte de su variedad argumental un tanto diferencial dentro del
slasher, que posee una atmósfera muy adecuada, siniestra y perturbadora. Los escenarios naturales aportan el mal rollo suficiente como para dotar a la peli de un tono idóneo para una peli de sus características. También destaca, la violencia y el grafismo de los asesinatos. A pesar de que hay muy pocas muertes (sólo hay cuatro personajes contados), hay que elogiar la composición y elaboración de éstas mediante unos maquillajes muy acertados; vamos que a nivel de
gore el film cumple notablemente. No obstante, también es cierto que la película es un tanto plomiza, su
ritmo es muy pausado, está llena de momentos muertos y salvo las escenas
de los asesinatos, pocos instantes llamativos se pueden destacar en él.
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Como ande uno despistado, puede perder la cabeza |
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A ésta no le dio mucho el Sol |
Otro de los grandes problemas que tiene es que no se le saca partido a la figura del asesino; un monstruo realmente aterrador, cuyo diseño es maravilloso y grotesco, se resume su presencia a un mínimo instante de aparición (muy conseguido, eso sí). Pero lo peor de "El asesino de la isla", es sin lugar a dudas, su final. ¡Qué final más espantoso!, aparte es que es ilógico, inentendible. Es de esos finales que no sabes bien como encajar y que te dejan con una clara sensación de tomadura de pelo. Claramente, al acabar de ver la película, te das cuenta de que no te has enterado de nada, ¿todo lo ocurrido ha sido un sueño?, ¿una premonición?, ¿un mal viaje a consecuencia del abuso de las drogas?, "¿pero qué puñetas me acabo de tragar?". En fin, ¿recordáis la pantomima del final de la serie "Los Serrano"?, pues esto es algo por el estilo. Mi conclusión es que la película posee detalles interesantes, tiene momentos potentes, una muy conseguida atmósfera y una propuesta no menos que diferente y original, pero que en cambio resulta aburrida y extremadamente confusa, todo el partido que se le podía sacar se queda resumido a un quiero y no puedo. No obstante y pesar de todo, alentaría a todo admirador del terror retro que le diese una oportunidad, por lo menos es bastante curiosa, ya es más de lo que se puede decir de muchos bodrios de hoy en día.
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El asesino es realmente aterrador |
*MI MOMENTO FAVORITO: la gráfica muerte de Brooke (Carol Kottenbrook), vemos como una horca le atraviesa el pecho desde la espalda. Me encanta esta escena porque está cojonudamente realizada, presenta una labor de efectos especiales gore artesanales, verdaderamente magnífica.
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''¡Ay, qué dolor!'' |
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