Kramer contra Kramer (1979) de Robert Benton

La vida de Ted Kramer (Dustin Hoffman) dará un giro inesperado...

Quien definiese a ''Kramer contra Kramer'' como un culebrón propio de conformar un típico telefilm de sobremesa, podría estar en lo cierto, con la salvedad de que lejos de ser un pastiche sin mérito ninguno (como la mayoría de los engendros que emite Antena3), éste configura detalles de auténtico lujo. La peli nos cuenta el marrón que se le viene encima a un ocupadísimo ejecutivo de publicidad, Ted Kramer (Dustin Hoffman), cuando sin mediar explicaciones, es abandonado por su mujer Joanna (Meryl Streep). El hombre no sólo tendrá que afrontar el duro trago de ocuparse de las tareas domésticas sin descuidar su trabajo, sino que también deberá hacerse cargo del pequeño hijo de ambos, Billy (Justin Henry). Ted deberá ejercer de padre y madre (algo que le era bastante desconocido), y lo más difícil, ganarse el afecto y confianza de su hijo. El asunto irá a peor y la cosa acabará en los tribunales, donde ambos cónyuges llevarán a cabo una batalla legal sin miramientos. Bien, este dramón de argumento sencillo y simple, se convirtió en un grandísimo éxito cuando se estrenó; y es que lo cierto es que el film es la mar de conmovedor.

...cuando su mujer Joanna (Meryl Streep) lo abandona...

...dejándolo a cargo de su pequeño hijo Billy (Justin Henry)

Lo bueno que presenta el argumento es presentar cada una de las acciones de los personajes, como algo creíble, cosa compleja a la hora de abordar un film de estas características, pues quizás lo más típico es llegar a exagerar determinados aspectos en por de lograr un dramatismo exacerbado. Pero ''Kramer contra Kramer'' no busca la sensiblería barata, al contrario, consigue resultar eternecedor y dramático mostrando el desarrollo de los hechos de forma natural, sin forzar, arropado todo por unas interpretaciones magistrales y una dirección más que solvente. Decir que el film fue tan aclamado que incluso llegó a ser premiado con el Oscar a la mejor película, arrebatándoselo a la que partía como favorita, la para mí sobrevalorada ''Apocalipsis Now” de Coppola, y logrando en total 5 galardones, incluyendo el de mejor actor para Dustin Hoffman (que está soberbio) y mejor actriz secundaria para Meryl Streep, significando para ella su primera estatuílla -de las tres que llegaría a ganar- (por cierto que la tía ya cosecha este año su 19ª nominación, vale que sea una actriz superlativa, pero me parece cansino y exagerado nominarla por cualquier cosa que haga, que también hay excelentes actrices a las que no se les hace ni puto caso). 

Ted deberá ganarse el afecto de su hijo

Un ligoteo de Ted, Phyllis Bernard
(JoBeth Williams, la prota de ''Poltergeist'')

Lo que me pareció muy injusto, es que los de la Academia no premiasen la labor del pequeño Justin Henry, que no sólo está inconmesurabe, sino que me parece que es el alma de la película. Ver al pequeñajo llorar a todo trapo en brazos de su padre ficticio en determinada escena, parte de veras el corazón, ¡qué pedazo de actor el niño, en serio!, teniendo en cuenta sus tempranos ocho añitos y esa suprema fuerza interpretativa que muestra, ya lo digo bien clarito; ¡una auténtica canallada no haberle dejado caer en sus manos el premio dorado al mejor actor secundario ese año! En fin, sin más comentarios al respecto. Viéndola con el paso del tiempo, no creo que haya perdido su capacidad de resultar ciertamente enternecedora, aunque sí que quizás sea algo más común el hecho de presentar un tema como el abandono familiar, quizás a finales de los setenta menos candente y explotado, lo cual supuso que fuese más llamativa. Hoy en día puedeKramer tener demasiado pronunciado su tufo a telefilm (¡qué daño han hecho las sobremesas de Antena3, de verdad!), pero no creo que por ello haya que restarle los méritos que de sobra posee, a mí la verdad es que me gustó mucho, consiguió incluso hacerme estar a punto de derramar alguna lagrimita y de emocionarme enormemente (sobre todo el rubiales renacuajo, que es un crack).

Joanna Kramer deramando lágrimas como puños ante el juez