El maestro de ceremonias (Gunnar Hansen) R.I.P. (1947 - 2015) |
Hace tres días falleció
una figura icónica del terror, Gunnar Hansen, quien diese vida ni
más ni menos al aterrador Leatherface en la original ''La matanza de Texas'' de 1974, y aunque su carrera como actor no fue especialmente
llamativa, no se puede negar que su participación en dicho film lo
encumbró sin lugar a dudas como un gran tótem dentro del género.
Pues bien, aprovechando dicha noticia, he decidido hacerle mi
particular homenajillo comentando esta peliculilla, la mar de
desconocida, la cual yo tuve la ocasión de disfrutar en determinada
ocasión hace ya unos años, durante su emisión en aquel magnífico
canal que era ''Calle 13''. Su título es ''La caseta del terror'' y
es ni más ni menos que una antología de cuatro (bueno, en realidad
cinco) historias al estilo ''Creepshow'', las cuales les son narradas
a un par de adolescentes que han ido de visita a una feria (tipo la
de ''La casa de los horrores'') y han entrado en una atracción en la
que un siniestro maestro de ceremonias (el propio Gunnar Hansen) les
hará de hilo conductor entre una y otra a modo de narrador.
Los chavales testigos de las historias |
La primera, con un aire a
lo Clive Barker, nos cuenta el castigo que recibirá un padre
irresponsable y maltradador, por haber cometido el error de haber
preñado a su novia y posteriormente haberla abandonado con su
respectivo retoño. Eso sí, el bebé no es precisamente normal,
necesita alimentarse y sigue una dieta muy particular a base de
bastante dosis de hemoglobina. A este padre se le van a quitar las
ganas de volver a practicar cualquier tipo de actividad sexual a lo
loco.
Un bebé un tanto peculiar |
La segunda nos sitúa en
un ambiente muy rural. Un niño se va a vivir con sus tíos a una
granja retirada de la civilización. El chaval notará que el
comportamiento de sus parientes es un tanto raro, pero lo que no se
imagina es que en realidad son dos hombres lobo. Aún así, habrá
más sorpresitas llegado el final.
Una parejita de licántropos muy mona |
La hammeriana Veronica Carlson |
La tercera nos lleva a la
época victoriana, a un barrio londinense de clase bien en pleno siglo XIX
(cuenta incluso con la participación de la hammeriana Veronica
Carlson). Resulta que a un grupito muy particular de ricachones, no
se les ocurre nada mejor para hacer durante la noche de Halloween,
que una sesión de espiritismo, con el cuerpo presente de una momia
con muy malas pulgas. El resultado será que una de las invitadas será
poseída por el alma de la momia y monte una escabechina de mucho
cuidado.Vamos que no quedará vivo ni el apuntador, como suele decirse.
Sesión de espiritismo con la momia |
La cuarta, con un peculiar
homenaje a Lovecraft, nos hará ser testigos del pacto que hace un
vividor cabeza loca con un tipo deformado que se encuentra recluído
en una vieja y enorme mansión. Este ser de aspecto poco agraciado,
le propone cambiar sus respectivas almas por el cuerpo del otro, a
cambio de una cuantiosa suma de dinero. Nuestro prota acepta el trato
sin ser consciente de la desagradable metamorfosis de la que va a
ser víctima.
Finalizadas las cuatro
historias, la acción regresa a la feria donde el maestro de
ceremonias se reserva una sorpresita que cerrará el film a modo de
una historia más, tan bizarra como el resto. Pues bueno, la película
en realidad es una producción de serie B de escasísimo presupuesto
y de realización precaria y flojilla. No obstante, a mí me gustó,
dentro de sus posibilidades y limitaciones, me llegó a agradar
bastante. Las historias no están nada mal, existe una amplia
variedad de temas relacionados con el terror (véase licántropos,
monstruos, espiritismo, momias, etc.), presenta efectos de maquillaje
muy currados y logrados e incluso un toquecito de gore nada
desdeñable, lo cual la hace una elección bastante interesante para
el aficionado al terror (eso sí, teniendo en cuenta, repito, su
precariedad), a la par de que presenta la oportunidad de ver a Gunnar
Hansen sin portar una aterradora careta y una ruidosa sierra, lo cual
resulta toda una grata curiosidad.
Con sorpresita se cierra la antología |
No hay comentarios:
Publicar un comentario