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Los auténticos Bonnie y Clyde |
Estupendísima película, una joya clave del cine de los años sesenta, recreación de la historia de dos los gangsters más populares de la historia de América. Durante principios de los años treinta, años de la Gran Depresión, una pareja llamada Bonnie Parker y Clyde Barrow, perpetraron una serie de atracos a lo largo de varios estados de los Estados Unidos, teniendo en jaque a las fuerzas de la ley. Junto con el hermano de Clyde, Buck y la esposa de éste, Blanche, formaron la banda Barrow, los cuales fueron cometiendo sendos delitos a lo largo de unos años, hasta que por fin, la pareja líder fue tiroteada dentro de un automóvil, convirtiendo sus figuras en leyendas. A pesar de ser, por ende, criminales al uso, la banda Barrow se ganó la simpatía de gran parte de la sociedad estadounidense que, los veía como unos Robin Hood modernos o algo así, como unos rebeldes contra el sistema. Pero tampoco nos engañemos, la banda Barrow fueron los causantes de hechos delictivos bastante cruentos como para haber sido considerados unos héroes (atracos, asesinatos varios, etc.), lo que no quita que el tiempo no haya elevado a su pareja líder, como ya dije, en una leyenda. El film, dudo que esté enfocado desde una perspectiva realista, porque se inclina muy a favor de sus delictivos protagonistas, dibujándolos como casi casi como los buenos, reservando el rol de villanos a aquéllos que hacen esfuerzos por atraparlos y poner fin a sus fechorías.
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Bonnie y Clyde (Faye Dunaway y Warren Beaty) |
Así mismo Bonnie y Clyde quedan representados como unos figurines que erradian sensualidad y sexualidad (¡tremenda esa escenita en la que la propia Bonnie parece intentar calentar al frío Clyde, jugueteando con su boca el filo de un botellín, simulando lo que ya nos podemos imaginar!). Faye Dunaway y Warren Beaty, son guapos y sexys (muy alejados de la imagen real de los auténticos personajes), pero aparte también son talentosos y demuestran tener una excelente compenetración en pantalla, como pareja cinéfila son soberbios y sus actuaciones icónicas.
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El hermano de Clyde, Buck (Gene Hackman) y su mujer Blanche
(Estelle Parsoms, ganadora del Oscar a mejor actriz secundaria) |
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Jueguecitos erótico-sensuales disimulados |
Así mismo están acompañados por un grupete de secundarios de altura, véase Gene Hackman como el hermano de Clyde, y Estelle Parsons como la mujer de ésta, la cual se llevó un Oscar a la mejor actriz secundaria, en mi opinión bastante merecido porque realizó una correctísima performance de una alocada e histérica Blanche Barrow, aunque a veces peque de ser una tanto excesiva. Por otro lado ''Bonnie y Clyde'' es otro de esos filmes que contribuyó en cierto sentido a cambiar el rumbo que el cine estaba comenzando a tomar a finales de la década de los sesenta. Su director, Arthur Penn, se muestra atrevido, no se corta al plasmar violencia y crueldad en la pantalla, como ya dije fue una época muy rompedora en Hollywood y sus realizadores comenzaban a ser más crudos y apostaron por el impacto visual como nunca. El ritmo del film es frenético, posee acción, dramatismo y romance, todo instaurado dentro de las características de una road movie,
puesto que los protas se pasan practicamente todo el tiempo viajando
sin rumbo fijo en el interior de un auto, circulando por una carretera
que definirá sus trágicos destinos, precisamente será en un auto donde
la fatalidad por fin les encuentre.
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La banda Barrow en pleno atraco |
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La tragedia perseguirá a nuestros protas... |
El final es apoteósico, deja incluso mal cuerpo; habíamos conectado lo suficiente con estos antihéroes, habían sido testigo de sus aspiraciones pues al fin y al cabo el film nos había dejado claro (en la realidad no sé hasta qué punto como ya señalé anteriormente) que no eran tan malas personas a pesar de sus fechorías, y por lo tanto es inevitable no sentir una extrema sensación de congoja interna, acompañada fácilmente por alguna fácil lagrimita. Estéticamente denota un poco la esencia del movimiento de la nouvelle vague francés, dejando claro que en USA comenzaban a tener muy pero muy en cuenta los movimientos artísticos europeos. En resumidas cuentas, estamos ante una película prodigiosa, un clásico de ese cine ''moderno'' que intentaba romper con un clasicismo conservador instaurado durante mucho tiempo en el Hollywood más arcaico, un film de magnífica factura técnica, desolador e imprescindible.
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...hasta llevarles a un tristísimo final |
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