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Grato cameo de Linnea Quigley emulando su personaje en la original |
Remake, totalmente innecesario en mi
opinión, del magnífico clásico ochentero
''La noche de los demonios''. Partiendo de la base de que la original siempre fue una
peli que me fascinó, la verdad no tenía muchas expectativas en lo
que se refería a la calidad de este
remake, pero contra todo
pronóstico me pareció mejor de lo que
a priori me esperaba, eso sí,
desde mi punto de vista, no logra ponerse a la altura de su anterior
versión ochentera. La peli adapta tal cual el argumento de la
original, o sea un grupo de chavales hacen una fiesta, durante la noche de Halloween, en una casona,
cuyo pasado es turbulento y amenaza síntomas de posesiones
demoníacas y estas historias tan acojonantes, y claro, a lo largo de
la noche ¿qué pasará?, pues lo evidente, que irán siendo víctimas
de posesiones demoníacas, ni más ni menos. Creo que el film posee
casi a partes iguales sendos aciertos y errores, así que enumeraré
a grandes rasgos los más destacables a mi modo de ver y por
supuesto, metiendo alguna que otra comparación con su antecesora.
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Preparadas para Halloween |
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Un Edward Furlong muy desmejorado |
El
primero de sus puntos positivos es el tema de la ambientación de la
casa y toda la parafernalia visual, muy conseguida y currada en el
sentido de que es bastante efectivo a la hora de resultar aterradora
y dar el suficiente mal rollo (aún así, creo que la original ganaba
en este aspecto, al ser más oscura), su fotografía colorista le da
un cierto atractivo que como mínimo la hace llamativa. Siguiendo con
las cosas buenas, hay que agradecer la presencia de Monica Keena
(experta en ser una buena
scream queen, que fue la prota de
''Freddy vs. Jason'') como
''final girl'' de turno y la de Shannon Elizabeth
como la perversa Angela, personaje vital y quizás el más recordado
de la película original (interpretado genuinamente por Amelia
Kinkade, también en las dos secuelas de ésta) que la verdad, esta
deslumbrante mujer (guapísima y jovial con 36 tacos encima) lo
desempeña de manera fascinante, sensual y perversa. Por cierto, a
destacar también el cameo/guiño de Linnea Quigley, haciendo alusión
a su personaje de la peli de 1988.
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A la sensual y diabólica Angela (Shannon Elizabeth) le gusta provocar |
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Estas nenas quieren subir la temperatura |
Por otro lado, este film no se
queda corto a la hora de mostrar bastante violencia y efectos
gore
muy currados, en especial el momento ''pintalabios'' (uno de los más
míticos de la original) que aquí es, sinceramente, superado en
nivel de desagrado y grafismo explícito (verlo es mejor que
describirlo). Sin embargo, también tiene la contraparte de que otros
aspectos del film no son tan efectivos, por ejemplo la participación
de Edward Furlong, aquél que fuese el mítico hijo preadolescente de
Sarah Connor en
''Terminator 2, el juicio final'' aquí se ha
convertido en Peter Lorre, al pobre chaval le han pesado los años,
está gordo y muy feo (las cosas como son) y sus dotes actorales se
ven muy perjudicadas, su incoporación en el
casting me parece un
error fatal, porque fastidia bastante el entorno cuando sale en
pantalla. Aunque lo peor que le he visto a la cinta son la
incorporación de bochornosos y cutrísimos efectos digitales, véase
las transformaciones de los demonios que, creo que insultan bastante
la excelentísima labor de los maquillajes convencionales y
artesanales de la original.
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Pintalabios sangriento |
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¡Menudo bocadete! |
Así mismo, el aspecto de los demonios es
bastante lamentable, véase a la Angela con cuernos, es patética, la
Angela original era acojonante y aterradora (e incluso mantenía
atractivo y sensualidad), pero ésta es hasta involuntariamente
cómica, ídem del resto de demonios, dan un poquito de pena en
líneas generales. Argumentalmente, el film posee otra lacra, y es
que empieza muy bien, la acción sube, ocurren la sucesión de
imágenes más sorprendentes y grotescas, y a la mitad más o menos
decae hasta desembocar en un final un tanto abrupto y ranciete. En
resumidas cuentas, como remake de un clásico tan bueno de la serie B
ochentera, cumple de manera satisfactoria en muchos puntos, sin
embargo adolece en muchos lo cual la convierte en una película, como
dije al principio, totalmente innecesaria. Su nula distribución y
escasa cobertura además, la han condenado a la obsolescencia casi
inmediata, siempre podrá en el recuerdo colectivo para los amantes
del género la imborrable versión de 1988.
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¿Truco o trato? |
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