Cantando bajo la lluvia (1952) de Stanley Donen, Gene Kelly

La estrellita de cine mudo, Don Lockwood (Gene Kelly,
grandísimo bailarín, nulo intérprete)

En otras entradas ya he señalado que por lo general, los musicales no me entusiasman precisamente y bueno, "Cantando bajo la lluvia" no es una de esas poquísimas excepciones. Este film se señala, en cierto sentido, como la obra cumbra del musical, por supuesto debido a su infinita fama, más bien la del número que protagoniza Gene Kelly en el que canta y baila la canción que da título al film, obviamente bajo la lluvia (¿no podía ser de otra manera no?), que por la película en sí. Se me hace raro que se la tuviese tan olvidada en la ceremonia de los Oscars ese año, pues sólo recibió dos nominaciones (actriz secundaria y banda sonora), más cuando el género se encontraba en su máximo apogeo tras el triunfo el año anterior de la muchísimo peor y rancia "Un americano en París" (protagonizada también por Gene Kelly). Pero en fin, comentando "Cantando bajo la lluvia", en ella se dan cita nada más y nada menos que los típicos clichés de sensiblería exacerbada característicos en el género en esa época, básicamente un guión simplón y situaciones bobaliconas servidas acorde a un puñado de canciones y números musicales, interpretados por las estrellitas principales, grandes coreográfos la mayoría de ellos sí, pero nulos actores, también (véase el caso más claro de el cabeza del reparto, Gene Kelly). 

El segundón Cosmo Brown (Donald O'Connor, de verdad
no aguanto a este gilipollas y sus horrendas muecas de retrasado)

Don actuando con la estrella Lina Lamont (Linda Hagen)

Debo de reconocer que la película presenta algunos detalles interesantes, principalmente que se desarrolla en el propio universo del cine, y más concretamente, se sitúa en la época de transición histórica del paso del cine mudo al sonoro. Así nos cuenta como una estrella del universo cinematográfico, Don Lockwood (Gene Kelly), se queda prendado de una inexperta aspirante a actriz, Kathy Selden (Debbie Reynolds). El amor, claro está, surgirá entre ellos y él hará lo posible por intentar que ella triunfe a su lado. La oportunidad se le presentará con la aparición del cine sonoro, pues Kathy posee una preciosa voz y ello le dará una idea a Don para proporcionarle a ella el éxito que se merece. El problema es que entre ambos se interpone la figura de Lina Lamont (Linda Hagen, nominada al Oscar por su simpática interpretación, que personalmente, me parece lo mejor de la cinta con creces), una estrella femenina del cine mudo, que tiene mucho tirón comercial, pero una voz capaz de romper cristales de lo chillona y repulsiva que es. 

Cosmo y Don bailando, ¡qué raro!, ¿no?

Don bailando con su amada Kathy (Debbie Reynolds)

La historia en sí, podría decirse que a aquéllos que nos mola el mundo del cine, nos podría resultar ciertamente atractiva, en lo personal adoro esos films en los que te muestran los entresijos ocultos tras la pantalla, cómo son los rodajes, en fin, digamos que nos reflejan el mundillo entre bastidores. El grandísimo problema, pues es el de siempre y eso pues debe tenerse en cuenta cuando se sabe que se va a afrontar el visionado de una película musical, son los numerosísimos parones argumentales, para ofrecer el, para mí, incómodo número de claqué de turno, o la demostración de piruetas que el señor Kelly podía llegar a ofrecer, con cancioncillas pedorras inclusives, las cuales, aunque no vengan con subtítulos incorporados, no debes tener miedo de perderte nada interesante, porque en sí eso es lo que aportan a la historia, un gran nada. El visionado de "Cantando bajo la lluvia" me supuso una solemne petardez, en resumidas cuentas, obviamente por ello, desde mi punto de vista me resulta excesivo colocarle la coletilla de obra maestra, a la que tanto suele ir unida. 

Aquí moviendo el esqueleto con la bailarina Cyd Charisse

¡Qué gran satisfacción haberle podido pegar al payaso de
las muecas un buen palazo en toda la cara!

Si uno sustrae el minutaje ocupado por los números de baile y momentos musicales, se dará cuenta de que lo único interesante que aporta el film, son escasísimos fragmentos, más o menos cómicos, entre un gran montón de metraje de ínfimo valor. Por supuesto, ésta es la opinión de alguien que siente una estima casi nula por el género al que pertenece, alguien que adore el musical perfectamente podría rebatir mis palabras y supongo que su argumento podría ser igual de válido que el mío. Pero aún así, opino que es una película muy sobrevalorada, sobre todo porque salvo, como ya he dicho, el famoso número de Gene Kelly con la lluvia, el paragüas y la farolita, poca cosa (por no decir nada), se recuerda de esta película. Un perfecto ejemplo de eso que se suele decir: "cría buena fama y échate a dormir".

''Singing in the rain, singing in the rain''

*MI MOMENTO FAVORITO: y realmente para mí, el único verdaderamente gracioso del film es cuando se las ingenian de mil disparatadas maneras, para intentar graban la chirriante voz de la actriz Lina Lamont (Linda Hagen), en un rodaje, con desastrosos resultados. 

¿Pero dónde va colocado el micro?