La cola del escorpión (1971) de Sergio Martino

La señora Bruckner (Ida Galli) desolada
enterándose de la muerte de su marido

Dejando de lado por descontado a los maestros Mario Bava y Dario Argento, amén también de Lucio Fulci, uno de los nombres más importantes del giallo italiano fue Sergio Martino (autor de films tan buenos como "La perversa señora Ward" o "Torso, violencia carnal"). Sergio Martino, quien posteriormente declaró ser enemigo del propio giallo por su exceso de violencia y sexualidad (¡manda narices!), nos ofreció con "La cola del escorpión", en mi opinión, uno de sus mejores trabajos. El film es tensión en estado puro, resultando además más que certero en prácticamente todos los apartados; posee una historia muy atrapante, un ritmo trepidante, una magna puesta en escena en la que se destaca una increíble y conseguida fotografía y una excelente banda sonora (muy característica del subgénero) compuesta por Bruno Nicolai, la cual además he tenido la oportunidad de escucharla reutilizada en alguna que otra película del estilo. 

El asesino entra en acción

Colorista fotografía al mejor estilo Argento

"La cola del escorpión" nos presenta un embrollo cojonudo en el que no faltarán asesinatos sangrientos, múltiples sospechosos, líos amorosos interesados, conductas inesperadas de los personajes y giros sorpresa (y de los buenos). Todo esto lo mueve, el motivo de siempre, el dinero. El film comienza con la noticia de que un rico hombre de negocios fallece en un accidente de avión. La única beneficiaria de la póliza del muerto, es su esposa Lisa (la guapísima Ida Galli), la cual se embolsará nada más y nada menos que un millón de dólares. A partir de entonces será cuando empiecen los problemas. Resulta que la mujercita, era una casquivana de mucho cuidado y tenía por ahí algún que otro amante que le daba la caña que el vejestorio del marido, pues no le daba. Así que la señorita, lejos de estar triste por el fallecimiento de su cónyuge, ve la oportunidad de fundirse la pasta con alguna nueva conquista. Pero aquí no queda la cosa, puesto que el muerto también tenía ahí sus lios amorosos (debido al pastizal que poseía, claro), y también hará acto de presencia una de las putillas que se beneficiaba que quiere su parte del dinero. 

Otra víctima más del asesino

Así sucesivamente harán haciendo su aparición nuevos personajes que, de un modo u otro, tendrán relación con el caso. Por supuesto, no tardará mucho en entrar en acción un fiero asesino que, como no, enfundándose unos guantes de cuero negro y una navaja, irá eliminando sucesivamente a esta panda de buitres que se disputan la posesión de la herencia. Será cuando, el principal sospechoso de estos crímenes, el guaperas chulito inspector de la aseguradora, Peter (George Hilton), y una periodista muy atractiva, Cléo (Anita Strindberg), empezarán a indagar las pesquisas de este caso tan difícil de resolver, mientras la policía, evidentemente, desempeña su propia investigación particular. 

Los protas (George Hilton y Anita Strindberg) cuando no están investigando...

Hachazo inminente

En la línea típica de los giallos (véase "El pájaro de las plumas de cristal", "Una lagartija con piel de mujer",...) se recurrió a la utilización del nombre de un animal en el título del film, una utilización no casual, ya que siempre dicho carácter aparentemente sin sentido, acabará convirtiéndose en una pista esclarecedora de la intriga; así pues os instigo a descubrir a qué hace referencia esa cola del escorpión. Como ya he dicho, el film supone un ejercicio magnífico del suspense, lo que lo hace merecedor de ser señalado como uno de los mejores giallos que se hicieron durante la década, muy a la altura de los clásicos realizados por los grandes maestros. A destacar la asombrosa sorpresa final, con un prodigioso giro inesperado de la historia que a mí personalmente me pareció brillante. Señalar también que el film posee una belleza visual impecable, gracias en gan parte a esos fantásticos decorados naturales rodados en Grecia. Sin más ni más, la recomiendo fervientemente, tiene todos los elementos de los grandes giallos utilizados a la perfección para la configuración de un film muy potente y que si bien no alcanza la excelencia, le falta bien poquito. 

Un globo ocular reventado (a lo Fulci)

*MI MOMENTO FAVORITO: ese increíble e inesperado giro final, que obviamente no puedo revelar para no joder la sorpresa. 

La prota a puntito de descubrir la reveladora verdad