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martes, 11 de marzo de 2014

La última película (1971) de Peter Bogdanovich



El trío juvenil protagonista
Polémica película del por allá a principios de los setenta, reputado director Peter Bogdanovich (quien prometía una carrera más prestigiosa de la que posteriormente fue mentor), alabada por la crítica, incluso como una gran obra maestra, lo cual desde mi punto de vista, no es para nada. Ante todo decir que la película sí que me ha gustado, tiene un no sé qué que me resultó atractivo e interesante, aunque eso sí, el término obra maestra me parece que le viene muy grande, ante todo porque presenta una historia enormemente plana. La peli se centra en las peripecias (casi seguramente un tanto autobiográficas del autor del libreto) de un grupo de adolescentes, en un pueblecito norteamericano durante la década de los cincuenta, en una tan compleja etapa vital como es la pubertad. 

La tan insoportable como sensual Jacy Farrow (Cybill Shepherd)

El listillo de Sonny (Timothy Bottoms) aprovecha
cualquier situación para meter mano
El problema que, desde mi punto de vista presenta el guión, es que no profundiza en ninguno de los personajes en sí, presentándonoslos como muñecos que se mueven por inercia o por instinto; personajes tan interesantes como Sam, el león (Ben Johnson), Ruth Popper (Cloris Leachman) o Lois Farrow (la fabulosa Ellen Burstyn, la futura madre de Linda Blair en "El exorcista"), daban para más y sin embargo se quedan algo cojas sus presencias en el film. He mencionado estos personajes porque son sin duda los más interesantes de la película, además de los más emotivos y desgarradores (restringidos por sus cortas aunque potentes apariciones en pantalla). Gran trabajo de los actores que los encarnan Ben Johnson, Cloris Leachman (ambos ganadores del Oscar) y Ellen Burstyn (nominada, que está realmente magistral y suprema). 

El bonachón de Sam, el león (Ben Johnson, ganador de un Oscar al mejor actor secundario)

Jacy zorreando con el guaperas de Duane (Jeff Bridges)
En cambio los personajes de los jóvenes (salvo el de Timothy Bottoms tal vez) resultan bastante irritantes (en especial Cybill Shepherd, personaje plano y estúpido al extremo) o extremadamente insulsos (caso del personaje interpretado por un principiante Jeff Bridges). He de decir a su favor que se me hizo bastante amena y eso que el ritmo es en general lento, pero las interacciones de los diversos personajes que la componen, hacen que te intereses fácilmente por la historia. La verdad es que todo me apuntaba, a priori, que iba a ser enormemente aburrida y en este aspecto me llevé una sorpresa, porque el relato me llegó a enganchar. El guión desde luego me parece lo peor, siendo francos, sino llega a ser por la inmensa calidad de los intérpretes, la película habría naufragado y no gozaría del estatus de obra maestra que por lo visto en la actualidad sigue sosteniendo (seguramente sería más popular si la carrera de su director hubiese mantenido su prestigio inicial). 

A Duane no le funciona el falo

Desinhibición absoluta en la piscina
La historia está plagada por momentos de situaciones bastante absurdas y el libreto brinda situaciones (valga la redundancia) poco inteligentes apoyando su mayor atractivo en este aspecto, en el tratamiento de la sexualidad y el erotismo que serían un gran impacto y provocación en la época de su estreno, pero poco más (incomprensible me parece la pasividad de la gente ante el atropello y muerte de un joven retrasado, o la poca evolución de personajes como el de Cybill Shepherd, o el hecho de excusar como si nada a un tipejo que te ha estampado una botella en la cabeza y casi te deja ciego de un ojo,...), en cambio también es compensada con buenos momentos de gran emotividad que le dan jugo a la historia y que hacen que el interés por ella crezca. 

Sonny le da salami a la viejuna Ruth Popper
(Cloris Leachman, ganadora de un Oscar a la mejor actriz secundaria)

Como ya he dicho, a mí me ha gustado, me ha resultado amena, interesante, presenta una buena interacción de una gran diversidad de personajes (algunos mejores y otros peores), está bien narrada (aunque su historia sea de lo más simple y ciertamente repetitiva), y sobre todo cuenta con su mayor atractivo en las excelentes interpretaciones (que son muchas para quitarse el sombrero) y bien cierto es que la película además posee ese aire de valentía y rebeldía transgresora que atentaba contra los estrictos códigos morales de una época más censurable. Aunque insisto, llamarla obra maestra, es un tanto exagerado.

A nadie parece importarle mucho el atropello de este pobre chaval

*MI MOMENTO FAVORITO: cada una de las apariciones de la fascinante y camaleónica Ellen Burstyn, que interpreta a Lois Farrow, la arisca madre de Jacy (Cybil Shepherd). 

Ellen Burstyn fue nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria ese año

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