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domingo, 13 de julio de 2014

Durmiendo con su enemigo (1991) de Joseph Ruben



La sufrida protagonista, Laura Burney (Julia Roberts)
Un thriller, puede que bastante convencional, pero muy efectivo al fin y al cabo, para conseguir exactamente lo que se propone de principio a fin. En ese momento, principios de los noventa, Julia Roberts estaba de moda gracias al brutal éxito que había tenido "Pretty Woman" y eso generó que se empezasen a crear dos bandos en torno a ella, los que la consideraban una muy buena actriz, carismática y con gancho y los que la tachaban de sobrevalorada y encasillada. Digo esto porque según uno se decante por uno u otro, podrá ver esta película con mejores o peores ojos. En mi opinión, Julia Roberts hace uno de sus mejores papeles; una sufrida mujer, Laura Burney, que se casó enamoradísima de un hombre, que aparentaba ser un amable caballero, Martin (Patrick Bergin), y que resultó ser un auténtico demonio para ella. La verdad desconozco si hubo muchas películas que retratasen la figura del maltratador, pero creo que "Durmiendo con su enemigo" fue una de las películas clave en abordarlo y, considero, todo un precedente. Resulta que esta mujer, vive una situación tan desesperada, que termina fingiendo su propia muerte, por ahogamiento, para conseguir escapar de los abusos tan agresivos de su marido. Cambia de identidad y se va a vivir a otra comunidad lejana, con la esperanza de dejar todo su agónico pasado atrás. Por supuesto, al ser un thriller, sabemos que no todo será un lecho de rosas, y que la figura del obsesivo marido estará tras de ella, una vez éste se huela que en realidad ella sigue con vida. 

El marido, Martin (Patrick Bergin), un cerdo y agresivo maltratador

Laura finge su muerte para escapar de su marido
Bueno, decir que es una película a la que le tengo bastante cariño, en primer lugar porque fue de ésas que veía de niño acompañado de mi madre, o bien alquiladas del videoclub o emitidas por la televisión (ésta por cierto, hubo un tiempo la echaban constantemente en TVE-1) y en segundo porque fue la película que me convirtió en fan acérrimo de Julia Roberts que, como ya he dicho, me parece que hace un excelente papel. El film tiene drama, suspense, tensión, cada cual en su justa medida y muy bien aplicados en el momento preciso para construir una historia, puede que simple y un tanto poco sorpresiva, pero muy entretenida y plenamente efectiva a la hora de enganchar al espectador. El director, que venía de dirigir ya un interesante thriller llamado "El padrastro" y que posteriormente nos regalaría, desde mi punto de vista, otro de los mejores thrillers de los noventa, "El buen hijo", maneja bien las situaciones y nos mete notorios homenajes a Hitchcock, muy bien planteados (a destacar el magnífico clímax final, que si bien presenta digamos los clichés del género, compone una perfecta situación de tensión que fácilmente puede hacer que nos mordamos las uñas). 

Laura cambia de identidad y de lugar de residencia...

...y hará muy buenas migas con Ben (Kevin Anderson)
A destacar detalles como la magnífica banda sonora del oscarizado Jerry Goldsmith (la melodía principal es verdaderamente preciosa), un ritmo muy ágil que en ningún momento hará que la pelícual se torne mínimamente aburrida y por supuesto, las interpretaciones principales; porque si Julia Roberts está magnífica como sufrida víctima, lo mismo podemos decir de su némesis, Patrick Bergin, que hace un papelón como malvado marido, absorvente, cruel, obsesivo y maltratador. Véase lo genial que retratan en la película este personaje, pues comprobamos como todo esa ira y ese rencor que deposita contra su indefensa mujer, es fruto del amor que siente por ella, porque en el fondo sin ella no es nadie (necesita tenerla para dominarla como a un objeto), algo que parece ser bastante inherente en perfil de un maltratador real, y este actor clava a la perfección este perfil, resultando muy pero que muy creíble. 

Ben la ayudará a superar los malos tragos del pasado

Pero el marido sospecha el engaño...
A su vez como broche final, el film se cierra con una asombrosa evolución del personaje femenino principal, una mujer que era sumisa, definitivamente acaba plantándole cara a su miedo, para conseguir verse libre de él, y termina sacando su lado más fuerte, hasta ese momento nunca visto. Yo siempre he visto "Durmiendo con su enemigo" como una crítica contra el maltrato doméstico (que desgraciadamente sigue estando muy presente en la sociedad y del que la mayor parte de las víctimas son mujeres), y que quizás en su momento tuvo hasta una labor concienciadora, porque no estaba tan a la orden del día dicho tema. Visto desde ambas perspectivas, como elemento ciertamente crítico y como thriller de entretenimiento, me parece que da en el clavo y resulta muy acertada. El film fue un gran éxito de taquilla (con un presupuesto de 19 millones de dólares, recaudó sólo en Estados Unidos, 100 millones), lo cual contribuyó no sólo a la intensificación de la fama de su aclamada protagonista, la cual había iniciado una imparable carrera hacia la cúspide cinematográfica de Hollywood, sino también que el género del thriller se posicionase como uno de los más recurridos y exitosos del momento; en un período de dos años una larga lista de ellos plagaron las pantallas del mundo entero (muchos con gran éxito), véase "La mano que mece la cuna", "Acosada", "Instinto básico", "El buen hijo", "Acoso", etc. A mí me encanta esta película.

...y estará dispuesto a todo para encontrarla

*MI MOMENTO FAVORITO: el genial clímax final en el que víctima y victimario se verán de nuevo las caras. 

Cambian las tornas

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