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martes, 1 de julio de 2014

The Forest (1982) de Don Jones



De acampada por el bosque
En realidad, llamar mierda ochocientos millones de veces a este engendro insultante, no llegaría a aproximarse ni tan siquiera, a lo vergonzoso que resulta semejante abominación. "The Forest" ("el bosque") es una porquería, no de serie B, sino de serie Z (y ni tan siquiera, vamos, a su lado cualquier basurilla de la Troma parecería una obra maestra), rodada seguramente con cuatro dólares por cualquier mindundi que se creía director y por un equipo que no tenía ni puñetera idea de lo que significaba hacer una película mínimamente decente, que intentaron colar como un slasher más, de esos tan populares en los ochenta (de verdad, lo que dieron de sí, ¡madre mía!). Así que "The Forest" es una cosa rara que a priori parece un slasher, y digo parece, porque en sí, no lo es, aunque por su línea argumental parezca indicar semejante falacia. La película trata sobre dos parejas (imbéciles todos), que deciden irse a pasar unos días de acampada al bosque (¡cómo no!), pero en un alarde de soberana estupidez, las dos mujeres deciden irse por su cuenta un día antes, de que se vayan los dos hombres, los cuales irán en su búsqueda, tras la desaparición de ellas, porque obviamente irán a parar a un lugar donde habita un psicópata que mata gente y luego se las come. 

Los peligros de acampar en zonas poco seguras

Psicópata y caníbal, pero muy diplomático
Este tipo vive en una cueva en el bosque, y vive de lo que caza, pero no tiene inconveniente en ser muy diplomático e invitar a sus víctimas a comer carne humana y todo, a la luz de la hoguera. Pero es que resulta que, este tipo mató a su mujer y a sus dos hijos, y la mayor coña presente en el hilarante argumento, es que los espectros de éstos hacen acto de presencia ante las posibles víctimas del caníbal y hablan con ellos como si nada, incluso les advierten del peligro. La película perfectamente podría haber supuesto el resultado de una juerga repleta de drogas y alcohol, porque sino no se explica la suprema gilipollez que resulta. Además está filmada como el culo, no hay nada que denote que una mano que haya estudiado dirección de cine, se encuentra tras su realización. Es aburrida, carece de asesinatos vistosos, no hay sangre, los actores son atroces, los personajes infumables y por supuesto todo esto acaba configurando un esperpento difícil de digerir. No hay por qué extenderse más, es un mierdón como un camión, un insulto al slasher y un insulto a todo lo que vendría a llamarse Séptimo Arte, una enorme boñiga llena de moscas tiene el mismo valor que esta patata infecta. Afortunadamente se haya en paradero prácticamente desconocido y es muy difícil de localizarla, el tiempo pues, le ha hecho justicia y la condenado a la obsolescencia que se merece. 

Unos niños fantasmas muy petardos

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