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domingo, 27 de julio de 2014

Crimen en la noche (1972) de Bob Clark



El joven Andy (Richard Backus) recién llegado de Vietnam
En 1972 todavía la guerra de Vietnam mantenía divididas las conciencias humanas, brutales actos de barbarie comenzaron a ser emitidos a través de los televisores de medio mundo, retratando la visceralidad de un conflicto bélico que, como todos y cada uno de ellos, resulta espeluznante. No cabe duda que la guerra de Vietnam fue un acontecimiento que modificó, los estados de vida de una gran parte de la población (especialmente la norteamericana) y por supuesto también aportó dichas modificaciones en el Arte, y como no podía ser de otra manera, en el cine. "Crimen en la noche" es un film de culto, injustamente bastante olvidado, que representó de manera brillante y metafórica el desquebrajamiento de esa sociedad a raíz de las dramáticas consecuencias de la guerra. Bob Clark, quien sería el artífice de la posterior y popular saga de "Porky's", desarrolló una película clave para el género de terror, aportando sendos granitos de arena a un tipo de cine del género que confluiría su máximo apogeo durante los ochenta, tomando sendas referencias de un clásico anterior tan magnánimo como "La noche de los muertos vivientes", la cual fue concebida, como bien señaló su director George A. Romero, como una crítica (a través de la imagen de los zombies) a la propia guerra del Vietnam (que aportaba muertos en vida). 

Misteriosas muertes comienzan a suceder desde el regreso de Andy

Los padres de Andy notan algo raro en él
Norteamérica se llenó de "zombies" en aquella época, personas deshumanizadas que volvían con las mentes destrozadas del campo de batalla, gentes a las que no se les reconoció mérito ninguno y que entregaron su rigor a una causa absurda, pagando un caro precio por ello, su vitalidad. Dicha premisa le sirvió a Alan Ormsby, habitual colaborador de Bob Clark, para crear un guión en la que un joven norteamericano, Andy (Richard Backus), regresa de combatir en la guerra de Vietnam, para gran consuelo y alegría de sus familiares que celebran su vuelta con entusiasmo. Pero la felicidad sólo es pura fachada, el chaval es una especie de zombie-vampiro, ¡algo curioso!, ¿verdad? Pero no es un zombie en el amplio sentido de la palabra, el chico tiene un aspecto saludable, se asea, va bien peinado, en fin que es muy muerto viviente muy cool; pero carece de alma y de esto no tardan en ser conscientes sus progenitores. 

¡Cuidado chaval, que te estás descomponiendo!

El padre (John Marley) saca las armas
Lo peor del asunto es que según avanza la película, iremos viendo como el chico va sufriendo un incómodo proceso de descomposición, lo que conlleva a que su rostro se vaya convirtiendo poco a poco en un amasijo de carne descompuesta. Para retrasar dicho proceso, deberá ingerir cantidades de sangre de personas vivas. No se puede negar que "Crimen en la noche" parte de una premisa muy llamativa y muy original, posee un guión que combina a la perfección elementos aterradores con puro drama, y es que en resumidas cuentas no dejaremos de sentir cierta lástima por el desgraciado protagonista, envuelto en una circunstancia muy jodida sin comerlo ni beberlo. A destacar que este film supuso el debut del gran Dios de los maquillajes grotescos, Tom Savini, que ya dejó muy claro que manejaba el látex como nadie para confeccionar repulsivos efectos la mar de creativos. Sin más ni más, "Crimen en la noche" se tiene merecido su catalogación de clásico de culto, lamentablemente no ha sido amparada por la fama que se merecía, pero no por ello deja de ser una pieza súper recomendable que delataba que Bob Clark se desenvolvía a la perfección dentro del género, cosa que corroboró con la magna "Navidades negras".
 
La cara más siniestra de Andy

*MI MOMENTO FAVORITO: ése en el que nos muestran lo muy peligroso que puede resultar ir a un autocine con un zombie, por muy colega tuyo que sea. 

''Tronco, ¿me pasas las palomitas o te muerdo una oreja?''

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