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sábado, 31 de enero de 2015

El ciempiés humano 2 (2011) de Tom Six



El grotesco protagonista (Laurence R. Harvey)
Secuela de "El ciempiés humano" que se aleja por completo de la original y claro, ahí está el problema; aquí asistiremos si ningún tipo de remilgo, al mal gusto personificado (y lo digo en el peor de los sentidos). La primera me había parecido una película muy buena, muy angustiante en la que predominaba el terror psicológico y te creaba una sensación de tensión y desestabilidad como pocas veces he visto en una pantalla. Pues bien, el mismo director ha querido ir más allá para dar de qué hablar, y bueno, eso lo ha conseguido, pero desde luego lo que también ha conseguido es hundir todo lo bueno que había logrado en el primer film. Esta secuela (rodada en blanco y negro) es pura casquería y demencia, no hay ningún interés en crear tensión, se vuelve ilógica y rematadamente estúpida. Sólo interesa mostrar una sucesión de escenas de lo más asquerosas y repugnantes (escatología incluida). 

Preparado para crear un ciempiés humano mayor

A torturar se ha dicho
Mientras la primera se preocupaba en mostrarnos la horrenda experiencia de los protagonistas, sus intentos por sobrevivir y su devastadora agonía, esta segunda pasa de las víctimas para convertirlas en puros objetos sobre los que cometer barbaridades varias. Además es un coñazo, mientras la primera era muy efectiva a la hora de meterte en la historia y desgranando poco a poco el interés, esta secuela en un verdadero plomo. El protagonista es horrendo, no porque sea feo que también, sino porque el tratamiento del personaje es verdaderamente lamentable. En definitiva, se ve que el único interés del director era superar a nivel de guarradas a la primera parte, sin más, no le ha interesado para nada crear un buena historia y una buena película de terror psicológico, como su antecesora. Visto lo visto me plantearé seriamente si ver la tercera película, que está ya a la espera de estrenarse, porque supongo que (visto lo visto) lo único que hará será intentar plasmar más ideas vilmente guarras y obscenas para llamar más la atenciónsi cabe, eso es lo que diferencia a un pretencioso de marras de un buen creador de historias. En fin, yo no recomiendo esta mierda, ni siquiera para lo que, como a mí, les ha gustado la muy correcta primera parte. ¡Horroroso bodrio!

Un ciempiés humano más multitudinario

viernes, 30 de enero de 2015

El padrastro (1987) de Joseph Ruben



El psicópata Jerry Blake (Terry O'Quinn)
Discretito thriller ochentero que, a pesar de su simplona premisa y su banal realización, creó su escuela y es que aportó su granito de arena a poner de moda una buena oleada de thrillers con personajes psicopáticos que tuvieron su gran apogeo durante los noventa, véase ''La mano que mece la cuna'', ''Durmiendo con su enemigo'', ''El buen hijo'' (éstas dos además, del mismo director que la que nos ocupa), ''De repente un extraño'', y un largo etcétera. En lo personal creo que ''El padrastro'' tiene algún detallito digno de rescatar, aunque por lo general es un film muy descafeinado y decepcionante, y me explicaré. La peli arranca de forma potente, y lo suficientemente desgarradora como para ponerte el corazón en un puño, lo cual parece inidicarte que vas a ver un film potente (valga la redundancia) y ciertamente acojonante. Un tipo (sensacional Terry O'Quinn, posteriormente popular gracias a la serie ''Perdidos''), acaba de matar a una familia entera (madre e hijos), observamos como se está acicalando el muy cabrón después de haberlos masacrado a todos a puñaladas, ¡y el tipo tan fresco! 

Así reacciona el loco éste cuando su ''familia'' no le agrada

Jerry con una nueva familia
Resulta (y no desvelo nada que el argumento no haga de inmediato) que este señor es un psicópata cuya mayor obsesión es tener la familia ideal, así que va cambiando de familia progresivamente (como el que cambia de camisa) y cuando ésta no corresponde con su imagen de familia perfecta, automáticamente los asesina a todos y se busca otra. Y así comienza ''El padrastro'', ahora este asesino ha puesto sus ojos en una nueva familia, compuesta por una madre (Shelley Hack, famosa por su participación en la mítica serie ''Los ángeles de Charlie'') y su hija adolescente (Jill Schoelen, un rostro bastante habitual en pelis de terror de serie B ochenteras). A partir de entonces la peli pega un bajón estrepitoso, se va mucho por las ramas y se vuelve muy inocentona y suave, algo indignante teniendo en cuenta, como ya he dicho, un comienzo tan agresivo.

La madre, Susan (la ex-ángel de Charlie Shelley Hack)...

...y la hija adolescente Stephanie (Jill Schoelen,
curioso topless tratándose de la jovencita protagonista)
No le beneficia ese tufo a telefilm tan incómodo, ni una dirección muy plana (excesivamente plana diría yo). Tampoco posee una atmósfera opresiva, ni el suficiente suspense capaz de hacer que te muerdas las uñas (y por supuesto de sangre, cero), sin más no se aprovechan muchos detalles del argumento que la hubiesen convertido en algo más potente. Al final la cosa se pone más interesante y cuando se descubren las intenciones psicopáticas de este padrastro, aflorará un poco la tensión inexistente durante el grueso del film, pero también de forma un tanto flojucha, sin un desenlace tenso por ejemplo al nivel de la magna ''La mano que mece la cuna'' (por mencionar otro film de similares características). A su favor hay que mencionar la magistral interpretación de Terry O'Quinn como el perturbado padrastro (¡sensacional el tío!), esa ambientación ochentera (para gusto de los nostálgicos) y que en líneas generales es un film que se puede ver sin miedo a aburrirse, aunque sea un tanto flojito. Sin más es una peli de suficiente raspado, ni emociona, ni cautiva, ni impresiona, te la tragas con facilidad y la olvidas con la misma facilidad. A pesar de todo, se ve que tuvo la suficiente repercusión para llegar incluso a generar dos secuelas más y un remake en 2009 (los cuales ya comentaré). 

Mejor no cabrear a Jerry

Django (1966) de Sergio Corbucci



Django (Franco Nero), el más chungo del Oeste
A todos los que el nombre de ''Django'' os suene a nuevo debido a la patata de serie B, hecha con presupuesto de superproducción, del señor Don Plagio Quentin Tarantino, ''Django desencadenado'', pongo en vuestro conocimiento de donde salieron las ideas iniciales. ''Django'' (a secas) es un spaghetti-western italiano (¿de dónde iba a ser, verdad?) dirigido por otro Sergio (que no Leone) menos popular (que Leone), un tal Sergio Corbucci (habitual también en el género, pero a un rango inferior que su famoso tocayo), y que a día de hoy, con la puñetera excusa de su redescubrimiento, parece tratarse de un absoluto film de culto, perseguido y adorado por todo gafapastas que pretende ir de culto o de incondicional admirador del ''semidios'' Tarantino. Bueno, no voy a decir que me llevado grandes sorpresas con este film, pues al fin y al cabo estamos ante un western y prácticamente todos son calcados unos a otros, no es discutible, al fin y al cabo todos los géneros tienen sus clichés, aunque sólo parezca ser criticado por ello (y a malas) el de terror, y precisamente como es un género que no me gusta, más bien lo detesto un poquito, puedo decir que ''Django'' me ha parecido una bochornosa mierda. 

Django es imparable con su trabuco

Habitualmente en los westerns, las mujeres son ceros
a la izquierda, y aquí no hay excepción
En el film tenemos al típico protagonista, Django (interpretado por un rostro mítico internacional, Franco Nero), antisocial, rudo, antipático, creído, chulesco e invencible. El tipo entra en escena caminando con un ataúd y llegando a la típica taberna (creámonos que estamos en el Salvaje Oeste Americano, aunque realmente, con casi toda seguridad fuese Almería) y reclama la presencia del típico forajido del pueblo en cuestión, al que nadie le tose, porque desea que se convierta en el ocupante del ataúd que transporta, como método de venganza personal por el típico ajuste de cuentas que tienen pendiente desde el pasado. Con este argumento podría estar hablando de ''Por un puñado de dólares'', de ''La muerte tenía un precio'', de ''Infierno de cobardes'' o de tantas otras cualquiera, que son todas iguales, pero es que encima ''Django'' es más pachanguero, más cutre, porque carece del estilo visual y de la destreza de por ejemplo (no se puede nombrar a otro) un Leone. ''Django'' es un film malo en su contexto, visualmente reprobable, actoralmente atroz y argumentalmente ridículo. 

El malo maloso, el mayor Jackson (el español Eduardo Fajardo)

Otro español, José Bódalo haciendo de bandido mexicano
El film presenta tal cantidad de despropósitos ridículos que uno viéndolo llega a dudar si en realidad no estamos viendo una parodia del western, más que un western en sí, sin embargo parece ser que pretendía ser algo serio. El protagonista es capaz de matar sin pestañear a todo un ejército de tipo, con un pedazo de trabuco impresionante (similar a una ametralladora, el cual lo transportaba dentro del ataúd) y ¡ojo! sin ni siquiera herir a ninguno de los caballos de los forajidos (las balas son mágicas), y todo en cuestión de segundos. Por supuesto, debido a esa destreza, se convertirá en el blanco de los malos malosos, aparece un grupo de vándalos mexicanos (con acento de Andalucía, ¡qué risas por Dios!) que querrán dar por el culito a diestro y siniestro, se complica el entuerto con la apropiación indebida de un botín y más mierdas del estilo, para en resumidas cuentas acabar todo como el Rosario de la Aurora, todo el mundo liándose a tiros con todo el mundo, en un espectáculo de violencia gratuita de aúpa (de hecho, he leído que este film llegó a ser prohibido en algún que otro país debido a su excesivo contenido violento, para la época). 

Rebanamiento de oreja copiado por Tarantino en ''Reservoir dogs''

En una escena hasta se puede ver como le rebanan la oreja a un pobre desgraciado, escena que Tarantino reconoció (¡ojo!, lo reconoció y todo) haber copiado para su ''Reservoir dogs''. También aparece alguna que otra mujer por ahí, haciendo de puta y teniendo una cantidad de diálogos tan trascendentales que perfectamente podrían haber sido escritos en una servilleta (no hace falta ser un lince para ver que el western es el género más misógino que pueda existir, algo que paradójicamente suele omitirse de forma bastante recurrente). Y entre tanto tirito y tomatito, va pasándose una infame hora y media de aburrimiento y apología al absurdo, a mí (lo repito) me ha parecido una auténtica mierda, no puedo destacar ni el más mínimo detalle que me haya resultado interesante, es de esos mojones que prefiero formatear rápidamente de mi cabeza (en la papelera de reciclaje está mucho mejor), pero bueno si se ha convertido en un film de culto, será que ha cosechado los suficientes adeptos para ello -a ver si ahora a Tarantino se le va a dar de fábula eso de reciclar basura-.

Que sí, que ha quedado claro que con el trabuco eres único

jueves, 29 de enero de 2015

Big (1988) de Penny Marshall



El pequeño Josh (David Moscow)
¡Qué película más entrañable! Tal vez no sea perfecta, de acuerdo, seguramente aquel que presuma de ser un intelectual curtido y requetecurtido en lo referente a lenguaje cinematográfico podría exponer cientos de aspectos en los que ''Big'' podría ser mejorable, de acuerdo, pero de una cosa no cabe duda, es una de esas joyas que nos ha emocionado y seguirá emocionando a un amplio número de personas que tuvimos la suerte de verla o bien en nuestra juventud-infancia-adolescencia más ingenua e inocente. ''Big'' nos cuenta la historia de un niño, Josh (David Moscow), el cual desea más que nada, pues lo que muchos deseamos cuando somos unos renacuajos; ser adulto, y tendrá la suerte de que su deseo le será concedido cuando se lo pida a una misteriosa máquina en una feria. Recuerdo cuando veía esta película de niño me decía a mí mismo: ''guau, ¡qué pasada, poder ser mayor de la noche a la mañana!, sin nadie que te diga lo que tienes que hacer, sin tener que ir al colegio y aguantar a los maestros petardos de turno, con libertad para cualquier cosa''

Josh desea ser mayor...

...y su deseo se hará realidad
Pues bueno, Josh amanece al día siguiente como un hombre hecho y derecho (en apariencia física) y con pelo en el pecho (con el rostro de un inigualable y magnífico Tom Hanks), y vivirá en su carnes de primera mano lo que significa ser un adulto, aunque en realidad conserva la mentalidad de un niño de 12 años. Verá pues que ser una persona mayor no es tan divertido como parece, y que si bien está el pro de poseer independencia y libertad sin que nadie te pueda limitar, también existen otros contras como otro de responsabilidades (de las que nos somos conscientes siendo tiernos infantes y que según vamos creciendo, nos vamos dando cuenta de su jodida existencia). El film por lo tanto representa un fantasioso relato la mar de tierno, disfrutable tanto para pequeños como para adultos, en el que en resumidas cuentas se nos expone la premisa de ''no tengas prisa, disfruta cada momento de tu vida'', ''la vida es un recorrido con diferentes etapas, cada etapa llega a su tiempo, y cada etapa posee sus virtudes e inconvenientes''.

El Josh adulto (Tom Hanks) mantiene la mentalidad de un niño de 12 años

Josh pasándolo pipa con su mejor amigo Billy (Jared Rushton)
Recuerdo que cuando la vi siendo un crío ''Big'' me fascinó por sendos motivos, porque me permitía la posibilidad de visualizar el mundo adulto desde los ojos de un infante -lo cual era maravilloso- y ahora, vista años después, me sigue fascinando por otros motivos porque me hace enmarcarme en otro contexto distinto y opuesto, me hace ver el mundo de un niño desde los ojos de un adulto y a la vez irremediablemente me obliga a transportarme automáticamente a aquellos maravillosos y nostálgicos años en los que pelis como ésta tanto me hicieron disfrutar e incluso soñar despierto. Ésa es la magia, que tanto recalco, que poseían muchas de estas magníficas joyas de los ochenta, la capacidad de transmitir valores, a la par que entretener, algo que (es que me cago en la leche) hoy se ha perdido en la mayoría de films que desfilan por la taquilla. En fin, afortunadamente siempre nos quedará la posibilidad de seguir visionando una y otra vez genialidades como ésta. 

Las chispas saltarán entre Josh y Susan (Elizabeth Perkins)

Por cierto, hay que destacar el hecho de que gracias a este trabajo, se comenzó a considerar a Tom Hanks en Hollywood como el gran actorazo que en realidad es, bastante encasillado durante los ochenta como intérprete de segunda fila únicamente válido para encarnar personajes un tanto bobalicones dentro del género de comedia; y es que esta magnífica interpretación le valió su primera nominación al Oscar, pues dentro de su vertiente cómica (indudablemente inherente en su papel) también supo demostrar un arrollador toquecito dramático, lo cual comenzaba a dar muestras de su envidiable versatilidad.
 
Susan no puede imaginarse que en realidad está tratando con un niño de 12 años

*MI MOMENTO FAVORITO: siempre quedará especialmente para el recuerdo ese número musical sobre ese gigantesco piano. 

¡Gran dúo!

La tentación vive arriba (1955) de Billy Wilder



Richard Sherman (Tom Ewell) se siente muy viejo;
aquí atendido por una enfermera (Carolyn Jones)
¿Qué tiene ''La tentación vive arriba'' de especial? Sin más, el famosísimo fotograma en el que a Marilyn Monroe se le sube la falda con los vapores que salen de la rejilla del metro y el aliciente de haber sido realizada por un magno maestro del Séptimo Arte, Billy Wilder, y ya está. El resto es insustancial, vacío, de interés nulo. Francamente creo que he visto pocas películas en mi vida, que estén más sobrevaloradas que este soberano mojón, este truñaco disfrazado por los críticos como una obra maestra del cine, una deliciosa comedia que patatín y patatán, como suelen señalarla con sus bonitas y finas palabras a la hora de reivindicarla como un clásico imprescindible. Yo recuerdo que me aburrí como una ostra viéndola y es que, sinceramente, ''La tentación vive arriba'' me parece un film estúpido, de argumento ineficaz a la hora de transmitir algún tipo de emoción, algún tipo de enganche con el espectador; es de verdad, lamentable que se siga defendiendo a ultranza la valía de esta película como joya del celuloide por mucho que la haya hecho el gran Billy Wilder (insisto ni un solo director, por muy bueno que sea, se ha librado de hacer alguna que otra mierda) y por muy mona, atractiva e icónica que resulte la propia Marilyn. 

La provovatica vecina de Sherman (Marilyn Monroe),
la cual sólo duerme con unas gotas de Chanel Nº5

No sabe nada el viejales
Con este film, me pasa como con ''Desayuno con diamantes'', sobre ambos pesa más la imagen representativa de sus protagonistas femeninas (Marilyn Monroe y Audrey Hepburn), y gracias a un simple fotograma, las pelis han quedado instauradas como iconos inmortales, aunque en realidad, sus contenidos sean de lo más banales e insustanciales que te puedas tirar a la cara. Yo ya lo digo, sufrí una vez el soponcio de tragarme ''La tentación vive arriba'', y desde luego no pienso pasar por semejante experiencia una segunda vez (a no ser que sea por una causa de fuerza mayor que me obligue a ello), para el recuerdo siempre nos quedará ese instante de reflexión en el que la ingenuidad del personaje de Marilyn Monroe analiza la película ''La mujer y el monstruo'' después de salir de verla en un cine, asegurando haberse apiadado del propio monstruo, que al fin y al cabo sólo buscaba el amor; un momento que me pareció la mar de curioso e interesante por semejante guiño cinematográfico; amén por supuesto de la escenita de la falda subida.

La famosa falda ascendente

miércoles, 28 de enero de 2015

Scar (2007) de Jed Weintrob



La prota, la sufrida Joan Burrows (Angela Bettis)
''Scar'' es una película que pasó totalmente desapercibida, a pesar de su exhibición en 3D en las salas comerciales (gancho publicitario muy a la orden del día) y que, honestamente, sin ser nada del otro mundo me parece que ha sido injustamente muy denostada. En la mayor parte de comentarios que he leído sobre ella, se la tacha por ser una mera imitación (o más bien plagio) de ''Saw'', algo con lo que no estoy para nada de acuerdo. Exceptuando el recurrido tema del torture porn del que hace gala (como tantas otras del momento), ''Scar'' presenta un argumento que no guarda la más mínima similitud con ''Saw''. Para empezar en este caso, tenemos a un asesino que sí mata directamente a las víctimas, en un retorcido y sádico juego que pone los pelos de punta, si bien el planteamiento podría recordar lejanamente a los entresijos de Jigsaw, existen múltiples diferencias que hacen distanciarse a ''Scar'' de la ilógica y enrevesada trama de la interminable y cansina saga ''Saw''. Francamente creo que las fuentes más meritorias de ''Scar'' son los slashers ochenteros y thrillers noventeros, con los que guarda más similitud. 

El psicópata Bishop (Ben Cotton) torturando que es lo que se le da bien

Así me gusta, jovencitos toláis como carne de cañón
Por otro lado convendría hacer hincapié que ''Saw'' no ha inventado nada, por lo que los que atacan tanto a este film con la falsa premisa de que es una mala copia de ''Saw'', habría que hacerles comparar a los muchos otros plagios de infinidad de pelis anteriores, perpetrados por los creadores de tan popular y sangrienta saga. Este film me ha gustado especialmente por dos razones; una por el interés del director y del equipo por tratar de recuperar el espíritu tan excepcional de los filmes de terror de los ochenta, huyendo de muchos de los errores en los que cae el cine de terror actual como es un ritmo excesivamente rápido (la acción se toma su tiempo en ocurrir dándonos la oportunidad y de conocer la psicología de los personajes principales haciendo que nos encariñemos con ellos), evitando la utilización del horrendo montaje de videoclip (que por ejemplo ''Saw'' tanto ha puesto de moda, entre otras) y recupera escenarios propios de filmes clásicos como "La matanza de Texas", y ese ambiente rural de la América Profunda que tan común era en los slashers ochenteros y que tanto juego daba a los asesinos de esos filmes para cometer sus matanzas.

Despelote gratuito, como en los ochenta

La tortura no le sienta bien a nadie
Y dos, por el hecho de escapar de la repugnante moda de andar reciclando inmortales clásicos del género a modo de espantosos remakes (como ''Halloween'', ''Viernes 13'',...) que no paran de contaminar las pantallas hoy en día. Efectivamente "Scar" no es una película original, pero cuenta una historia que se puede ver a pesar de conocerse de sobra. Además no le falta el gancho ni la fuerza suficiente ni en las interpretaciones (la magistral Angela Bettis -prota de ''May''- en cabeza), ni en la elaboración de la atmósfera (inquietante, muy coseguida), ni en la plasmación de gore a lo bestia (no tienen nada que envidiar los correctísimos y desagradables efectos de maquillaje a los ''Saw'' ni a los ''Hostel'' ni a otro tipo de sangrentadas del estilo), ni en ritmo (aunque la acción tarda en arrancar no decae y es entretenida), ni en la ejecución del relato (con una narración no cien por cien lineal, expuesta a modo de constantes flashbacks que ayudan al espectador a involucrarse más en la trama), ni tampoco en la realización, ya que cuenta con un solvente uso del 3D. 

Alguien se puede acabar arrepintiendo de este tonteo

En resumidas cuentas, tenemos aquí una película de género a la antigua usanza la mar de aceptable, desprestigiada por intelectuales con un gusto demasiado exquisito que elucubran tostonazos increíbles e intragables, pero que para los fans del terror (sobre todo de tipo más clásico) que quieran pasar un rato entretenido, con una historia que se sostiene (aunque no sea original) e impacta por momentos, me parece una excelente opción para dedicarle un visionado. Y siendo francos, encontrar una historia que se podría señalar como ''original'', de aproximadamente una década hasta hoy por hoy, es más difícil que (como suele decirse) localizar una aguja en un pajar.

¿La prota se está volviendo loca?

*MI MOMENTO FAVORITO: ese bárbaro y sangriento final que, como ya he dicho antes, nada tiene que envidiarle a las brutalidades bestiales de los múltiples ''Hostel'' o ''Saw''.
 
Aquí no se escatima en sangría

Superman 2, la aventura continúa (1980) de Richard Lester



Lois (Margot Kidder) sigue sin tener ni idea de la
verdadera identidad de Clark (Christopher Reeve)
Tras el apoteósico éxito mundial de ''Superman'' en 1978, la secuela no se hizo esperar y acabó estrenándose dos años después, tras un caótico rodaje lleno de problemas. Este film, comenzó a ser rodado por Richard Donner, quien ya había sido el director de la primera, pero por lo visto, tras varios encontronazos y malos rollos con los productores, éste acabó abandonando el proyecto y fue cuando se contrató a Richard Lester para rematar la faena iniciada por Donner. Por lo visto, Donner deseaba aportar una visión distinta de la que acabó siendo este 'Superman 2'' que, ya fuese por motivos presupuestarios o porque sobrepasaban los límites impuestos por los productores, no acabó cuajando, de ahí que Donner se rebotase y se pirara. Y bueno, tras los múltiples entresijos y un desembolso de 50 millones de dólares de presupuesto (¡pedazo pastizal de aquélla!), ''Superman 2'' consiguió ver la luz en 1980 y obviamente, fue otro gran exitazo de taquilla. 

Los tres malvados kryptonianos, el general Zod (Terence Stamp),
Ursa (Sarah Douglas) y Non (Jack O'Halloran)

Los tres villanos siembran la destrucción allá a donde van
En lo personal, si bien es cierto que no me parece que esté al nivel de la primera (a la cual adoro), me parece que esta secuela cumple con el cometido de continuar bastante bien la historia de su antecesora, no le falta acción, efectos especiales de gran calidad y buenas dosis de entretenimiento para todos los públicos. Esta secuela nos presenta el debate interno de Clark Kent (Christopher Reeve) entre si corresponder a sus sentimientos hacia su compañera Lois Lane (Margot Kidder), de la que está enamoradísimo, para lo cual se plantea renunciar a sus superpoderes, o si bien deberse a su fiel causa de ser el salvador de la Humanidad, para lo cual deberá aparcar sus sentimientos amorosos, ¡difícil tarea incluso para un superhéroe! 

Superman renuncia a sus superpoderes...

...por amor a Lois
Mientras tanto, un trío de peligrosísimos villanos kryptonianos (los mismos que fueron condenados al destierro en la Zona Fantasma por Jor-El -Marlon Brando-, el verdadero padre de Clark, en la primera parte), el General Zod (Terence Stamp), Ursa (Sarah Douglas) y el gigantón Non (Jack O'Halloran), han llegado a la Tierra con la intención de dominarla, cosa que no les es difícil teniendo en cuenta sus imparables poderes. Hasta el propio Superman sudará la gota gorda para vencer a este trío de perversos servidores del mal. La peli, como ya he dicho, como secuela de su magna antecesora está la mar de bien, mantiene intacto el espíritu de la original (gracias en especial a que repite casi el mismo reparto encarnando los mismos roles, lo cual ya es algo que por lo general hace funcionar a una secuela), sigue siendo visualmente espectacular y está casi al nivel de la primera parte en lo referente a seguir resultando entrañable y emotiva (la inmortal banda sonora de John Williams sigue siendo clave en este aspecto). 

Por ahí andan también los mangantes Lex Luthor (Gene Hackman) y Otis (Ned Beatty)

A mí, la verdad me gustó mucho también, de hecho también es la única de las pelis de ''Superman'' (incluyo no sólo a las protagonizadas por Christopher Reeve) que rozan la magnificencia de la versión de 1978 (la tercera de 1982 ya pegaría un bajón de calidad considerable). Ideal para acérrimos nostálgicos de su época, y para los que la vimos siendo niños, ¡una auténtica gozada! (ya no hablemos para los más frikis -y ¡ojo! que este término lo empleo con cariño- del histórico superhéroe). 

Clark sin sus poderes es un mindundi

*MI MOMENTO FAVORITO: el espectacular enfrentamiento entre Superman y sus tres poderosísimos enemigos kryptonianos.

Y un cuernos vais a poder con Superman