La prostitua protagonista (Ronnie Bierman) R.I.P. (1938 - 1984) |
El director holandés Paul Verhoeven gozó de un período espléndido cuando se trasladó a Hollywood, rodando peliculones de la talla de ''Robocop'', ''Desafío total'' o ''Instinto básico''. Por eso, ahora resulta curioso echar la vista atrás en su carrera y comprobar que su primer largometraje filmado fue esta cosa rara. ''Delicias holandesas'' es una comedia guarrindonga que seguramente, lo que pretendía era poner palote a la peña, ofreciendo una loable sesión de despelotes gratuitos. Viéndola me recordó bastante a pelis al estilo ''Vixen'' (u otras de Russ Meyer), films de una calidad malísima, con un guión atroz, actores de pena y a día de hoy, casi con toda seguridad, insoportables para la mayor parte de los mortales. La cosa va de una prostituta del Barrio Rojo de Amsterdam, la cual ofrece servicios muy ''especiales'' a sus clientes, los cuales pues, también son muy ''especiales'' (los hay que parecen rozar el más severo retraso mental).
La pobre asistiendo al servicio de un cliente muy ''especial'' |
A lo largo del film iremos siendo testigos de los episodios que esta meretriz va viviendo a cual más surrealista (¡increíble el tipo al que le pone vestirse con un delantal y limpiarle la casa, mientras le humilla!). Hay por ahí en medio algunas gotitas de romance, ya que la prota se acaba enamorando de un tipo casado, se mete en medio de las broncas de una compañera de profesión a la que le casca su chulo y marido, se lleva un desengaño amoroso y patatín y patatán, se termina este mojoncete. La cosa no da para mucho, la verdad, únicamente puede servir como curiosidad fílmica para comprobar la gran evolución que ha sufrido (a bien, lógicamente) la carrera de su director.
Éste es ya para mear y no echar gota |
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