|
Puestos a que haya un sacrificio, que sea de una mujer de buen ver |
Viendo esta pedazo de basura no es de
extrañar que la Hammer se arruinase.
''Los ritos satánicos de
Drácula'' es de lejos una (por no decir la que más) de las
producciones de la compañía más bochornosas y denigrantes que
existen. Ni la presencia de los grandes Christopher Lee y Peter
Cushing sirvió para darle un poco de interés a un film
irremediablemente malo, se mire por donde se mire. Como si no
hubiesen tenido bastante con la ridícula
''Drácula 73'', el mismo
equipo de ese lamentable engendro se puso manos a la obra para
realizar la que sería la última de las secuelas de la saga de
Drácula orquestada por la Hammer. Nada queda aquí de esa obra
maestra que fue el
''Drácula'' de 1958 de Terence Fisher, esa obra
increíblemente bien ambientada, de una puesta en escena
inconmesurable, un clásico inmortal y perfecto en todos los
sentidos.
|
Drácula (Christopher Lee) de satánico maestro de ceremonias |
|
El vejete de Van Helsing (Peter Cushing) sigue dando por culo a Drácula |
Nada, aquí todo queda sustituido por un pésimo trabajo de
fotografía, un guión risible e ilógico y en resumidas cuentas un
todo tan estrambóticamente estúpido que da vergüenza ajena que en
sus créditos figure la palabra Hammer, teniendo en cuenta la magna
labor de la productora años atrás en lo referido al género de
terror. Al igual que su desastrosa antecesora, ''Los ritos satánicos
de Drácula'', sitúa al mítico vampiro en la época actual (en el
momento de realizar la cinta, en la Inglaterra de los años setenta)
y nos cuenta la milonga de que el propio Drácula, se ha convertido
en una especie de empresario todopoderoso que plantea gobernar el
mundo. A su servicio cuenta con un montón de siervos que le hacen el
trabajo sucio y para más inri, también es el oficiador de una serie
de rituales satánicos (de jovencitas de buen ver, para así tener la
excusa de sacarlas en bolas). Menos mal que anda por ahí el
vejestorio del tataranieto de Van Helsing (Peter Cushing, que el
pobre ya no está para muchos trotes) para derrotarle nuevamente.
|
Lista para dar un mordisquito |
En
fin, que la película es una soberana mierda, no hay por donde
cogerla, nada funciona, es risible y esperpéntica. Normal que la
Hammer se hundiera poco después en vista del bajón de la calidad de
sus films, una lástima que la saga de Drácula orquestada por la
propia compañía, tuviese un final tan demencial y bochornoso.
También supuso la octava y última encarnación de Lee como el conde
vampiro, el actor atestiguó estar y harto del personaje y decidió
colgar la capa para siempre.
|
Drácula es un poco torpe, como un tontaina se ha enredado entre las zarzas |
No hay comentarios:
Publicar un comentario