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¡Madre mía!, pero ¿cómo se puede llegar a semejante nivel de ridículo? |
¡No os lo perdáis!, ahora Leatherface pasa a ser el bueno de la película. La verdad, me parece que 2013 ha sido un año bastante nefasto para el cine de terror, y me refiero a la calidad de las películas que se han estrenado, aunque lamentablemente muchas de ellas han hecho buenos resultados en taquilla (véase
"Mamá" o
"Expediente Warren"), aunque sean unas soberanas mierdas. Pues bueno, el año se inició con esta basura, que prometía ser una especie de nuevo resurgir de la mítica saga (también denominado
reboot). Yo, como ya he dicho muchas veces, soy bastante enemigo de los
remakes o
reboots (llamadlo como queráis), sobre todo de pelis de terror y sobre todo si éstas pertenecen al período comprendido entre la década de los setenta y los ochenta (en mi opinión la mejor y más genial para este género que ha existido y visto lo visto, existirá). No obstante, tanto el
remake de
"La matanza de Texas", realizado en 2003, como la posterior
precuela de éste, me gustaron muchísimo, así que por unos instantes, la idea de que apareciese otro film de la misma franquicia, más moderno y en 3D, pues no me pareció tan descabellada y la verdad, me llamó mucho la atención. Pero a medida que me fui enfrentando con el visionado de este engendro, esta expectación de fue disolviendo como una pastilla efervescente en agua.
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La prota, Heather (Alexandra Daddario), primita de Leatherface |
Esta nueva
"matanza", me parece una película verdaderamente lamentable. Mala, mala, pero mala hasta la saciedad. Vamos lo que se puede decir una puta mierda, pero MIERDA, así con mayúsculas. Este nuevo bodrio está al nivel de las tan deplorables
tercera y
cuarta partes (de 1990 y 1994 respectivamente), sus realizadores se han cargado la seriedad que le habían devuelto a la saga Marcus Nispel y Jonathan Liebesman en 2003 y 2006, con las dos más que aceptables producciones que fueron el
remake y la precuela sucesivamente. Esta nueva versión (por llamarla de alguna forma) es patética, y lo peor de todo, elimina por completo el espíritu que Tobe Hooper y compañía supieron atribuirle a la original y por consiguiente convertirla en un estandarte inigualable. Resulta que Leatherface ya no es ese carnicero malvado, psicótico y cruel que hizo helar la sangre a todo aquél que vio el film de 1974.
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¡Ay mami!, ¿qué será lo que tiene el negro? |
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No pueden faltar unos jovenzuelos garrulos |
No, ahora es un bobo retardado que quiere vivir en paz y tranquilo, que es perseguido por polis corruptos que lo quieren destruir como hicieron con sus familiares, ¡al lorito!, que ahora el clan de caníbales son ciento y la madre (¿de dónde coño salieron tantos si se supone que ésta es una secuela directa de la primera y en ésa sólo eran cuatro?), y para más inri, resulta que no son tan mala gente, sólo una familia presionada por las circunstancias. La película es absurda, ¿cómo se explica que ahora de golpe y porrazo se pinte a esta familia de caníbales enfermos e hijos de puta, que mataron brutalmente a un montón de gente, les arrancaban la piel para hacer adornos en su casa, se los comían y disfrutaban con sus carnicerías, como unos inocentes perseguidos por un sistema corrupto que los quiere eliminar? En fin, una historia verdaderamente horrorosa.
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¡Cuidado con eso, que corta! |
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¿Coitus interruptus? |
Lo gracioso es que han hecho falta cuatro personas (entre ellas Adam Marcus, el soplagaitas responsable de la mierda de
"Jason se va al Infierno") para crear semejante guión, deben de ser cuatro tipos más retrasados que el propio Leatherface. La película no es seria, pero lo más gracioso y lamentable es que no es algo que pretendiesen. Por ejemplo la
segunda parte de Tobe Hooper, era una auténtico desmadre, una parodia que provocaba risa, pero estaba hecha con esa intención, había un motivo que lo justificase. Pero ésta se supone que es un film serio, pero crea auténticos ataques de risa involuntarios (equiparables al bodrio por ejemplo de la tercera parte de 1990). Por otro lado, el apartado técnico también es lamentable, nada sorprende, la dirección es nefasta y plana. Los actores también son de pena, no se salva ni la prota, la guapa Alexandra Daddario, que pasa de esquivar la sierra de Leatherface, a convertirse en su ángel de la guarda, y es que, no os lo perdáis, la chica y el asesino resultan ser parientes, y claro, la familia tiene que estar unida por encima de todo.
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Leatherface está enfadado |
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Da gusto ver lo mucho que se quiere la familia |
Encima, apenas hay gore, hay muy poquitas muertes y éstas no son nada del otro mundo. Para rematar la faena, los efectos sangrientos cantan a la legua que son digitales; nada de elaboración artesanal de la de antes (como sí pudo verse por ejemplo en la precuela de 2006). En definitiva, la película es una grandísima mierda, otro nuevo insulto a la franquicia que había logrado seriedad en calidad con el remake y la precuela de 2003 y 2006 y que se la han vuelto a cargar de lleno en un espectáculo lamentable y vergonzoso. De verdad, os recomiendo que ni se os ocurra pagar ni un céntimo por adquirirla de ningún modo, si tenéis curiosidad a pesar de todo (como la tenía yo) los más adeptos de la saga, os recomiendo (ni lo dudéis y me da igual la incitación implícita) que os busquéis algún método de visualización que no requiera un desembolso económico, aunque sinceramente ver este bodrio, no es una experiencia recomendable y hundirá el estima de lo que más améis el film original.
¡Vaya truño! Opino sobre ella lo mismo que tu
ResponderEliminar///SPOILERS///
¡¿Como puedes tener en una peli slasher a una rubia putona y sexy y en vez de que la mate el asesino se la cargue un poli sin querer y por error?! Hay que ser chapucero y cutre coño