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miércoles, 12 de marzo de 2014

Cold Prey (fanáticos del Snow) (2006) de Roar Uthaug



Los chavales protagonistas preparados para hacer snowboard
Grata, más bien gratísima sorpresa me llevé con este film de terror, procedente de un país que hasta hace bien poquito, no había dado muestras de su incursión en el género, como es Noruega. De hecho, "Cold Prey" ha sido la culpable de que mi mirada hiciese algo de hincapié a las propuestas nada desechables que los países nórdicos han ido poniendo de manifiesto en estos últimos años (algunas muy rescatables). El film me pareció especialmente llamativo porque, siendo francos, era un gran desconocedor de todo tipo de producción procedente de este país, así que me sorprendió inicialmente su arrolladora capacidad visual y su espectacular puesta en escena. En resumidas cuentas, "Cold Prey" (por cierto, lamentable la coletilla de "fanáticos del snow" que le han colocado los traductores españoles) no ofrece argumentalmente nada visto ya mil veces con anterioridad, aunque sabe jugar muy bien sus cartas. 

Subiendo las nevadas montañas noruegas

Los realizadores pusieron todo su empeño en ofrecer un film muy bien estructurado, muy elaborado en cuanto a su ambientación y aún navegando en clichés, muy efectivo a la hora de captar la atención del espectador. Sinceramente "Cold Prey" me produjo una conmovedora sensación, al comprobar que el espíritu de los buenos slashers ochenteros no se había muerto del todo en pleno siglo XXI, y que encima los autores de un prodigioso festival de adoración y culto al género, sean nórdicos (que no han destacado en dicha temática) y cuyo trabajo haya dado signos de tan buen gusto, a mí me dejó plenamente satisfecho. 

El hotel infernal

Haciendo noche en el hotel
La historia de "Cold Prey" es bien simple. Como slasher puro y duro que es al cien por cien, nos presenta a un grupito de cinco amiguitos que acuden a la montaña a hacer snowboard (vamos, tirando de la típica excusa para arrinconarlos en un sitio concreto para que empiece a correr la sangre). Una vez en el lugar elegido por ellos para tal acción, seremos testigos de unos impresionantes y preciosos paisajes nevados, algo que inunda de auténtica grandeza visual al film. En fin, que como cabría esperar, no tardarán en sufrir un desdichado accidente. Uno de los chavales se rompe una pierna y el resto se ven obligados a ir en busca de ayuda para socorrer al desdichado. Por casualidades del destino, hayan un enorme hotel abandonado, no muy lejos de donde se encontraban. 

Algunos quieren una noche más calentita

Debido a las condiciones del tiempo y al estado de su colega herido, deciden quedarse a pasar la noche allí -comienza esa incómoda sensacion de falsa seguridad típica también de todo slasher-. Indagando por el lugar, encuentran unos cuantos recortes de periódico que les informarán de la mala fama del hotel en el que se han cobijado, el cual, debido a inquietantes percances, llevaba cerrado desde 1975. Por supuesto, una sensación de malrollismo inevitable empezará a palparse en el ambiente, y no es para menos. Resulta que no están solos en el lugar, alguien ya lo habitaba mucho tiempo antes de que ellos llegaran, alguien que no le mola nada tener intrusos en sus "dominios", y obviamente, alguien que no tardará en demostrar sus malos modales, mediante técnicas tan poco ortodoxas como brutalmente violentas. 

La "final girl", Jannicke (Ingrid Bolsø Berdal)

Las cosas empezarán a ponerse feas para los muchachos
Como ya he dicho anteriormente, "Cold Prey" no aporta en sí nada nuevo, reutiliza el esquema clásico del slasher ochentero para ofrecer una nada desdeñable historia de sumo entretenimiento. Yo, como adorador acérrimo de los slashers, la verdad lo pasé pipa. Tenemos todos los elementos necesarios para ello; jovencitos, un lugar hostil apartado de la civilización que se convertirá en una trampa mortal, un asesino imponente que mata con frialdad y crueldad, muertes, persecuciones y por supuesto, una genuina "final girl" que terminará plantándole cara, con muchos huevos al perturbado psycho-killer. Ya he dicho muchas veces que no se le puede reprochar a un género que tire de sus propios clichés, a fin de cuentas el público al que va dirigido es precisamente eso lo que desea ver, siempre y cuando los ingredientes compongan una buena "ensalada". En mi opinión, "Cold Prey" es un excelente experimento, y que más allá de sus tópicos, ofrece un majestuoso espectáculo. 

Aquí viene el psycho-killer

Arrinconados y muertos de miedo
Los aciertos que posee son varios; ya he señalado su excepcional calidad visual y su magnífica ambientación; el film está muy bien rodado y posee una fotografía genial (me atrevería a decir que por encima de la media de lo comunmente visto en films de esta temática). La localización transmite una gran sensación de aislamiento que nos ayuda a ser cómplices de la frenética vivencia de los personajes. Por otro lado, presenta un psycho-killer con gancho; un mazacote armado con una prominente picota que tiene personalidad y logra imponer (me ha resultado una especie de cruce entre el asesino de "San Valentín sangriento" y "Leyenda urbana"); aspecto fundamental para conseguir un efectivo slasher, y además saben muy bien mantener la incógnita alrededor de su persona, puesto que no nos delatan quién es, aunque sí nos dejan caer muy de refilón el motivo de sus arrebatos homicidas. Los personajes también me resultan carismáticos, menos insoportables también de lo comunmente establecido y los actores no los encarnan para nada mal (teniendo en cuenta como siempre señalo, sus limitaciones). A destacar entre el reparto, por supuesto, a la sufrida protagonista, Ingrid Bolsø Berdal (la cual se me da por momentos un cierto aire a Charlize Theron), quien logra encarnar a una heroína muy buena; una carismática y peleona "final girl" y una muy digna oponente del psicópata. 

Los chavales intentando defenderse como pueden

Recuento de cadáveres
Aunque bueno, "Cold Prey" tampoco es perfecta. Posee algún fallito, como por ejemplo algún que otro momento un tanto bufonesco (sobre todo en determinados fragmentos de interacción entre los chavales), metido a cajón para rellenar metraje (algo también muy característico de los slashers), y en ciertos instantes la acción parece estancarse levemente (eso sí, nunca llega a aburrir), aunque afortunadamente aporta una pronta remontada. En el apartado gore, la cosa no es muy resultona tampoco, ya que los asesinatos no son especialmente truculentos ni excesivamente violentos; todo lo contrario, la película es más bien comedida en este aspecto. Pero bueno, por lo general la considero un slasher más que aceptable. Más que nada porque se nota que sus realizadores se empaparon bien del funcionamiento correcto de los engranajes del subgénero e hicieron lo posible por construir un producto de calidad y que no supusiese una vergüenza para el término slasher. Además teniendo en cuenta que los noruegos eran totalmente vírgenes en esta materia, creo que con mayor mérito se merecen un sonado aplauso. A mí, la verdad me gustó mucho, así que no me queda más remedio que recomendarla, seguro que los más devotos fans del slasher quedaréis plenamente satisfechos con el regalazo que los nórdicos nos han exportado.

Pelea mortal a 20 bajo cero

*MI MOMENTO FAVORITO: la pobre Ingunn (Viktoria Winge), se lleva el privilegio de la muerte más sádica y sangrienta. 

¡Esto hace piercings a lo bestia!

4 comentarios:

  1. ¡PELICULÓN! ¿has visto su secuela? Me pareció aun mejor, todo un homenaje a "Halloween 2".

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  2. sí claro, he visto las tres que hay, ya las iré comentando, aunque la verdad mi favorita es esta primera...

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    Respuestas
    1. A mi las 2 primeras me encantan, cada una en su estilo se complementan a la perfección. Pero el rollo "Halloween 2" de la secuela me conquistó mucho. La 3 es... bueno, esperaré a leer tu crítica y te comento! jejeje

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    2. ok, a ver cuando me animo a ir comentándolas y estaré encantado en leer tus réplicas...

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