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viernes, 17 de octubre de 2014

Alicia en el país de las maravillas (1933) de Norman Z. McLeod



Alicia (Charlotte Henry)
Ya he dicho en otras ocasiones que soy un completo ignorante desde el punto de vista literario. Mi paciencia para leer siempre ha sido bastante limitadita y se ha visto por completo invadida por mi gusto por lo audiovisual. Si digo esto es porque en mi vida he leído esa prodigiosa obra del señor Lewis Carroll, "Alicia en el país de las maravillas" (no tampoco su "secuela", "Alicia a través del espejo"). Mi conocimiento por la historia (desde pequeñito) ha sido gracias a la famosa adaptación animada de Disney, por lo tanto, inevitablemente recurro mentalmente a dicha fuente cinematográfica (para mí excepcional) siempre que me topo con cualquier otra adaptación que se precie de la misma historia. Así pues no puedo valorar los aspectos de este film de 1933 en lo referido a su original literario, pero sí que comentaré ciertos aspectos suyos en pro de engrandecer la magna y posterior versión animada. 

Alicia con los plomizos Tweedledee y Tweedledum

El grotesco y siniestro Humpty Dumpty
En primer lugar, me veo en la obligación de destacar el espíritu transgresor inherente de esta película y lo digo por dos razones, una porque en la época en la que se rodó, se prestó muy poca atención a un género como es el fantástico (salvo contadas excepciones y sobre todo enfocadas a films llamémoslos, de serie B y no grandes producciones) y dos, porque no sólo una productora de tal talante en ese momento como la Paramount, fue la que tomó las riendas del proyecto, sino que encima en este film participaron ilustres personalidades del Séptimo Arte, por ejemplo el mismo Joseph L. Mankiewicz (peso pesado de la época dorada de Hollywood) o el reputado William Cameron Menzies, configuraron el guión, y en el reparto podremos ver a estrellas de la talla de Gary Cooper o Cary Grant (eso sí, irreconocibles bajo la caracterización de un, en cierto sentido, burdo maquillaje), lo cual parecía indicar que ya en ese momento, se hizo la intentona de exponer un poco en primera línea un género tan obsoleto (en ese momento) y marginal como el fantástico (aunque habría que esperar su tiempo para que dicho género consiguiese su repercusión merecida en el celuloide). Bueno, este film se trata de la adaptación de múltiples aspectos de las dos novelas de Carroll (tanto de "Alicia en el país de las maravillas" como de "Alicia a través del espejo") componiendo un resultado la verdad llamativo, teniendo en cuenta su año de producción, aunque por momento un tanto, ¿cómo decirlo?, ausente de garra. 

Alicia charlando con el gato de Cheshire

Cary Grant irreconocible bajo un disfraz de tortuga
La historia es de sobra por todos conocida, una chavalina llamada Alicia (Charlotte Henry), vivirá una aventura sin precedentes, una aburrida tarde en su gran casona campestre. La joven atraviesa un inmenso espejo y se verá de pronto en un mundo muy singular, habitado por dispares personajes extraordinarios y la mar de chocantes. La joven irá recorriendo varios pasajes de la historia, tomando contacto con los anárquicos el Gato de Cheshire, el Sombrerero Loco, la Reina de Corazones o el Conejo Blanco, los cuales ya conocemos todos porque sin lugar a dudas forman parte de nuestro bagaje cultural, llegados a nuestro conocimiento de un modo u otro procedente de cualquier tipo de fuente (seguro que para mi generación, mayoritariamenta a través de la peli de Disney aunque a muchos de sus detractores les pese). La película en sí, visualmente me pareció la verdad, deslumbrante a grandes rasgos. El trabajo artístico es bastante notable, todo el tema de las caracterizaciones de los personajes y la ambientación se nota que está la mar de currado (y más teniendo en cuenta como dije, su año de producción y por ende las limitaciones de la época). 

El país de las maravillas está lleno de excéntricos personajes

El Rey y la Reina de Corazones
El problema que le veo a la película es que le falta ánimo, soltura, quizás algo de sentido del humor. Vale, ya sé que en la obra original de Carroll el humor anárquico brillaba por su ausencia (me he hartado de leerlo en múltiples sitios en los que se ha comentado el texto literario en detrimento de sus adaptaciones cinematográficas), pero por ejemplo en la versión de Disney, el humor juega una baza fundamental y eso ayuda a que la película sea amena y muy entretenida, punto a su favor para que a muchos nos haya llamado poderosamente la historia de Carroll. En esta versión el humor no tiene gran cabida, los personajes son fríos y poco carismáticos. La película se desarrolla básicamente en una sucesiva serie de sketches en los que la prota, Alicia, se va encontrando a los diversos personajes, éstos tienen su momento y luego pasamos a otro, y así sucesivamente, lo cual la verdad, a pesar de su corta duración, vuelve la película algo repetitiva y cansina. Quizás esté muy influenciado por el espíritu de la versión animada (ya lo digo, para mí la única y mejor versión de "Alicia en el país de las maravillas" que existe y seguramente existirá), pero ello ha hecho que desde mi punto de vista esta adaptación se haya quedado un poco desinflada y sin alma. Eso sí, hay que reconocerle sus méritos, artísticamente es bastante destacable, aunque poco después llegó la espléndida adaptación de otro clásico fantástico, "El mago de Oz" y dejó a ésta en bragas.

A Gary Cooper también cuesta reconocerlo bajo este maquillaje

Comentar como curiosidad, y de esto me he enterado buscando información relacionada con el film, que ésta (a pesar de ser de 1933) supuso la cuarta adaptación del texto de Carroll al Séptimo Arte, pues ya datan versiones anteriores en 1903, 1915 y 1931 respectivamente, de las cuales sólo le he echado un vistazo, por mera curiosidad, a la primera, un cortometraje mudo que, según consta (al menos de momento), fue la primerísima vez que "Alicia en el país de las maravillas" conoció realización cinematográfica.

Captura del corto "Alicia en el país de las maravillas" de 1903

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