En 1965 la productora británica Amicus (principal competidora de Hammer), había cosechado un notable éxito con su film
''Dr. Terror'', peli que además puso de moda durante esa época los largometrajes divididos en diferentes historias (otra de las más representativas de este estilo de la misma productora fue
''Condenados de ultratumba''). Pues bueno, la que nos ocupa sigue la estela de
''Dr. Terror'', además contó con el mismo director, el también hammeriano Freddie Francis, y con algún actor de ésta, como Peter Cushing (¡qué lástima que no anduviese también por ahí Christopher Lee en esta ocasión!). Tenemos cuatro historias (escritas por Robert Bloch, autor de
''Psicosis''), presentadas por un siniestro maestro de ceremonias llamado Dr. Diabolo (Burguess Meredith, el futuro entrenador de
''Rocky''), durante la visita de unos personajes a una feria.
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¿Listos para una historietita? |
La primera nos cuenta la historia de un tipejo miserable (Michael Bryant) que mata a su tío millonario para quedarse con la herencia. Sin embargo su estancia en la casa se convertirá en un infierno, pues pulula por ahí un gato que es capaz de doblegar su mente, así pues, el prota se verá irremediablemente controlado por el siniestro minino.
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Un gato muy siniestro |
La segunda (para mí la mejor de todas) trata acerca de una joven (Beverly Adams) que sueña con ser una actriz popular, y está dispuesta a todo por conseguirlo. Un día conoce en una fiesta a un famosísimo actor (Robert Hutton), y claro, el plan de ella es camelárselo para conseguir que él la logre enchufar en la industria del cine. Lo que pasa es que el actor no es lo que parece, y cuando la chica descubra su secreto, verá en peligro su vida, al menos hasta como había sido hasta ese momento.
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Estos actores no son lo que parecen |
La tercera es, sinceramente, una catastrófica mierda. Trata acerca de un extrañísimo triángulo amoroso entre una muchacha (Barbara Ewig), un concertista de piano (John Standing), y, ¡al lorito!, el piano de éste. Sí, tal cual, una obsesión rara tiene el pavo con el piano que se convierte en una intrusión para poder corresponder en amor a la chica. Lo dicho, es una historia lamentable.
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Un piano entrometido, ¡habrase visto! |
El cuarto y último, la verdad tampoco es gran cosa. Sale Jack Palance haciendo de un devoto admirador de Edgar Allan Poe. Éste conoce al mayor coleccionista de todo lo relacionado con Poe (Peter Cushing), el cual lo invita a su casa y le demostrará que en efecto, no puede haber un coleccionista de Poe que lo supere, porque entre su extensa colección, incluye una curiosa sorpresita.
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Jack Palance y Peter Cushing brindando por Edgar Allan Poe |
En resumidas cuentas lo que tenemos es un film que trataba de imitar a su antecedente, ''Dr. Terror'' y se quedó muy a medias. ''El jardín de las torturas'' me parece una película de antologías muy floja, salvo la segunda historia, el resto me resultaron historias bastante simplonas, y para remate la tercera es un horror. A destacar esa ambientación tan típicamente hammeriana, su puesta en escena, fotografía; todos los aspectos técnicos y visuales cumplen de manera satisfactoria, sin embargo a nivel argumental no está a la altura de otras muy superiores como la propia ''Dr. Terror'', ''Condenados de ultratumba'' o ''Refugio macabro'', por nombras alguna destacable dentro de esta tipología de películas.
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El Dr. Diabolo (Burguess Meredith) |