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miércoles, 13 de julio de 2016

Europa (1991) de Lars Von Trier



El prota, Leo Kessler (Jean-Marc Barr)
Ya lo he dicho en otras ocasiones, Lars Von Trier (de la manita de Michael Haneke) es un director que no me atrae, no me gusta, no me ha atrapado nunca y en líneas generales, sus películas me parecen petardazos inaguantables, es el típico tipo que se ha logrado hacer un huequecito entre aquéllos que se consideran superiores expertos en cine, vamos, hipsters; y que para aparentar esa sabiduría que te desmarca de lo normal establecido (lo cual no mola) y para quedar de culto, has de decir que su cine te apasiona, te desvela cosas más allá de los sentidos y en fin, muchas de esas mamonadas que estamos hasta las pelotas de escuchar. Sin embargo, voy a reconocerlo, hay una película de Von Trier que me gustó y ésa es ''Europa''

Una belleza muy clásica, Katharina Hartmann (Barbara Sukowa)

La ambientación de la Alemania de posguerra es demoledora
Vale, no se la recomendaría a todo el mundo, porque de sobra se sabe que el cine de este autor danés es espesito, pero la verdad es que venía de tragarme mojones insufribles como ''Los idiotas'', ''Dogville'' o ''El elemento del crimen'' y la verdad es que el resultado me pareció la mar de notable; además he podido comprobar que ''Europa'' es una peli que hasta contenta a los detractores de este director; por algo será deduzco yo. Y yo digo, ¿por qué ''Europa'' es más digerible? Quizás sea porque, principalmente Von Trier todavía no se había creído alguien ''especialito'' con esta gilipollez del denominado cine dogma, haciendo pelis patateras, sin guión, sin composición escénica; o sea la tontería que el denominó el anti-cine o algo así. ''Europa'' es cine, por lo tanto tiene una dirección artística, un tratamiento fotográfico, interactuación de intérpretes y la presentación de una historia con su nudo argumental, con principio, desarrollo y final. O sea que Von Trier demostró que podía hacer una película, como tal, una película y que no se limitaba a coger una cámara y grabar basura corrosiva para torturar a la humanidad con escenas sin gusto estético (bueno, sin gusto en general). 

Lo surrealista está muy presente en el film

Trucajes fotográficos le dan un toque
estético muy original a la escenografía
''Europa'' es visualmente bella; es indudable; su fotografía es preciosa, con un contrastado blanco y negro que le da un toque así como onírico y con insertos puntuales en color, elaborados mediante un trucaje de superposición muy vistoso. Lo que nos presenta la película es una Alemania destruida por la Segunda Guerra Mundial, vista por los ojos de un chaval americano (pero de origen alemán) que llega al país para trabajar como ferroviario. El ambiente es devastador, no hay buenos ni malos, los aliados son miserables y ni qué hablar de los resquicios nazis que aún asoman por los rincones tímidamente, el film aporta un tono muy fatalista que desola y aporta un loable grado de dramatismo que se apoya en unas imágenes muy acordemente diseñadas y estudiadas (no lo olvidemos, esto es cine, no la estupidez supina del ''dogma''). La peli además se reserva un emocionante epílogo repleto de suspense que rememora al mejor Hitchcock, el tramo en el que el tren y la bomba toman el protagonismo absoluto me pareció muy sobresaliente (me pareció increíble que un Von Trier fuese capaz de captar la atención de un espectador así) y ese final tan grotesco como poético digamos, la verdad es que me convenció por completo.

Carrera a contrarreloj

''Europa'' por lo tanto me pareció una perfecta combinación de imágenes bellas, escenografía elegante, historia interesante, momentos puntualmente tensos muy bien insertados, un tono fatalista y demoledor, unos personajes oscuros y diversos toquecitos de surrealismo (la reminiscencia a lo onírico, está presente en muchas ocasiones). No voy a pecar de hipsterismo, tampoco es un film que me fascinase ni supusiese algo espectacular dentro de mi vida como cinéfilo, pero partiendo de la base de que la hizo un autor que generalmente me produce auténtica flojera y repulsión; puedo dedicarle un merecido y discreto aplauso, de igual manera que me atrevo a decir que es, desde mi punto de vista, su único trabajo digno de visionar. No apta para personas que odian el fatalismo. 

Angustia subacuática

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