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lunes, 3 de marzo de 2014

El padrino (1972) de Francis Ford Coppola



El viejales de Don Vito Corleone (Marlon Brando)
La pregunta del millón. ¿Qué demonios le pasa a todo el mundo con esta película? Vamos a ver, "El padrino" es la típica película que todo quisqui asegura adorar, es como la Biblia para los cristianos más acérrimos y creyentes, es como el Santo Grial y sinceramente, no alcanzo a comprender cómo es posible que el universo entero haya llegado a confluir en semejante unanimidad crítica. No voy a basarme de este comentario para despotricar contra ella gratuitamente, porque sí bien es cierto que es un film famosísimo y representativo del podríamos llamarlo, sugénero de gangsters o mafiosos, habiendo sido todo un referente; pero sí que voy a cuestionar las infinitas virtudes que todo el mundo señala en ella, silenciando de manera bochornosa algunos de sus defectos (que toda pieza cinematográfia tiene, aunque luego lleguen los listos de turno para "taparlos" o "disimularlos" en las que a ellos les interesen). Si hay algo que me da mucha, pero mucha rabia, es esa panda de subnormales que si te atreves a decir por ejemplo; "pues para mí "El padrino" no es la obra maestra que se vitorea que es", se te quedan mirando con cara de haber visto un fantasma y exclaman: "'¡pero qué dices!, ¡menudo sacrilegio!, ¡eres un inculto!, ¡no tienes ni puta idea de cine!", o perlas semejantes como éstas que suelen soltar los muy memos, como si el hecho de opinar ciertas cosas fuese un crimen. 

El buen hijo, Michael Corleone (Al Pacino)

El hijo violento, Sonny Corleone (James Caan)
Empezaré diciendo que el cine no es una ciencia, sino un arte, y como tal es subjetivo. Por mucho que digan la objetividad en el mundo del cine no es aplicable, porque aunque existan algunos aspectos que sí puedan no llegar a ser cuestionados (como los apartados técnicos), en definitiva quien decide lo que para él mismo es una obra maestra o no, es el mismo espectador. Si algún pelamangos llega a cuestionar lo más mínimo vuestra inteligencia por el mero hecho de que os atreváis a poner en tela de juicio la maestría de cualquier obra considerada lo más de lo más, lo primero decirle esto y lo segundo, tener en cuenta que lo más seguro es que él mismo piense como vosotros, pero como es un cenutrio no se atreve a reconocerlo por no quedar él mismo de "poco inteligente". Dicho esto, no tengo ningún reparo en decir que para mí "El padrino" no es la magna joya que se proclama. Es icónica, sí, es un pilar importante dentro del Séptimo Arte, también, presentó un antes y un después dentro de las películas de su temática, por supuesto; eso es indiscutible. Eso sí, tengo que señalar varias cosas que por ende, a mí me hacen cuestionar su catalogación como obra maestra universal. Lo primero, y aunque hablo desde mi punto de vista subjetivo creo que es bastante indiscutible, su ritmo es muy lento, muy pero que muy lento, algo muy incómodo, que desde mi perspectiva, me supuso su visionado un soberano coñazo. Añadido el consiguiente inconveniente de que encima, dura tres horazas, pues apaga y vámonos, echarle un vistazo a "El padrino" se me hace una misión mazo difícil, y como ya he dicho en mi comentario por ejemplo de "Doctor Zhivago", un film que me aburra nunca se podrá llevar mi aprobación, por muy famoso que sea. 

Así tratan los Corleone a los enemigos de su clan familiar

Tom Hagen (Robert Duvall), colega de los Corleone
Lo segundo, me voy a atrever a cuestionar la considerada por todos "magna" interpetación de Marlon Brando como el cabecilla de la familia Corleone. Lo siento, pero debo decir (¿en serio soy el único al que le parece?), que el señor Brando (indudable gran actor clásico), sobreactúa un huevo. Su performance de Don Vito se me hizo insoportable y ridícula por momentos. A ver, se trata de un personaje que debe imponer respeto, que hace temblar a todos con su semblante. A mí sinceramente, no me produjo esa sensación, y a pesar de haberse consagrado su imagen como personaje indudablemente icónico, me parece injustísimo que lo hubiesen premiado con un Oscar al mejor actor (premio que por cierto rechazó el señor Brando), treta que me parece más bien condicionada por el mero hecho de tratarse del actor que es, que porque realmente se mereciese a pulso dicho premio. Y que conste que con esto no estoy criticando a Brando como actor en general (de hecho su papel en "La ley del silencio", por el que se llevó su primer Oscar, me parece verdaderamente increíble), sin más me limito a exploner mi idea sobre su personificación de Don Vito Corleone, que en mi derecho creo que estoy de hacerlo.

El bodorrio de la hija de Don Vito, Connie (Talia Shire, hermana en la vida real
de Francis Ford Coppola, y la cual después se convertiría en la pareja de Rocky)

Michael con Kay Adams (Diane Keaton)
Lo tercero, me hace mucha gracia como la peña pone a parir muchas películas (sobre todo las de terror), por la aparición en ellas de situaciones inverosímiles (cosa que no me parece mal, porque estamos hablando de pura ficción). No obstante, se olvidan muy a menudo de criticar situaciones igualmente inverosímiles en películas "intocables" como ésta que nos ocupa. Si por ejemplo a los críticos les resulta estúpido y risible, el hecho de que Jason o Michael Myers no mueran ni a la de tres y tengan más vidas que un gato en las consiguientes pelis de "Viernes 13" y "Halloween", ¿por qué no les parece risible, por ejemplo, en "El padrino" la famosísima escena de la cabeza de caballo? Me explico. Vale, que dicho momento se ha consagrado como uno de los más representativos de la propia película, pero ¿cómo se explica que el tipo que está durmiendo, por muy ligero que tenga el sueño, no se pispe que entran en su habitación y le colocan la cabeza de un caballo entre las sábanas?, ¿acaso no es esto una situación ilógica e inverosímil?, ¿merece una escena así de absurda pertenecer a un guión premiado con un Oscar?, no sé me apetecía plantear esta pregunta, porque si en una película ponemos a parir los aspectos menos acordes con la realidad, ¿por qué no lo hacemos en otras? 

''Una oferta que no podrá rechazar''

Así mismo, ¿ningún crítico se ha dado cuenta de lo ridícula que resulta esa otra escena en la que Sonny Corleone (James Caan), le pega una paliza a su cuñado? Vean señores adoradores de "El padrino", dicha escena y observen que el bueno de Sonny ni siquiera toca a su cuñado, sino que da los puñetazos al aire. ¿Acaso eso no se podría haber rodado de mejor manera para disimular semejante efecto tan cutre?, ¿no merece un reproche el señor Coppola por hacer esta cagada de escena? Porque estamos hablando de Coppola, no de un mindundi cualquiera con una cámara, a Coppola hay que exigirle la maestría exacerbada que se le proclama. Pero está visto, que cagadas todos las pueden cometer, no sólo Brian De Palma, o Wes Craven, o Dario Argento, o John Carpenter; no no aquí hasta un ilustre director oscarizado puede provocar risas involuntarias y encima llevarse alabanzas por ello. 

La tan famosa como inverosímil escena de la cabeza de caballo

El pobre Sonny no tiene un buen final
Y ya no hablemos de ese repentino cambio de actitud del sucesor de Don Vito, Michael (Al Pacino), quien pasa en cuestión de segundos de ser un anti-violencia, a ser el mafioso más temido del barrio. En fin, que no es que se hayan comido mucho la cabeza en explayarse en explicaciones, que digo yo que sería lo suyo, prefieren torturarnos con letárgicos planos de pueblecitos sicilianos y soporíferos momentos de parloteo insufrible entre los mataos que hacen de gangsters. Que sí, que siempre los habrá que salten por la tremenda y digan: "pues la película tiene una fotografía excelente, una banda sonora preciosa y bla bla bla". Vale, nadie lo pone en duda, los aspectos técnicos son sobresalientes, pero la verdad, para mí eso es insuficiente. Nunca podré dedicarle palabras bonitas a "El padrino", sólo por el aburrimiento que me hicieron pasar sus interminables tres horas de duración. No obstante ha quedado en la memoria colectiva como una inmortal obra maestra, ante la cual todo bicho viviente corre peligro, si se le ocurre criticarla para mal, ante ese ejército de fervientes defensores suyos. Pero bueno, como gracias a Dios existe la libertad de expresión, hasta aquí mis palabras sinceras sobre esta "ilustre" obra, quizás no muy "cultas", pero sí muy sinceras. ¿Os suenan "El precio del poder", "Los intocables de Eliot Ness" o "American Gangster"?, pues no le tienen nada que envidiar a "El padrino", y además son mucho más amenas. 

En 1973 Marlon Brando rechazó el Oscar que le dieron al mejor actor y envió a la india
Sacheen Littlefeather para protestar contra el maltrato de los indios en la industria cinematógrafica

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