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El detective Harry Callahan (Clint Eastwood) |
''Harry, el sucio'' fue una de las
pelis más determinantes de la época de los setenta. Clint Eastwood
encarnó con toda seguridad, el personaje más recordado de su
carrera, pasó de ser un pistolero machista y sin escrúpulos (sobre
todo en múltiples spaghetti-westerns de la mano de Sergio Leone), a
ser el poli duro e incorruptible que va dando mamporros a todo tipo
de chusma y maleantes; resulta curioso como el propio Eastwood
pareció renegar de esta imagen que le caracterizaba cuando se
convirtió en un remilgado director la mar de correctito (¡ojo!, que
tampoco lo digo en el sentido peyorativo, creo que ha dirigido alguna
peli francamente muy pero que muy buena, aunque creo exagerado ese
gran estima que se le tiene a día de hoy como genio realizador). Pero bueno, centrándonos en ''Harry, el sucio'', si digo que fue
determinante durante los setenta es porque el film fue en cierto
sentido bastante pionero a la hora de configurar un estilo dentro del
género policíaco.
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Harry con su compi de patrulla |
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Un psicópata amenaza desde las azoteas |
Tanto en estética, como puesta en escena,
desarrollo argumental y sobre todo, en la creación del perfil del
protagonista, sirvió como punto de referencia para múltiples pelis
que imitaban su patrón. Eastwood como tal, plasmó la imagen de tipo
duro por excelencia (otro del momento sería Charles Bronson), y su
personificación como poli que no tiene remilgos en ser políticamente
incorrecto en pro de ayudar a su prógimo a neutralizar a los malos,
se ha mitificado tanto que podría decirse que él fue en cierto
sentido, el punto de inspiración de muchos otros ''tipos duros'' de
Hollywood que le siguieron. La historia que se nos presenta es la
implacable y desesperada caza que efectúa el propio Harry, de un
peligroso psicópata que se dedica a disparar desde las azoteas, con
un rifle con mira telescópica y todo, a quien se le antoja. Este
criminal (interpretado por Andrew Robinson, rostro reconocido entre
los fans del terror gracias a su posterior participación en el
clásico
''Hellraiser'') chantajea a la policía exigiendo elevados
pagos, a condición de no seguir matando gente.
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En el punto de mira del asesino |
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Harry se encara con el villano (Andrew Robinson) |
Suspense, acción,
violencia, son los elementos que derrocha ''Harry, el sucio'', una
combinación perfecta envuelta en una reconocida estética pulp (muy
de los setenta, ésa que a Tarantino tanto le gusta copiar), a ritmo
de estridentes sinfonías sintetizadas (también muy características
de la época, por momentos la banda sonora -salvando las distancias- me recordaba las
composiciones de la banda Goblin, habituales colaboradores de Dario
Argento) e incluso, hasta tiene ciertos momentos en los que me
recordó (desde el punto de vista visual) por ciertas similitudes en
lo referente a iluminación y puesta en escena de algunas escenas, al
giallo italiano (coetáneo en ese momento). En resumidas cuentas, me
parece que estamos ante un gran clásico, iniciador de un estilo
particular que hizo evolucionar el género policíaco y así mismo,
iniciador de una saga que ayudó a convertir a Eastwood en una figura
icónica del cine de acción, por mucho que ahora quiera
desvincularse de su pasado de tipo duro en el ambiente
cinematográfico.
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Harry preparado para disparar |
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