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viernes, 18 de septiembre de 2015

Yo, confieso (1953) de Alfred Hitchcock



El protagonista, el padre Michael Logan (Montgomery Clift)
Aquí me hallo rememorando una vez más otra de esas grandilocuentes obras maestras de Hitchcock, ''Yo, confieso'', otra de esas magnas joyas que componen su extensa filmografía, cargada de drama, emoción y sobre todo, suspense. La historia que se nos presenta en el film es la un de tipo que accidentalmente mata a otro, yendo posteriormente a confesarse con nuestro protagonista, un cura de file convicción religiosa (un genial Montgomery Clift). Los problemas surgirán cuando las circunstancias del destino, acaben señalando al propio cura como un casi seguro responsable de dicho asesinato. El cura no obstante, será fiel al secreto de confesión y afrontará su destino de forma severa y valiente, con tal de no rebelar lo que el verdadero culpable le contó en el confesionario. Hitchcock de nuevo volvió a tratar su recurrido tema del ''falso culpable'', imponiendo dramatismo y romance en medio de un tormentoso asunto de intrigas que enmierdan al desafortunado cura. 

Otto Keller (O. E. Hasse) confiesa su crimen al padre Logan

Ruth (Anne Baxter) está enamoradísima del padre Logan
''Yo, confieso'' no estuvo exenta de polémica, seguramente el hecho de que en el tortuoso argumento asomase impunemente la figura de un representante de la Iglesia católica, preso del amor por una mujer a la par de señalado como el perpetrador de un crimen horrible, debió de ser bastante peliagudo en su estreno. De hecho, a Hitchcock le cortaron bastante las alas a la hora de filmar la idea inicial expuesta en el guión, en donde se reflejaba que el cura había tenido un hijo con la mujer a la que amó antes de recibir los votos (interpretada por Anne Baxter) -¡menudo shock habría supuesto!- y que además, éste finalmente fuese condenado a muerte (puede verse en el tramo final, el edulcoramiento con que finalmente el tema de la condena del religioso es bastante notorio), y es que ya se sabe, tocar la Iglesia (y más en determinados momentos en los que la censura era mucho menos permisiva) era algo muy complejo. Pero Hitchcock siempre demostró ser todo un adelantado y cara dura a la hora de salirse con la suya y consiguió elaborar una excelente muestra de lo que él sabía hacer, cine de calidad, filmado con exquisita calidad y en pro de conseguir que el público quedase enganchado a la trama de principio a fin. ''Yo, confieso'' es genuina, está brillantemente interpretada y por supuesto narrada con fluidez y con ese encanto característico del gran maestro que era su director.  

El padre Logan acusado de asesinato

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