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viernes, 8 de enero de 2016

King Kong (2005) de Peter Jackson



La prota, Ann Darrow (Naomi Watts)
Se han cargado el clásico, al simio y si te descuidas hasta al Empire State. De verdad, esta nueva nueva ''King Kong'' es horrenda. Fui a verla con muchas ganas y me encontré un enorme chasco . Yo realmente no es que sea un gran fan de Peter Jackson, que aunque tiene ideas estupendas y se ve que pone todo su empeño en dejar su firma en sus trabajos (lo que es de agradecer) salvo el espectacular proyecto de "El señor de los anillos" tiene proyectos bastante normalitos incluso tirando a chabacanos y cutres (véase "Mal gusto" o "Tu madre se ha comido a mi perro" son un ejemplo de ello) aunque eso sí, con un despliegue de imaginación y un saber hacer que convierte sus filmes en piezas muy interesantes, aunque no en obras maestras como se ha llegado a decir.

El director de cine Carl Denham (Jack Black) buscando realismo escénico

Ann y Jack Driscoll (Adrien Brody), los ñoños repelentes
Ese despliegue de imaginación y ese saber hacer característico de Peter Jackson, se ve que en este "King Kong" lo han tirado por el retrete. Para empezar la película sufre de una falta de imaginación importante que la va afectando más y más a medida que avanza. Voy a destacar la fotografía que me parece de lejos lo mejor de la película. Por lo demás, los actores: de los principales Naomi Watts está correcta (aunque no por asomo se puede comparar a la inmortal Fay Wray del clásico original ni a la espléndida Jessica Lange de la versión de 1976), pero Adrien Brody es horroroso, qué mal está en esta película (no digo que sea mal actor, ya que en "El pianista" demostró ser un intérprete de categoría), pero de verdad es este film no pega ni con cola, es el espanto personificado, su actuación es atroz y él parece estar perdido todo el tiempo. Lo mismo digo de Jack Black al que no le pega nada su papel lo que hace que su personaje sea bastante ridículo. 

Los aborígenes la toman con la pobre Ann

Preparada para el sacrificio
Los secundarios gracias a Dios están a un nivel muy superior pero como ninguno llega a destacar, eso queda difuminado en el aire (me encantó Thomas Kretschmann, de lejos la mejor interpretación de la película, totalmente desaprovechada). A continuación hablaré del alarde saturante y tedioso de efectos especiales. De verdad, no acabo de comprender cómo una inmensa superproducción como ésta puede tener algunos efectos tan lamentables y tan cutres. Y es que ver a los actores correteando por un chroma que se supone hacernos creer que es la selva y que además un dinosaurio del tamaño de Nueva York lo va a pisar, notándose que el actor en realidad está fuera de la escena provoca de todo menos angustia, por lo general una risa involuntaria que hace que te dejes de tomar en serio la película. Aparte hay escenas bochornosas; los dinosaurios, la cantidad de bichos que asola la isla, son tan innecesarios que alargan la película haciendo que te desvíes de la historia en cuestión. Por momentos pareces estar viendo "Parque Jurásico" al ver escenas plagiadas del film de Spielberg, aunque con efectos mucho peores (curioso ver como un film diez años anterior goza de unos efectos superiores con diferencia). 

¡Menudo careto se gasta el Kong!

Tanto bicho acaba saturando
A la vez las situaciones vividas en la isla resultan tan hilarantes que no puedes evitar descojonarte de la risa y perder total interés por la historia. En cuanto a King Kong, decir que más que un gorila gigante parece el increíble Hulk. Con unos movimientos ridículos y un uso de efectos digitales tan cantoso que hace que pierda un realismo increíble (¿dónde quedó el realismo del mono de la versión de 1976?). Y por cierto me hizo mucha gracia ver cómo a King Kong lo duerme Jack Black lanzándole una simple botella de cloroformo del tamaño de una lata de cerveza, es muy creíble que eso va a dormir a un mono como un castillo al que casi no dañan ni las balas. Y luego, ¿cómo levantan ese mastodonte? Porque acto seguido funde a negro la película y ¡hala! King Kong está en Nueva York. Pero bueno, ver lo que es un guión inteligente. Otro gran defecto de la película es que es muy pero que muy larga. Innecesariamente larga. 

Agarradita en las alturas

Con momentos muertos que no tienen ningún interés. Alargamiento de estúpidas escenas de acción que se suponen que van a introducir la acción y que resulta que no aportan nada y que además dan de lado al personaje principal, King Kong que tarda casi dos horas en salir. ¿Para qué hacer un film de más de 3 horas pudiendo haberlo condensado haciéndolo más ameno y más interesante? Preguntas que no acabo de entender. En fin, ya me he extendido más de la cuenta, lo que no merece un bodrio como éste. De verdad una versión atroz, solo que con un presupuesto de cien millones de dólares, con caras conocidas y con un director de prestigio. Pero no deja de ser un puñado de basura.

La ciudad no es para Kong

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