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martes, 12 de enero de 2016

El beso de la pantera (1982) de Paul Schrader



La joven Irina (Nastassja Kinski)
Los ochenta no eran los cuarenta, el código Hays hacía ya mucho tiempo que se había evaporado, no había remilgos y la censura no era tan cancerígena para las obras de los cineastas (porque censura realmente nunca dejó de existir de un modo u otro y sobre todo en producciones norteamericanas). Paul Schrader fue uno de ésos que decidió jugar a ser travieso, provocador e irreverente, y en proyectos como éste lo demostró con creces. El que había sido guionista de pelis como ''Fascinación'' de Brian De Palma o ''Taxi driver'' de Martin Scorsese, decidió ponerse al mando del remake del clásico ''La mujer pantera'' de 1942, una extraña peli de terror psicológico, de aquéllas que produjo Val Lewton para la RKO, y bueno, tomando el mismo argumento le añadió lo que le faltaba a la original tan desesperadamente para convertirla en algo potente y con chicha, el grafismo. 

El incesto está permitido entre los de esta estirpe

Agotado después de una buena comilona
Recordando la peli de los cuarenta, la historia iba de una mujer misteriosa, Irina, que evitaba tener contacto sexual con todo varón porque esto conllevaría a que saldría a relucir su verdadera esencia (debido a una especie de maldición que su estirpe portaba), la de una feroz pantera, cuya conversión acaba siendo irremediable. La peli dirigida por Jacques Tourneur, estaba llena, obviamente, de simbología, metáforas suavizadas al extremo, y mucha ñoñería rancia que ocultaba al máximo todo lo turbio (por así decirlo) del tema a tratar. O sea, la sexualidad, la violencia, todos estos elementos se veían reducidos a cero, todo insinuado de manera muy conveniente y light. Por lo tanto, ''La mujer pantera'' representaba una oda a la ranciedad más extrema, ¿y por qué no decirlo?, un trabajo de lo más plomizo, aburrido y descafeinado. Afortunadamente, aquí tomaron el libreto y lo reconstruyeron readaptándolo a los tiempos modernos (bueno, en aquel momento, o sea los ochenta). Irina tomó el rostro de la sensual Nastassja Kinski, una mujer pantera de verdad, preciosa, mística, sexy y mortalmente bella. 

Brazo arrancado de cuajo

La pantera está caliente
A través de sus verdosos ojos y esa tersa piel podemos ser testigos de ese miedo que el personaje siente por el sexo, miedo que se transforma en peligroso felino de ser consumado, lo cual es una lata para ella, con la cantidad de machos que circulan por ahí que desean abrirla de piernas, aunque por su conveniencia a ella más le vale tenerlas bien cerraditas, porque la que se puede liar es tremenda. Por ahí pulula el hermano psicópata de ésta (¡quién mejor para interpretarlo que Malcolm McDowell, el recordado prota de ''La naranja mecánica''!), el cual no se avergüenza de su condición felina y no tiene reparo en ser el despiadado responsable de una serie de muertes que perturban la ciudad. La cosa empeora cuando Irina, se enamora de un joven trabajador de un zoo (John Heard, el papi de Macaulay Culkin en ''Solo en casa''), y sus fuegos internos se vean encendidos irremediablemente. ¿Cederá Irina a su pecado carnal a riesgo de ser un peligro para su amante y para muchos otros?, ¿o ganará la castidad sobre la sangre? Bueno, esta nueva versión resulta mucho más potente que la original.

Alice (Annette O'Toole, la futura madre de
Clark en ''Smallville'') con el busto bien aireado

¿No te habló tu mamá de los peligros del sexo?
Básicamente se entiende mejor la historia, todo su grafismo, su erotismo, su visceralidad, era más bien necesario para esclarecer muchos puntos que el libreto de la peli anterior no pudo ni tan siquiera hacer referencia (por claros motivos inherentes a la época en la que se hizo), y por lo tanto desde mi punto de vista, es al menos, más disfrutable (aunque los hipsters postureros siempre encumbrarán el peñazo de la original). ''El beso de la pantera'' tampoco es ninguna maravilla, posee detalles bastante ilógicos lo cual lleva a que la historia a veces resulte muy confusa, pero en resumidas cuentas considero que tiene algo, no sé si será ese magnetismo que desprende Nastassja Kinski (que está fabulosa en su performance), sumado a esa mala leche y desdén por obviar todo tipo de remilgo típica de su director, lo cual para mí convierte a esta peli en una joyita muy interesante. Por cierto, la banda sonora cuenta con una espléndida canción ''PUTTING ON FIRE'' compuesta e interpretada por el recientemente fallecido David Bowie, un temazo que cierra el film, convenientemente acompañado por un intenso rugido de pantera. 

En pleno proceso de conversión

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