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sábado, 5 de abril de 2014

Tienda de locos (1941) de Charles Reisner



El detective Wolf T. Flywheel (Groucho Marx)
De forma muy mayoritaria se suele apuntar por ahí (por comentarios y críticas que he podido leer) que "Tienda de locos" es una de las películas más flojas del genial trío de cómicos que fueron los hermanos Marx, y una clara muestra de su decadencia. En base a ello yo, desde mi punto de vista, debo señalar que me parece un film, por lo tanto, bastante reivindicable, porque en mi opinión, sigue resultando fresco y divertido, como muchas otras de sus películas más representativas y mejor consideradas. No obstante, "Tienda de locos" sí que puede resultar un poco una peli "paria" dentro de su carrera, por varias cuestiones. El film fue vendido como la "última película" de los Marx (aunque no lo sería) y como tal fue publicitado. Los problemas que afrontó fueron varios, por un lado la cierta desgana de la productora, la Metro Goldwyn Mayer que estaba un poco cansada de realizar más películas con los propios hermanos, considerándolas ya un tanto faltas de interés, debido a la constante repetición de la fórmula que llevaba caracterizando el argumento de sus films. 

Los otros dos miembros del trío, Ravelli (Chico Marx) y Wacky (Harpo Marx)

Tommy Rogers (el cantante Tony Martin)
y su enamorada Joan (Virginia Grey)
Por otro lado, también se encontraba la desgana de los propios hermanos, ya con más de medio siglo a cuestas y con más de diez películas repitiendo chistes similares, se veían ya un poco incapacitados para afrontar rodajes y proseguir en el mundillo de Hollywood; a esto se le sumaría por ejemplo, los problemas que el mayor, Chico, tenía con varias adicciones lo que para colmo, dificultó más la armonía del rodaje. Por cuestiones como éstas, "Tienda de locos" fue una película compleja, y encima iba con el añadido de que salió en 1941, año en el que Estados Unidos fue sacudido por un durísimo golpe, el ataque a Pearl Harbor lo que supuso la entrada del país en la Segunda Guerra Mundial; vamos que el público no estaba para muchos chistes. Aspectos como éstos le dieron a "Tienda de locos" una cierta fama de desprestigio que se siguió acumulando con el paso del tiempo, colocándole por lo tanto la etiqueta de un trabajo flojucho de los Marx. Como ya he dicho, no estoy de acuerdo con esa apreciación, porque la verdad "Tienda de locos" me hizo reír de verdad, posee excelentes gags que demuestran que los Marx seguían teniendo dinamita y sobre una secuencia final desternillante y alocada, al mejor estilo de sus protagonistas. Eso sí, hay que decir que fundamentalmente le veo dos problemones a la película, que sí que es cierto que la hace verse un tanto perjudicada. 

La ultra estirada Virginia O'Brien cantando "Rock it baby"
(este momento sobra por completo en la película)

Flywheele camelándose a la ricachona Martha Phelps (Margaret Dumont)
El primero es Tony Martin, un cantante estrellita del momento, al que la Metro colocó como reclamo publicitario para explotar su tirón en taquilla (por lo visto, de aquélla era muy popular, aunque yo no había oído hablar de él en mi vida), que interpreta al dueño de un gran almacén, que los Marx pondrán patas arriba, y al que ayudarán para que dicho negocio consiga prosperar. Si digo que su presencia lastra un poco el film, es porque por momentos parece ocupar demasiado en pantalla, sobre todo en sus actuaciones musicales (imprescindibles, ¡faltaría más!), que parecen robarle cierto protagonismo a los hermanos Marx. Y el segundo es que "Tienda de locos" es la película en la que más abundan los letárgicos y pesadísimos (desde mi punto de vista por supuesto) números musicales; es más a veces da la sensación de que estamos ante un musical en el que de vez en cuando salen los hermanos Marx a hacer sus memorables performances cómicas, cuando debería de ser al revés. Hay momentos que perjudican severamente al ritmo, los números musicales están demasiado metidos a cajón y aunque, no quita que haya alguno bastante bueno, como por ejemplo ése en el que Groucho se pasea por cada rincón de los almacenes bailoteando con el personal que curra en él, muchos se hacen indudablemente innecesarios; dejando bastante lastrada la trama principal del film. 

Harpo protagoniza un surrealista número con el harpa

Groucho echándose un sueñecito
No obstante, como ya he dicho, me parece un film que merece la pena, obviamente si se es marxmaniaco, porque también posee escenas en las que las carcajadas estarán aseguradas. Además siempre es agradable volver a contar con la presencia de la "hermana Marx" por excelencia, Margaret Dumont, como no podía ser de otra manera, haciendo de ricachona a la que Groucho seducirá con sus encantos y avasallará con su tosca ironía. Después de "Tienda de locos", los hermanos Marx pasaron un tiempo de inactividad, volviendo a reencontrarse nuevamente en 1946, ya terminada la Segunda Guerra Mundial, para brindarnos otra sensacional comedia, "Una noche en Casablanca", aunque ya sin contar con la Metro como productora. Como curiosidad; no me explico por qué, pero "Tienda de locos" disgustó al régimen franquista y debido a la censura (de verdad no sé qué verían en ella con connotaciones tan negativas), en España no vio la luz hasta 1982 (41 años después de haberse realizado), en fin, sin comentarios. 

El malo (Douglass Dumbrille) intimida a los hermanos Marx

*MI MOMENTO FAVORITO: ese hilarante y desternillante festival de saltos y piruetas, con el que los Marx demostrarán su locura característica.  

Como dice el título; es una tienda de locos

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