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martes, 15 de abril de 2014

Sansón y Dalila (1949) de Cecil B. DeMille



La fría y calculadora Dalila (Hedy Lamarr)
Una espléndida película, todo un blockbuster de la época, capitaneado por el rey, propiamente dicho, de los blockbusters (en aquel momento) el gran Cecil B. DeMille. "Sansón y Dalila" fue en sí, la película que inició esa moda que tan notoria se haría en Hollywood a lo largo de los cincuenta y parte de los sesenta, de hacer films épicos, recurriendo a la adaptación de historias de uno de los best-sellers más archiconocidos del mundo (por no decir el que más), la Biblia. Aquí, nos trajo una producción que marcaría el rumbo de cuantas otras del estilo vendrían después, una aventura con excelentes decorados, una fotografía colorista y un reparto consolidado, repleto de actores reputados del momento. El film, como sabrán todos los que lo hayan visto o conozcan la historia (del Antiguo Testamento), narra la historia del forzudo Sansón (interpretado por Victor Mature, actor muy común en estos films) y su fatal destino a consecuencia del mal hacer de la arpía Dalila (una muy sensual y despampanante Hedy Lamarr). Sansón desea casarse con una joven filistea Semadar (Angela Lansbury), perteneciente a un pueblo opresor y cruel, cuyo líder es Sarán de Gaza (George Sanders). 

Sansón (Victor Mature) demostrando lo fuerte que es

La prometida de Sansón, Semadar (Angela Lansbury),
y hermana mayor de Dalila
Tras la cacería a un león, al que Sansón estrangula con sus propias manos (afortunadamente se deja bastante claro que el animal en los planos más crueles, es un peluche, por lo que al menos no dañaron a un león real; lamentablemente el maltrato animal en producciones cinematográficas años atrás no estaba considerado como el asqueante delito que es), los filisteos lo considerarán un partido acertado para la chica y decidirán organizar la boda. Pero, por motivos desgraciados del destino, Sansón acabará siendo considerado un blanco para los filisteos y desearán acabar con él. Lo que pasa es que Sansón tiene un fuerza descomunal y claro, detenerlo no es una misión fácil, porque consigue dejar ko de un puñetazo a un ejército entero de guerreros. Ahí es donde entra en juego, Dalila, hermana menor de Semadar, quien se encapricha con Sansón, pero se muere de celos porque éste haya preferido a su hermana mayor. Movida por su ira repentina, conseguirá ganarse la confianza de Sansón y conseguir averiguar el punto débil que erradica su fuerza. 

Sansón pelea contra un león

Dalila con el villano Sarán de Gaza (George Sanders)
En lo personal, creo que es una de las mejores películas épicas que se han hecho (no me extraña que sirviese como punto de inspiración). A su favor cuenta con múltiples aspectos, una dirección magnífica, una puesta en escena maravillosa, de hecho se llevó merecidamente 2 Oscars a la mejor dirección artística (increíble, cuando los escenarios se construían a base de maquetas y decorados reales no de manera digital, lo cual tenía mucho más mérito) y al mejor vestuario, interpretaciones sobrias, una partitura espléndida (muy acorde al estilo) y además, una duración no tan extensa como era habitual en esta clase de producciones, lo cual la convierte en más amena y asequible a la hora de visualizarla. En cuanto a los actores, por supuesto destaca la austriaca Hedy Lamarr, quien con todo entendimiento se convertiría en un mito erótico del momento. No obstante el porqué Lamarr destaca por encima del resto, es porque aparte de la apabullante carga erótica de la que dota a Dalila, su personaje es el que más trasfondo tiene y la actriz demuestra sus dotes sobresalientes a la hora de encarnarlo, pues afronta una clara evolución a lo largo de la historia, pasando de ser una perra mala y codiciosa a una arrepentida y piadosa mujer capaz de demostrar verdadero amor. 

Dalila se camela a Sansón...

Por su parte, su compañero masculino, Victor Mature, está muy correcto. Siempre se ha tachado a Mature como un mal actor, inexpresivo e incapaz de transmitir grandes dotes interpretativas, quedando por lo tanto generalmente reservado a la interpretación de papeles acorde a su físico; no obstante, creo que como Sansón está muy bien, se desenvuelve a la perfección y crea un personaje muy resultón, vamos que lo hizo lo suficientemente bien como para que se asocie al personaje con su rostro, lo cual tiene su mérito. Bueno, sin más ni más, es una película épica maravillosa, un grandísimo clásico muy apropiado para visualizar en Semana Santa (de hecho, yo lo vi una vez que lo emitieron en estas fechas por la TVE-1, hace la tira de años ya), muy digno de rememorar.

...y el pobre resulta capturado

*MI MOMENTO FAVORITO: ese momento en el que Sansón (Victor Mature) recupera su fuerza y destruye el templo, en el que se encontraban sus enemigos los filisteos, donde se le iba a exhibir su tortura, como un espectáculo. 

La fuerza de Sansón es tremenda

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