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Unos jovencitos de fiesta |
Como ya he dicho en su comentario correspondiente,
"Demons" es un film que me encanta. Recuerdo haberlo visto hace muchísimos años, siendo un crío, por televisión y me fascinó. Su repugnancia, su asquerosidad (para mí, sinónimos de valentía, de atrevimiento, de vanguardia ¿por qué no?), su estética ochentera me embargada y su malsana forma de entretener me tuvo enganchado durante todo su metraje. Tardé un par de años en hacerme con una copia en VHS de
"Demons 2" y la verdad es que también me dejó con un muy buen grato sabor de boca. En sí, no estamos ante una secuela al uso, porque los acontecimientos ocurridos en este film, no guardan relación con los de la original, sin más se trata de un producto, con el mismo equipo técnico al frente (Dario Argento en la producción, Lamberto Bava en la dirección, etc), que viene a contar la misma historia, aunque en esta ocasión cambiando el escenario. Si en la primera los demonios armaban una escabechina muy gorda, dentro de un cine, ahora la acción se traslada a un moderno edificio de apartamentos, cuya invasión se ha producido al emerger un demonio de la pantalla de un televisor, mientras se emitía una película sobre, pues ¿sobre qué va a ser?, sobre la invasión de unos demonios.
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Homenaje a "Poltergeist", un demonio sale del televisor |
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Una endemoniada Sally (Coralina Cataldi Tassoni) |
Veamos, lo cierto es que a pesar de que no parezca así, son dos películas muy diferentes y además, se compenetran a la perfección, si una pierde algo en un aspecto lo gana la otra en otro. Me explico. "Demons" es un espectáculo atroz de sangre y vísceras. "Demons 2" no. Esta secuela es curiosamente mucho menos sangrienta, menos grotesca y visceral. En cambio se nota que esta segunda parte tiene una mejor realización. No parece una peliculucha italiana de cuatro dólares (a las que nos tienen acostumbrados Bruno Mattei, o Enzo G. Catellari, incluso Umberto Lenzi), sino que parece un film americano de primera línea. El film está mejor dirigido que la primera parte, tiene mucha más acción y resulta más ameno en cierto sentido. Tal vez sea porque esta secuela estaba más destinada al público adolescente, por ello aunque suavizado el punto gore, aumentan las persecuciones, hay más efectos especiales. Debido a que la primera parte cosechó incluso cierto culto en el mercado americano, se nota que este film iba enfocado hacia esta premisa, por ello luce todo con un look más made in USA, y todo el material gore se ve bastante más rebajado (ya se sabe que los americanos son un tanto más "recatados", ¡manda narices!).
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El mismísimo perro de Satanás |
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Los demonios vuelven a la carga |
En definitiva se ve que se hace un alarde de medios más esmerado que en la primera parte, que hace que el film visualmente sea realmente superior. Lo que no faltan en ambas películas son demonios a patadas y entretenimiento puro y duro, y por supuesto ese irresistible toque ochentero, presente tanto en la estética como en la genial banda sonora. Lo cierto es que ambas me gustaron mucho y no sabría decantarme más por ninguna en detrimento de la otra. Yo recomiendo ambas, son de lo mejorcito de terror italiano, sin lugar dudas dos grandes joyas del fantástico que ha exportado este país.
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Los protas George (David Knight) y Hannah (Nancy Brilli) |
Mención especial a la aparición de una jovencísima Asia Argento, con 11 añitos (hija de Dario Argento y de Daria Nicolodi), en su primera aparición en cine, la cual posteriormente tendría una notoria presencia en el cine del género, aparte de convertirse en la actriz fetiche de su padre.
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Ingrid (una jovencísima Asia Argento) |
*MI MOMENTO FAVORITO: uno de los más divertidos de la película, es aquél en el que la protagonista embarazada, Hannah (Nancy Brilli), se enfrenta a una especie de gremlin muy cabroncete. ¡Me encanta esta escena!
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¿No es una monada? |
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