Powered By Blogger

martes, 17 de septiembre de 2013

E.T., el extraterrestre (1982) de Steven Spielberg



Elliot (Henry Thomas)
Steven Spielberg ya nos había mostrado en 1977 con "Encuentros en la tercera fase" que aquéllos venidos del espacio no tenían que ser necesariamente monstruos aberrantes con ansias de exterminar a la Humanidad, sino que también era posible que los extraterrestres viniesen en son de paz y que, ¿por qué no?, también pudiesen hacer buenas migas con los terrícolas. En 1982, volvió a tocar la misma idea y puedo decir que nos regaló una de las historias más mágicas y más bonitas que se han filmado jamás. Y es que "E.T.", para mí y para millones y millones de personas, sobre todo quienes tuvieron la suerte de descubrirla en el momento de su estreno, es eso, una película mágica. Yo tenía unos 4 ó 5 años cuando la vi, un Sábado por la tarde que la emitieron en TVE1. 

Elliot y E.T. se harán grandes amigos
 
Elliot y sus hermanos Gertie (Drew Barrymore) y
Michael (Robert MacNaughton)
Es increíble cómo recuerdos como esos se han quedado en mi memoria. Y esa tarde descubrí a este personaje tan entrañable. Debido a que nací en 1988 no pude disfrutarla en su estreno, qué lástima, porque tuvo que ser realmente apoteósico. Pero sí que la disfruté en su plenitud igualmente ese Sábado por televisión. Torrentes de emociones me envolvieron, risas y admiración y un gran nudo en la garganta que se acabó convirtiendo en un mar de lágrimas. Me uno desde luego a esos que dicen "Yo también lloré con E.T." porque es una película tan emotiva y tan especial que su visionado se convierte en algo irrepetible, y aún más importante es que en irrepetible se convierte su recuerdo. Una historia de amistad como pocas, y que es increíble cómo se puede llegar a querer tanto a un bichito cabezón y tan feo. Pero así es, Spielberg logró con creces que dejásemos de ver un ser bajito y feo y viésemos a un personaje tierno y encantador. Y es que en resumidas cuentas, el hecho de que sea un extraterrestre, al final es lo que menos importa, porque lo que prima en el film es ese mensaje de amor desinteresado, de desear ayudar a alguien totalmente diferente, de demostrar la auténtica y verdadera amistad. Por transmitir esos valores de forma tan asombrosa, creo que "E.T." fue el increíble éxito que fue y continúa siendo la historia tan imperecedera a día de hoy. 

Gertie trasviste a E.T.

La eterna madre de los ochenta, Dee Wallace
Dicho esto voy a comentar cierta anécdota que me parece verdaderamente estúpida por parte del señor Spielberg y su equipo de producción. Resulta que para su edición en DVD, veinti tantos años después de su estreno, el señor Spielberg modificó ciertos efectos del film, añadiendo retoques digitales, algo parecido a lo que hizo George Lucas con las películas de "Star Wars". A mí la verdad es que me repatean bastante esta clase de chungas manipulaciones, si estamos ante un film hecho en 1982, no fastidiéis el entuerto y dejarnos admirarnos con los efectos magistrales con los que la concebisteis en un momento. En lo personal quiero seguir viendo a un E.T. que era una marioneta real, o un tipo con un traje, ése fue el que cautivó y no un puñado de píxeles cuyos gestos resultan más artificales y enormemente ridículos. 

''Mi caaasaaa''
A volar se ha dicho
Pero si algo me mosquea todavía más y que para más inri jode uno de los momentos más tensos de la película, es una modificación asqueante de una de las escenas. Me refiero a un momento en el que Elliot (el niño protagonista) huye con E.T. en su bicicleta, seguido de sus amigos con sus correspondientes bicis también y son arrinconados por unos los malos que los apuntan con unos rifles. Recuerdo de pequeño ese momento de tensión momentáneo, aliviado por una grata sensación cuando E.T. les hace elevarse por los aires con las bicicletas. Bueno, para todo aquél que vea la pachanguera versión retocada comprobará que los rifles han sido eliminados y en su lugar han colocado unos walki-talkies. Por lo visto, el señor Spielberg quería edulcorar más su película, como si hiciese falta por Dios, eliminando todo atisbo de violencia que pudiese aparecer. 

La escena original de 1982

La escena asquerosamente retocada de manera digital
 
Muestra de amistad eterna
No me explico esa ñoñería masiva, la verdad, no creo que ningún niño sufriese ningún trauma por ver una escopeta en la película, así que no entiendo esa absurda modificación que encima fastidia el encanto de la escena, eliminando los rifles se pierde la sensación de peligro que debería de producir, pero bueno, supongo que como autor de su obra puede hacer lo que quiera con ella, como si quiere sustituir todos los fotogramas de E.T. por los de una Barbie, porque de pronto considere que pudiese dar miedo a los niñitos del siglo XXI. Pues como tenga que hacer lo mismo con otras películas suyas como "Tiburón" o "Parque Jurásico" o incluso "La lista de Schindler" para edulcorarles las dosis de violencia que mostró, lo va a tener crudo. En fin, subnormalidades como éstas aparte, no creo que pueda añadir más sobre "E.T.". Que es prodigiosa, que es mágica y que es una absoluta maravilla. Sin duda es una de las películas más bonitas que he visto en mi vida y vuelvo a decir a riesgo de ser muy repetitivo, que con ejemplos como éste uno no puede de dejar de admirarse de lo genial que fue la década de los ochenta. ¿Dónde quedaron hoy en día películas como "E.T." con esa capacidad de asombrar, admirar y emocionar? Es un misterio que ni Iker Jiménez lograría resolver.


*MI MOMENTO FAVORITO: también uno de los más tristes, esa despedida final que a todos los que tenemos un mínimo de sensibilidad nos ha puesto un nudo en la garganta a punto de llorar a lágrima viva. E.T. por fin logra irse a su casa y sus amigos terrícolas presencian como su nave se pierde más allá de las estrellas. 

La pequeña Gertie (Drew Barrymore) se despide de E.T.

No hay comentarios:

Publicar un comentario