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Los protas, Rae (Nicole Kidman) y John (Sam Neill) |
Desde tierras australianas nos llegó este genial
thriller, repleto de tensión y de suspense, apasionante y entretenido a partes iguales. Recuerdo que la vi siendo bastante pequeño, una vez que la echaron por la
TVE-1, y ¡madre mía!, yo me comía las uñas de los nervios. El director Phillip Noyce (a partir de este trabajo se le abrieron las puertas de Hollywood), demostró un gran talento para sacar un excelente partido, tanto de la atmósfera del film, como de su localización, como de su reparto, siendo el resultado que, con una historia simple, con tan sólo tres actores y en un (prácticamente) único escenario (un velero en alta mar), se puede conseguir un trabajo exquisito, brillante y repleto de adrenalina. El film nos cuenta la historia de un matrimonio, John y Rae (Sam Neill y una jovencita Nicole Kidman), los cuales quedan hundidos por la repentina muerte de su hijo en un desgraciado accidente de tráfico. Así pues, ambos se van de crucero en su pequeño yate, con la intención de desconectar del resto del mundo y así paliar un poco el dolor. Supuestamente, viajando sobre un mar en calma, deberían de conseguir la paz suficiente como para equilibrar su estabilidad emocional. Pero no.
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Allá por 1989, Nicole Kidman lucía un rostro natural (¡qué poco queda de ella hoy en día!) |
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Hughie (Billy Zane), el malo de la película |
Lo que se les avecina es una angustiante pesadilla, pues durante la travesía recogen a un extraño (Billy Zane) que remaba sobre un bote salvavidas. El tipo les cuenta, muy angustiado, que tuvo que escapar de su barco, en el cual toda la tripulación acabó muriendo por culpa de la intoxicación de la comida. Será cuando John, al que no le cuadra la versión del nuevo invitado a la acción, decida ir a abordar dicha embarcación para corroborar los hechos, y deje sola a su mujer con este extraño individuo, en el velero de ambos; dará comienzo una frenética lucha por sobrevivir, tanto del uno como del otro, pues comprobarán que un mar embravecido va a ser el menor de sus problemas. El mayor acierto que posee
"Calma total" es esa fascinante capacidad de transmitir mal rollo en cada instante, convirtiendo la trama en un torrente de tensión, que va a más y a más, y no permite un segundo de relajación en el espectador. Los elementos en la acción están cojonudamente dispuestos y la labor del reparto es para quitarse el sombrero. Aquí quiero hacer un inciso en la persona de Nicole Kidman. En otras ocasiones ya he dicho que esta actriz no es santo de mi devoción, me parece muy fría y bastante sobrevalorada, pero claro, a día de hoy parte de la culpa la tiene su cara de plástico. Situándonos en 1989, comprobaremos que Nicole Kidman era una muchachita delgatita, pelirroja, pecosa y si bien, no muy atractiva, sí que desprendía un encanto natural muy especial.
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La situación se vuelve peligrosa |
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Mejor seguirle la corriente al loco |
Debo decir que en esta peli Nicole Kidman me encanta, realmente la considero el alma del film, pues su personaje es el más sufrido de todos y su actuación está a la altura. Para mí, a día de hoy, o diré siempre, el de
"Calma total" es el mejor de sus trabajos, y como ya he dicho, en gran parte es a consecuencia de que se muestra enormemente natural (no sólo físicamente, que también), nada forzada y muy creible; la verdad es que está fantástica, y lo dice alguien a quien no le simpatiza esta actriz (más bien todo lo contrario). Otro punto sobresaliente del film, desde el punto de vista actoral, es el antagonista, Billy Zane (recordado por ser el prometido cabrón de Kate Winslett en
"Titanic"), que hace un papelón de chiflado neurótico y psicópata peligroso que pone los pelos de punta. El tío además resulta muy sexy, y la química entre él y la Kidman es arrebatadora, pues protagonizan una escena erótica que erradia chispas y eso que la pobre Kidman, se ve sumisa y forzada a dejarse manosear por este cabronazo; en serio es una escena que resulta a partes iguales morbosa, cruel, muy sensual y además está filmada con elegancia. El tercero en discordia es Sam Neill, el más veterano del reparto, que está un poco dado de lado digamos (porque el epicentro de la trama es el enfrentamiento entre su mujer y el psicópata), pero que bueno, está correcto sin más y no desentona.
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La tensión va creciendo más y más... |
En resumidas cuentas
"Calma total" es una peli llena de logros, tanto técnicos (¡qué bien está rodada y qué buen partido se sabe sacar de los escenarios naturales!), como interpretativos y argumentales. El suspense ofrecido es de diez, en serio, digno del propio Hitchcock (éste sí y no el de
"Tesis" de Amenábar), con facilidad puede conseguir que el espectador se acabe comiendo las uñas. Para mí es merecidamente un clásico, una película que engancha irremediablemente y que el paso del tiempo no ha desvirtuado.
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...así que no queda otra que echarle huevos y pelear |
*MI MOMENTO FAVORITO: ese morboso y ciertamente vejatorio encuentro sexual entre Rae (Nicole Kidman) y el psicópata de Hughie (Billy Zane), ¡qué dramático resulta ver el rostro de ella mientras aguanta las sacudidas pélvicas de él, sin que la pobre lo desee!
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Sí, la Kidman claramente también aumentó sus glándulas mamarias |
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