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Preparadas para ir de excursión a Hanging Rock |
¡Menudo pedazo de pastiche! Este film australiano del (para mí) sobrevalorado Peter Weir, no estuvo exento de cierta polémica cuando se estrenó, lo que le otorgó cierto estatus de culto que a día de hoy, aún conserva. La película adaptaba una famosa novela de Joan Lindsay, editada a finales de los sesenta, en la que, supuestamente, se narraba un misterioso hecho real ocurrido el día de San Valentín en 1900. Ocurrió que, durante la excursión que un refinado colegio para señoritas a la zona montañosa de Hanging Rock, en Australia, tres alumnas y una profesora, desaparecieron sin dejar rastro. Nadie, del resto del grupo, se enteró de nada, ni vio nada. Lo más extraño e inquietante es que, todo parecía indicar que (por muy demencial que sonase), las desaparecidas parecían haber sido tragadas por la Tierra, ni indicios de secuestro, ni pruebas de asesinato, nada de nada. A pesar de la incesante búsqueda, no se encontró nada. Pues bueno, un
hecho tan raruno, era obvio que hizo rápidamente despertar el morbo de
la peña y claro, la historia se hizo la mar de popular.
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Unos aires muy raros se respiran en Hanging Rock |
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Las tres jóvenes desaparecidas |
Sí es cierto que yo fui el primero, cuando leí algo aceca del caso, que se vio irremediablemente atraído por él y mostré gran interés en devorar cuanto antes este film que retrata, fielmente, los hechos narrados en la novela. Pues bueno, decir que todo el tema de la supuesta semejanza con un hecho real probado, es prácticamente nula y aunque la autora nunca desveló su fuente, todo pareció indicar que lo narrado en la novela, era pura ficción; aunque como reclamo publicitario fue genial e incluso novedoso (hace recordar un poco a la treta posterior de films como
"Holocausto caníbal" o
"El proyecto de la bruja de Blair"). Pero vamos con la película. A mí, personalmente, me pareció un truño. Empezó despertando cierta intriga en mí, sobre todo por el misterio que
envuelve la historia en su inicio y cierto aire malsano que envuelve a la peli de una atmósfera, a ratos incómoda. Pero la película
avanza y el tiempo parece detenerse y lleva una hora y ya se te ha ido
el interés porque parece que llevas viéndola tres, y es cuando miras el
reloj y te das cuenta de lo que queda todavía para que se termine, y es cuando empiezas a resoplar con cierta desesperación.
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Patrulla en busca de las jóvenes desaparecidas |
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Una de las chavalas acaba apareciendo |
Lo peor es que cuando por fin termina y ya estás
medio sobado (pero has hecho esfuerzos por aguantar despierto a ver qué
pasa al final), te das cuenta de que en realidad, no ha pasado nada. No
hay explicaciones, las situaciones cada vez se vuelven más ilógicas y
más estúpidas y tú te quedas con cara de idiota, por haber perdido una
vez más un valioso tiempo tragándote otro truño infumable. La verdad es
que no me dio ni frío ni calor, es una película que perfectamente se
puede olvidar a los dos minutos de haberla visto, porque en sí no vale
para nada, no tiene nada destacable, aunque sí que te puede servir muy
bien para que te entre la morriña y echarte un sueñecito. De hecho desde
aquí os recomiendo muy encarecidamente, si se os ocurre enfrentarse a
su visionado y os entra el sueño (que será lo más probable) no hagáis
como yo y lo aguantéis por miedo a perderos algo, directamente dejaros
llevar y dormir plácidamente, os puedo asegurar que no os perderéis nada interesante y
en cambio ganaréis un profundo sueño, que eso nunca viene mal. Y la curiosidad os pica demasiado, os recomiendo que
leáis directamente la historia en alguna reseña web, que es mucho más
interesante (y da más mal rollo) que tragarse este inmenso ladrillo.
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¿Está Hanging Rock maldito? |
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